Tiene cerca de 200 años, pero su popularidad no deja de crecer. Y puede que parte de su éxito se deba, precisamente, a su lealtad a la tradición. A día de hoy este antiguo restaurante madrileño continúa sirviendo platos de cocina tradicional en un ambiente evocador de la sociedad aristocrática del siglo XIX. Así, los comensales podrán trasladarse a las tertulias de la época durante su estancia en este local.
El renombrado restaurante Lhardy se ha mantenido en su ubicación original de la Carrera de San Jerónimo durante casi dos siglos, desde su apertura en 1839. En la Madrid de aquella época, los establecimientos gastronómicos eran limitados, con cartas que se recitaban en lugar de mostrar precios fijos, caracterizados por largas mesas, bancos y barras. Fue precisamente en ese año cuando el joven pastelero francés Émile Huguenin llegó a la capital española y fundó Lhardy, tomando inspiración del popular Café Le Hardi de París, que estaba de moda en ese momento.
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En la actualidad, muchos personajes de alta categoría en el plano culinario español señalan a este lugar como uno de sus establecimientos predilectos. Sin ir más lejos, el tres veces condecorado como mejor cocinero del mundo, Dabiz Muñoz, ha celebrado con Lhardy su 44 cumpleaños. “La celebración de mi cumple con mi cocido favorito dl mundo”, compartía en la red social de Instagram.
Los fideos de cabellos de ángel: una de las claves de su plato más famoso
El célebre Cocido de Lhardy es la insignia culinaria del establecimiento. Se trata de una exquisita combinación que incluye sopa de fideos de cabello de ángel, garbanzos de pico pardal de Astorga, repollo y zanahoria de Carabaña, patatas de Granja de los Monjes, chorizo de León, morcilla del Valle de Arán y longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri.
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Pero su riqueza no se detiene ahí, ya que también incorpora tocino ibérico, morcillo de buey gallego, tuétano de vaca gallega, jamón ibérico de Huelva, crujiente de oreja ibérica con salsa brava a la Lhardy, costilla ibérica de Sierra de Villuercas y relleno de cocido de ropa vieja. Además, como toque final ofrece el Soufflé Lhardy. Todo este festín está disponible por un precio de 65 euros.
A estas delicias se suman otras exquisiteces, como el salmón ahumado de pescaderías coruñesas con huevo hilado Lhardy (24 euros), el pato canetón de las Landas asado a la naranja (34 euros), el lenguado Evaristo al champán (38 euros) o el steak tartar de solomillo de buey con patatas a la inglesa (32 euros).
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Por último, la carta no estaría completa sin los postres de alta calidad. Entre ellos, destacan las milhojas de crema con ganache de vainilla montada (10 euros), el tentador goloso del chef del cacao (10,50 euros) y el célebre Soufflé Lhardy (11 euros). Así, el restaurante ofrece una fusión de platos clásicos arraigados en la historia de la gastronomía madrileña y nuevas creaciones que deleitarán a los comensales.