La ansiedad puede provocar una serie de síntomas físicos desagradables que se pueden confundir fácilmente con otras afecciones que, en algunos casos, pueden ser muy graves. Sentirse preocupado, asustado y nervioso de vez en cuando es algo normal para la mayoría de las personas, aunque para algunos los síntomas de la ansiedad van más allá de lo mental y se reflejan en reacciones físicas.
El dolor en el pecho causado por esta afección psicológica suele producirse como resultado de un ataque de ansiedad o de pánico y puede provocar aún más preocupación en la persona que lo sufre. Sin embargo, saber reconocer si se trata de ansiedad o de una enfermedad más grave podría incluso ayudar a la persona con ansiedad a calmarse cuando ocurre.
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Cómo saber si el dolor en el pecho es ansiedad o un ataque cardíaco
Aunque las señales de un infarto son muy parecidas a las que puede causar un ataque de ansiedad o de pánico, existen maneras de diferenciarlas. Sin embargo, ante la duda, siempre se debe llamar al 112 o acudir a una unidad de urgencias, ya que, en el caso de que fuera un ataque cardíaco, un tratamiento inmediato es crucial.
Los infartos suceden cuando el flujo sanguíneo que lleva oxígeno al músculo cardíaco se reduce considerablemente o se corta por la obstrucción de las arterias coronarias. Los síntomas pueden ser repentinos e intensos, pero la mayoría empiezan lentamente, provocando incomodidad o dolor leve que gradualmente empeora después de algunos minutos, según ha señalado la Asociación Estadounidense del Corazón (o AHA, por sus siglas en inglés). Los episodios pueden ir y venir varias veces antes de que ocurra el infarto en sí.
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Por otro lado, los ataques de pánico y de ansiedad causan un miedo intenso que suele provocar reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real, según la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos. Llegan rápidamente y, por lo general, alcanzan su máxima intensidad en unos 10 minutos. Aunque pueden ser activados por un acontecimiento traumático o estrés intenso, también es posible que surgen sin motivo aparente.
Si los médicos concluyen que la salud del corazón es buena y descartan causas fisiológicas, es probable que se trate de un ataque de pánico o de ansiedad; especialmente si se ha sentido un temor intenso, que suele ser el síntoma distintivo.
Cómo actuar durante un ataque de ansiedad o de pánico
Durante una crisis de ansiedad o ataque de pánico, lo primero que hay que hacer es intentar mantener la calma, reconocer que se está teniendo un ataque de ansiedad y encontrar un lugar tranquilo y seguro, según explican expertos de Sanitas en su página web. Ser consciente y asumirlo podría ayudar a mantener la calma, mientras se pone el foco en la respiración profunda.
Hacer ejercicios de respiración ayuda aumentar los niveles de oxígeno, lo que mejorará la capacidad de “las células de los diferentes tejidos del organismo a eliminar las toxinas que acumulan en los momentos previos a la crisis de ansiedad”.
Los síntomas de un paro cardíaco que nunca debes ignorar
Un ataque cardíaco, o infarto agudo miocardio, es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato. Aunque el síntoma más frecuente de un infarto es el dolor en el pecho, existen otros indicios que podrían ayudar a identificar si se trata de esta afección o de un ataque de ansiedad o de pánico. En las mujeres, por ejemplo, se suelen provocar otros síntomas, como la falta de aliento, náuseas, o dolor de espalda o de mandíbula.
Las señales más frecuentes de un infarto de miocardio son la aparición brusca de un dolor intenso en el pecho, en la zona precordial (donde la corbata), una sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración, según detallan desde la Clínica Universidad de Navarra. Los dolores también pueden extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello.