La receta de almejas a la marinera de Arguiñano, un plato gallego delicioso

El famoso chef vasco propone una receta sencilla y rápida de esta tradicional preparación del norte de España

Almejas a la marinera (Venta Aurelio, Wikimedia Commons).

Las almejas a la marinera es una receta emblemática de la gastronomía de Galicia, especialmente en las Rías Baixas, región que además ofrece un gran acompañante con el que marinar este plato: vino blanco de una Albariño. Sin lugar a dudas, una combinación ganadora.

No obstante, si bien las almejas a la marinera es un guiso tradicional gallego, este plato también es muy popular en otras zonas del Cantábrico, como Asturias y el País Vasco. De esta manera, cada cocinero -profesional o amateur- tiene su propia receta, lo que se traduce en una gran variedad de propuestas.

Como no podía ser de otra manera, el famoso chef Karlos Arguiñano tiene su propia receta de esta típica preparación a base de bivalvos. El cocinero vasco propone una elaboración sencilla, con pocos ingredientes y rápida de hacer.

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Ingredientes (para cuatro personas)

  • 1 kg de almejas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 vaso de vino blanco
  • perejil picado
  • 1 cebolleta
  • 1 cucharada de harina
  • Aceite de oliva virgen extra
  • sal a gusto

Elaboración

  • Comenzamos con la limpieza de las almejas. Para esto es preciso ponerlas en remojo en un bol o recipiente grande con abundante agua y sal para que ellas mismas, creyendo que están en el mar, procedan a soltar la arenilla o cualquier otra impureza que pudieran contener en su interior. Cierto es que las almejas vienen cada vez más limpias desde origen, pero nunca está demás ser precavidos. Con una hora será suficiente.

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  • Mientras aguardamos que las almejas se purifiquen, procedemos a picar en pequeños cuadraditos la cebolleta y el ajo. A continuación los rehogamos en una sartén o cazuela baja con una o dos cucharadas de aceite. Debemos estar atentos para, antes de que el ajo coja color, agregar la harina y remover para que esta se integre perfectamente y no queden grumos. Cocinamos la harina un par de minutos, nada más desagradable en un guiso que el sabor a harina cruda.
  • Incorporamos el vino blanco -un albariño o txacolí le irá estupendamente- y dejamos hervir unos minutos para que se evapore el alcohol.

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  • Escurrimos las almejas y las añadimos a la preparación. Tapamos la sartén para que las almejas se cocinen al vapor. Una vez que se abran estarán listas. Aquellas que permanezcan cerradas están malas, no intentes comerlas.
  • Retiramos del fuego y las espolvoreamos con el perejil picado. Podemos servir las almejas en un plato pero, si queremos seguir con la tradición, lo mejor será emplear cazuelas de barro, los que saben dicen que así el sabor es mucho mejor.

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