“¿Espresso Martini? Está un poco pasado de moda. No, 2024 será el año de otro cóctel a base de café: el Carajillo”. Esta es la frase con la que la revista Delish, una publicación inglesa dedicada en especial a la gastronomía, anuncia sus predicciones para 2024. En su lista, que incluye 25 comidas o bebidas que, creen, “veremos por todas partes en 2024″, se encuentra esta bebida típica española, una mezcla de café y licor cuyo origen se remonta al siglo XIX.
En los últimos años, el Espresso Martini, también conocido como vodka espresso, había alcanzado un renovado momento de gloria. Esta bebida alcohólica con cafeína, que se toma fría, se elabora con café expreso, licor de café y vodka, una combinación creada durante los años 80 del siglo pasado. Cuarenta años después, esta bebida sufría una fama renovada gracias a las redes sociales, tanto que la CNN coronaba el 2022 como “el año del Espresso Martini”.
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Pero esta tendencia parece haber llegado a su fin para dar paso a una nueva bebida, igualmente ‘cafeinada’ alcohólica, que en España conocemos muy bien. Un café carajillo es una bebida que consiste en la mezcla de café caliente con una bebida alcohólica. La más usual es el brandy o el coñac, pero puede hacerse igualmente con ron, anís, orujo o whisky.
En España, es muy común el consumo de este tipo de mezclas, por lo que, dependiendo de la zona geográfica en la que estemos, nos podemos encontrar con diferentes versiones. En el País Vasco y Navarra tienen el kafe patardun. En Catalunya se le conoce como cigaló. En Baleares y Valencia como rebentat (reventado) o cremaet (quemadito). A pesar de que el carajillo es típico de España, también lo es de varios países hispanoamericanos, como Colombia, donde se suele elaborar con brandy, Cuba, donde se suele elaborar con ron, y algunas áreas de México, en donde es típico utilizar Licor 43.
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El origen de esta bebida, como el de otras tantas tradiciones culinarias, se desconoce a ciencia cierta. Algunas teorías asocian el nacimiento del término ‘carajillo’ al país de Cuba. Se cree que durante la guerra de Cuba se les suministraba a los soldados españoles un café adulterado con ron para darles el empuje necesario para luchar, es decir, un ‘pequeño coraje’ o corajillo, de ahí su nombre.
Cómo hacer el carajillo perfecto
Existen varias maneras de preparar el carajillo. Una variable importante es sin duda la del alcohol elegido, algo que dependerá del gusto personal de cada cual. Además, se puede optar entre quemar el licor para eliminar el alcohol que contiene, como suele hacerse con el cremaet, o, en cambio, no hacerlo.
Se queme o no el licor para hacer el carajillo, lo realmente importante para un resultado delicioso es dar con la proporción más equilibrada de café y alcohol. Lo ideal es añadir en torno a dos partes de café por cada parte de alcohol, pero estas medidas pueden variar ligeramente dependiendo de si nos gusta más o menos cargado.
Para conseguir el carajillo estéticamente perfecto y que se diferencien perfectamente las 3 capas que lo conforman (la espuma, el café y el licor), uno de los trucos está en disolver el azúcar en el licor, previamente calentado. Con ello, conseguiremos aumentar la densidad del alcohol.
Para hacer un carajillo de la manera más tradicional, sin quemar el alcohol, lo primero que haremos es calentar la bebida alcohólica elegida junto con una cucharada de azúcar. Para ello, podemos calentar la mezcla de licor y azúcar durante 30 segundos en el microondas. A continuación, mezclamos bien ambos ingredientes hasta que se disuelva el azúcar.
Ahora tendremos que hacer el café con el método que más nos guste, ya sea con cafetera italiana, con máquina de goteo, de cápsulas... Una vez tengamos el café recién hecho, lo echamos en el vaso del licor, poniendo una cucharilla en el vaso para que el café no caiga directamente sobre el licor y se rompa esa separación. Ya podremos servir nuestro carajillo.