Ser un deportista de élite requiere mucho más que un entrenamiento de élite: disciplina, constancia y una alimentación acorde al nivel que se exige. Bien lo sabe el centrocampista del Atlético de Madrid Marcos Llorente. El futbolista habló la noche anterior para el programa El Larguero de la Cadena Ser sobre sus sensaciones previas al partido de ida en los cuartos de final de la Champions League, que juega contra el Borussia Dortmund. Sin embargo, Llorente habló mucho más que de fútbol.
Como ya había revelado en otras entrevistas, el futbolista sigue una peculiar dieta que le permite exprimir al máximo su forma física. Se trata de la dieta paleolítica, una alimentación que él mismo define como un “estilo de vida y una forma de vivir”. “Con la dieta del paleolítico iré al 100%. Con eso viviré y con eso moriré... Eso es así. Lo hago por salud, y no por el fútbol. Tengo claro que cuando acabe mi carrera, me seguiré cuidándome igual o más que ahora”, expresó Marcos Llorente.
La dieta paleolítica está ganando cada vez más popularidad por lo novedoso de este enfoque de la nutrición. Pero, ¿en qué consiste realmente esta idea? Lo que busca esta alimentación es basarse en los principios de la biología evolutiva con unos niveles mínimos de carbohidratos, tal y como los cazadores-recolectores de entonces. No obstante, todavía no existe un consenso sobre qué comían los homínidos paleolíticos de entonces, más si tenemos en cuenta de que se trata de un periodo que comprende entre hace 2,6 millones y 10.000 años en distintas áreas geográficas.
Te puede interesar: José Cano, campeón del mundo de culturismo y entrenador de famosos como Alejandro Sanz: “El triunfador lo es gracias a su mente, no a su físico”
Lo que está claro es que la dieta paleolítica pretende evitar todos aquellos alimentos posteriores a la revolución agrícola, como los cereales refinados y sus derivados, leche de mamíferos no humanos, legumbres, aceites y grasas... Lo que hoy en día significa que todas aquellos personas que, como Marcos Llorente, siguen este tipo de alimentación, apuestan por incrementar el consumo de pescado, huevos, patatas, boniatos, yucas... en detrimento de los lácteos, los ultraprocesados, la pasta, los cereales, el pan o el arroz.
Los nutricionistas siguen estudiando los verdaderos beneficios y las posibles contraindicaciones de la dieta paleolítica. Un estudio polaco publicado en 2021 en la revista Nutrientes recogió la evidencia científica disponible hasta el momento sobre las ventajas de esta alimentación. Así, sostienen que es beneficiosa para combatir enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía isquémica, el trastorno de lípidos en sangre, la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico.
Te puede interesar: Eugenio Freire, médico digestivo: “En España, más del 70% de los adultos se van a volver intolerantes a la lactosa”
Esta misma investigación, liderada por la doctora Barbara Freczek, profesora del Departamento de Medicina Deportiva y Nutrición Humana de la Escuela Universitaria de Educación Física de Cracovia (Polonia), concluyó que seguir una dieta paleo mejoraba efectivamente aspectos como el peso corporal, la obesidad, la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico a corto plazo. Sin embargo, los propios científicos afirman que todavía son necesarias más investigaciones para confirmar los efectos positivos de la dieta paleo en la salud a largo plazo, así como que dichos efectos permanezcan estables en el tiempo.