Las naranjas, los limones y otros cítricos son conocidos por sus beneficios para la salud, gracias a su riqueza en cuanto a niveles de vitamina C, antioxidantes y fibra dietética. Sin embargo, existen ciertos grupos de personas que deberían evitar o limitar el consumo de estos alimentos debido a condiciones médicas específicas, pues las características de los cítricos recogidas por la Fundación Española de Nutrición (FEN) pueden empeorar la salud de estas personas.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición en la que el contenido del estómago se regresa al esófago, causando síntomas como acidez, dolor de pecho y regurgitación. Los cítricos, debido a su alta acidez, pueden exacerbar estos síntomas al irritar el revestimiento del esófago. El ácido cítrico puede disminuir la presión del esfínter esofágico inferior, facilitando el reflujo de ácido gástrico hacia el esófago. Por lo tanto, los médicos suelen recomendar a los pacientes con ERGE evitar o limitar el consumo de cítricos para reducir los episodios de acidez y otros síntomas relacionados.
Las personas con úlceras gástricas y duodenales también deben evitar consumir cítricos, pues su acidez pueden irritar estas lesiones abiertas que se desarrollan en la mucosa del estómago o el duodeno, causando dolor y malestar. Además, el consumo de alimentos muy ácidos puede interferir con la curación de las úlceras y prolongar el tiempo de recuperación.
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal que se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento. Algunos pacientes con SII pueden ser sensibles a ciertos tipos de fibra y fructosa, ambos presentes en los cítricos. La fibra soluble de los cítricos puede fermentar en el intestino, causando gases y malestar en personas con SII. Por lo tanto, algunos médicos recomiendan que las personas con SII moderen su consumo de cítricos para evitar exacerbar sus síntomas.
Las personas con problemas renales, especialmente aquellos con insuficiencia renal, deben tener cuidado con su ingesta de potasio. Los cítricos, en particular las naranjas y los pomelos, contienen niveles relativamente altos de potasio. En personas con insuficiencia renal, los riñones no pueden filtrar el exceso de potasio de manera eficiente, lo que puede llevar a niveles peligrosamente altos de potasio en la sangre, conocido como hiperpotasemia, que puede causar síntomas graves, incluyendo arritmias cardíacas. Por lo tanto, se recomienda a los pacientes con problemas renales controlar su ingesta de alimentos ricos en potasio, incluidos los cítricos, para evitar complicaciones.
Aunque los cítricos pueden ser una parte saludable de la dieta para muchas personas con diabetes debido a su bajo índice glucémico y contenido de fibra, algunos pacientes deben tener cuidado con la cantidad que consumen. El consumo excesivo de frutas, incluidas las naranjas y otros cítricos, puede contribuir a un aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Los pacientes con diabetes deben monitorear su ingesta de carbohidratos y azúcares naturales presentes en las frutas, y ajustar su dieta en consecuencia. Además, el jugo de cítricos, que a menudo no contiene fibra y tiene un alto contenido de azúcar, puede causar picos rápidos en el azúcar en la sangre y debe consumirse con moderación.
Por otra parte, cítricos como el pomelo pueden interactuar con varios medicamentos, incluyendo aquellos para reducir el colesterol (estatinas), fármacos para la presión arterial, y ciertos antihistamínicos. El pomelo contiene compuestos que pueden inhibir la enzima CYP3A4 en el intestino, lo que puede aumentar los niveles de los medicamentos en la sangre y potenciar sus efectos, incluyendo efectos secundarios potencialmente peligrosos. Las personas que toman medicamentos deben consultar a su médico o farmacéutico sobre las posibles interacciones entre sus medicamentos y los cítricos.