Estos son los 13 alimentos que producen muchos gases, según la ciencia

La formación de gases intestinales debido a la ingesta de ciertos alimentos es un fenómeno normal causado por la fermentación de componentes no absorbidos por las bacterias del aparato digestivo. Estos gases pueden estar acompañados de otros síntomas que deben ser consultados con un nutricionista.

Los gases atrapados en el intestino generan una sensación molesta, hinchando el abdomen como un globo. Esto ocurre principalmente por la ingesta de aire al tragar, aunque también puede deberse a trastornos digestivos más graves. El estrés, la ansiedad y el estreñimiento son factores que contribuyen a la generación de gases, pero la causa más común es la mala calidad de la dieta, que provoca inflamación abdominal constante.

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El intestino delgado y el colon producen gases principalmente por la digestión o fermentación de alimentos no digeridos. Además, los gases pueden formarse cuando el sistema digestivo no descompone por completo componentes como el gluten de los granos o el azúcar de los productos lácteos y frutas.

Otras fuentes de gases incluyen residuos de comida en el colon, cambios en las bacterias del intestino delgado, mala absorción de carbohidratos, estreñimiento y condiciones digestivas como intolerancia a la lactosa, la fructosa o enfermedad celíaca.

Para evitar el exceso de gases, la Clínca Mayo recomiendan seguir una serie de medidas preventivas, entre las que se incluyen eliminar ciertos alimentos como frijoles, coles, cebollas, brócoli, coliflor, alimentos integrales, hongos, frutas específicas, cerveza y bebidas gaseosas, observando si la eliminación mejora los síntomas.

Es importante leer las etiquetas de los alimentos y optar por versiones bajas o sin lactosa si los productos lácteos son un problema. Además, reducir el consumo de alimentos grasos, ya que la grasa retrasa la digestión y promueve la fermentación. También recomiendan disminuir temporalmente la ingesta de alimentos con alto contenido de fibra y reintroducir la fibra gradualmente es otra medida útil.

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William L Hasler, experto en trastornos gastrointestinales, explica en su artículo Gases e hinchazón, que hay una serie de alimentos cuya ingesta “promueve una producción significativa de gases” entre los que se encuentran todos los productos lácteos; algunas verduras como las cebollas, el apio, las zanahorias y las coles de bruselas; y frutas, como las uvas pasas, los plátanos, los albaricoques, o las ciruelas; también añade los hidratos de carbono complejos, que se encuentran en alimentos como los pretzels, lo bagels o el germen de trigo.

Este último caso se debe en muchos casos a que los carbohidratos no absorbidos son impulsados hacia el colon y sirven como sustratos de nutrientes para las bacterias entéricas, liberando gas hidrógeno y ácidos grasos de cadena corta. La intolerancia a los carbohidratos es el resultado de la pérdida de enzimas de los enterocitos en la mucosa intestinal normal, la incapacidad de transportar un azúcar mal absorbido a través de las membranas normales de los enterocitos o los trastornos orgánicos de la mucosa como la enfermedad celíaca.