Karlos Arguiñano, con más de cuatro décadas de experiencia en el ámbito culinario, ha conquistado tanto el cariño, como el paladar de numerosos españoles. Este carismático chef figura como uno de los rostros más icónicos y reconocidos de la gastronomía española, en gran parte gracias a su extensa carrera en la televisión. Su programa de cocina, uno de los más duraderos del país, continúa cosechando éxitos. Sus trucos de cocina, sus apetitosas recetas y su distintivo sentido del humor son los tres pilares que le han permitido conquistar a la audiencia.
Fue en la temporada pasada cuando el guipuzcoano se alzó como líder en su franja con la mejor cuota de pantalla de la historia del programa, un 17,8% de media, con más de 900.000 espectadores diarios. De esta forma, la repercusión del cocinero es alta. Sus mensajes, recetas y opiniones llegan a muchos hogares de España. Así, es de sobra conocida una de sus máximas: “aquí no se desperdicia nada”. Sin embargo, son muchos los espectadores que se preguntan qué es lo que ocurre con los platos de comida que prepara Arguiñano durante el programa. La imaginación ha dado pie a muchas hipótesis, que van desde festines unipersonales a regalos. No obstante, ha sido el propio cocinero el que se ha encargado de esclarecer el asunto.
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Esto es lo que hacen con la comida en el programa de Karlos Arguiñano
“Mucha gente me suele preguntar: ¿qué hacéis con todo lo que cocináis ahí?”, afirma Karlos Arguiñano. Así, para explicar lo que pasa después del programa, el cocinero ha hecho una metáfora más que gráfica. “¿Alguna vez habéis ido a un acuario”, ha preguntado a los espectadores. Después, entre risas, ha explicado que allí los peces están todo el día abriendo y cerrando la boca. Finalmente, ha concluido su monólogo aseverando que “aquí están todos así”, afirmaba.
En definitiva, la comida cocinada la comen los miembros del programa. No obstante, hay una norma que hay que respetar para poder degustar los platos del prestigioso cocinero: hay que tener todo listo ante de probar alguna de las creaciones. “Ese es el mayor dolor que tenemos”, apuntaba.
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“Antes se acabará el petróleo que las recetas”
Arguiñano suma 75 años, decenas de libros publicados y más de 6.000 programas emitidos. Son muchos los que le preguntan por el fututo de Cocina Abierta. Ahora bien, el cocinero está convencido de que, tal y como recoge EFE, “antes se acabará el petróleo que las recetas”.
De esta forma, según revelaba el chef a EFE, “si está bien de salud” está dispuesto a continuar enseñando, a cocinar y “a morir con las botas puestas”. Además, en compañía del sentido del humor que tanto le caracteriza, aseguraba que “si Joe Biden puede presidir Estados Unidos, ¿yo podré hacer unas lentejas con chorizo... no?”.