La cantidad de personas que han desarrollado problemas de salud mental desde el inicio de la pandemia en 2020 se ha disparado en los últimos años. La Confederación Salud Mental España calcula que uno de cada cuatro españoles tiene o tendrá una enfermedad mental a lo largo de su vida y que más de un millón de personas sufren un trastorno mental grave en España. Aunque la ansiedad y la depresión son dos de los trastornos psicológicos más referenciados hoy en día, existe otro problema mental que es aún más prevalente en la población: el síndrome del impostor.
Un estudio estadounidense publicado en 2020 mostró que el síndrome del impostor, también conocido como el síndrome del fraude, afecta a tanto hombres como mujeres de todas las edades y que tiene una prevalencia de hasta el 82% de la población, con incidencias más altas en grupos étnicos minoritarios. Las personas que lo padecen son incapaces de reconocer y aceptar sus propios logros y los atribuyen a otros factores como la buena suerte. A la vez sienten miedo de que los demás “descubran” que en realidad son fraudes, mentirosos o que no son tan buenos como los demás pensaban.
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Qué es el síndrome del impostor y por qué surge
Aunque no está reconocido como un trastorno psicológico real, el fenómeno del síndrome del impostor es bien conocido dentro del mundo de la psicología. Fue descrito por primera vez en un artículo en 1978 por las doctoras Pauline Clance y Suzanne Imes. Las psicólogas habían notado una tendencia de muchas mujeres a expresar con dudas y temores sus grandes logros académicos y profesionales.
Otra investigación que fue publicada en el International Journal of Behavorial Science en 2011 estimó que esta enfermedad mental, que consiste en la incapacidad para atribuir los propios logros, afecta al 70% de las personas en algún momento de sus vidas.
Hoy en día se ha aceptado que el síndrome del impostor afecta tanto a las mujeres como a los hombres y que no hace falta haber conseguido grandes éxitos en la vida laboral para sufrirlo. Sin embargo, algo que los psicólogos destacan en las personas que lo padecen es la presencia de una baja autoestima, un historial académico poco relevante, numerosas críticas durante la infancia o adolescencia, falta de seguridad personal, así como una pérdida de confianza en uno mismo, según De Salud Psicólogos.
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Cuáles son los síntomas del síndrome del impostor
Existen varios indicios de que un individuo podría padecer el síndrome del fraude e incluyen los siguientes síntomas:
- Una sensación repetida de falta de merecimiento ante los éxitos conseguidos. La persona piensa que sus logros se deben a la suerte o a la ayuda recibida por sus compañeros
- Un temor constante a que se descubra “la verdad”, es decir, que la persona no se merece estar donde está en su vida laboral o que no es tan competente como los demás pensaban
- Las expectativas de fracaso, incluso en situaciones en las que normalmente consigue el objetivo marcado
- Una desconfianza hacia sus propias capacidades personales y/o baja autoestima
- Ser demasiado crítico con uno mismo y perfeccionista
Incluso famosos como Michelle Obama, Tom Hanks, Lady Gaga, Bella Hadid o David Bowie han dicho públicamente que han sufrido del síndrome del impostor en algún momento de su vida.