Estos son los 8 síntomas comunes del cáncer de pulmón a los que hay que prestar atención

Suelen aparecer cuando la enfermedad está muy avanzada

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Oncóloga revisando una radiografía (Shutterstock)
Oncóloga revisando una radiografía (Shutterstock)

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en España y en el mundo. Cada año mueren en nuestro país alrededor de 23.000 personas por esta enfermedad y se diagnostican más de 30.000 nuevos casos, según la Asociación Española contra el Cáncer. Las personas fumadoras tienen muchas más probabilidades de sufrir este tipo de cáncer que se desarrolla en los pulmones.

Por otra parte, las personas no fumadoras también pueden padecerlo y no es extraño. La Sociedad Médica de Oncología Europea lo asocia a la polución del aire, tal y como publicaron en un estudio que vio la luz el pasado mes de abril. Los investigadores explicaron que la constante exposición a la contaminación provocaba en nuestro cuerpo la liberación de interleucina-1, un tipo de citocina que favorece la inflamación de los pulmones y aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer.

Vista general de varias viviendas afectadas por la contaminación del aire en Pekín, China. EFE / WU HONG
Vista general de varias viviendas afectadas por la contaminación del aire en Pekín, China. EFE / WU HONG

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Los síntomas del cáncer de pulmón se presentan una vez que la enfermedad está ya muy avanzada y el padecimiento es visible. La Clínica Mayo recoge un listado de los diez síntomas más comunes de este tipo de cáncer:

  1. Tos persistente, a veces con sangre. Es uno de los síntomas más habituales de la enfermedad.
  2. Disfagia. Ocurre cuando los ganglios afectados comprimen el esófago y la comida se queda detenida en el tórax.
  3. Falta de aire o dificultad para respirar, que aumenta progresivamente. Se da cuando el líquido que aparece en el pulmón (conocido como “derrame pleural”) reduce la capacidad del órgano para funcionar correctamente.
  4. Dolor en el pecho, que también puede emigrar a la espalda y los hombros.
  5. Ronquera o disfonía, que provoca cambios en la voz del paciente.
  6. Pérdida de peso sin intentarlo.
  7. Dolor de huesos.
  8. Dolor de cabeza debida a la alteración del sistema nervioso.

Cuando el cáncer se propaga

Si la enfermedad se propaga a otras partes del cuerpo, como al cerebro, puede provocar alteraciones del sistema nervioso que desemboquen en convulsiones. Si la metástasis llega al hígado, el paciente puede padecer ictericia, que es una coloración amarillenta de la piel y los ojos. También puede sufrir una hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas, las ingles o el pecho.

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La importancia de la dieta

Los nutricionistas intentan poner el foco en la importancia de llevar una buena dieta para mantenerse nutrido durante el tiempo por el que se sufre el cáncer. Se desaconseja totalmente consumir alimentos procesados, ya que no contribuirán a que la persona se sienta mejor, además de perjudicar el organismo.

De esta manera, los alimentos que se recomiendan ingerir cuando se está sufriendo un cáncer de pulmón (o un cáncer, en general) son los proteicos, como las legumbres, los frutos secos, los huevos, los pescados, las carnes... Las proteínas son esenciales para la reparación del tejido corporal y, por tanto, para el sistema inmunitario. Si no se consumen las suficientes, podría prolongarse el tiempo de la enfermedad y reducir la resistencia a las infecciones.

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Tampoco hay que olvidar al resto de grupos de alimentos, como las verduras, las frutas, la pasta o los tubérculos, ricos en minerales y vitaminas. Sin embargo, cabe señalar que la alimentación durante la enfermedad debe ajustarse a las necesidades del paciente, ya que previsiblemente irá variando según el tipo de tratamiento, los efectos secundarios y estado nutricional e incluso anímico de la persona.

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