El exfutbolista británico David Beckham, de 48 años, ha atraído durante décadas la atención de miles de personas. Así, este último ha vuelto a convertirse en uno de los grandes protagonistas del plano internacional con el estreno de Beckham el pasado 4 de octubre en Netflix. Esta serie documental trata de reconstruir paso a paso la vida del británico. En este sentido, y más allá de la gloria, el futbolista ha mostrado en esta producción una de sus facetas más personales. Y es que la salud mental del británico es una de las claves de este documental.
No era ningún secreto que el exjugador del Manchester United padece un Trastorno Obsesivo Compulsivo. De hecho, lo hizo público antes de su retirada futbolística. “Todo debe estar impecable”, explicaba en el año 2006 a la cadena británica ITV. Sin embargo, más de una década después, David Beckham ha querido relatar con detalle algunos de los impedimentos de vivir con esta condición.
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Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo
“Cuando todos están en la cama, yo doy vueltas por la casa, limpio las velas usadas, enciendo los interruptores para que queden correctamente alineados y me aseguro de que todo esté ordenado”, comenta Beckham en el documental. Estos comportamientos que relata el futbolista son las llamadas compulsiones. Es decir, actos repetitivos que son impulsados por los pensamientos obsesivos.
En este contexto, tal y como establece el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, DSM-5, El Trastorno obsesivo compulsivo es una etiqueta diagnóstica que hace referencia a un cuadro clínico que se caracteriza por varios criterios diagnósticos. En primer lugar, por la presencia de pensamientos persistentes e intrusivos que generan altos niveles de ansiedad en la persona que lo sufre.
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Así bien, esta ansiedad impulsa a la persona a realizar determinados comportamientos repetitivos que pueden estar relacionados con la limpieza, el orden o los pensamientos catastróficos, entre otros. El objetivo de estas acciones es neutralizar o prevenir situaciones negativas que la persona teme que ocurran. Sin embargo, esta toma de medidas a veces intercede en el normal desarrollo de la vida de una persona. Además, todos sus síntomas pueden desencadenar otras complicaciones en diferentes ámbitos. Por ejemplo, lavarse las manos de forma repetitiva puede generar dermatitis de contacto.
Estas son algunas de las señales que podrían alertar del TOC
El trastorno obsesivo compulsivo acaba teniendo un impacto en la vida de la persona. Por ello, cuando los pensamientos intrusivos crecen, o cuando el impulso para llevar a cabo acciones que cesen la aparición de las obsesiones no deja de aumentar, se deben encender las alertas. Ya que esto podría ser consecuencia del TOC.
Por tanto, si se sospecha de que se puede estar sufriendo de un Trastorno Obsesivo Compulsivo, es importante acudir a un profesional para evaluar cada caso concreto. En este contexto, este ofrecerá al paciente las herramientas necesarias para hacer frente a su situación y recuperar el normal desarrollo de su vida diaria. Según las directrices internaciones, en estos casos se recomienda la terapia cognitivo-conductual.