La receta de tarta de queso La Viña de Eva Arguiñano, un postre español que arrasa en Turquía y Japón

La famosa tarta de queso de La Viña lleva el nombre del antiguo y tradicional local del casco viejo de San Sebastián donde empezaron a hornearla hace más de 27 años. La tarta, cuya textura y cremosidad ha traspasado las fronteras de España, es el fruto de la investigación del propietario de La Viña, Santiago Rivera, que consiguió elaborar la popular tarta de queso que triunfa en internet combinando varias recetas de libros de cocina hasta dar con la mezcla definitiva.

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Miles de personas la elaboran cada día -Instagram está lleno de fotos de usuarios e intentos de hornearla-. Y la cocinera vasca Eva Arguiñano, que también comparte esa fascinación por esta tarta cremosa y sin base de galleta, ha compartido la receta que nos permitirá cocinar en casa y con unos pocos ingredientes nuestra propia versión de esta tarta de queso de forma sencilla y así poder disfrutarla sin tener que desplazarnos a San Sebastián.

Ingredientes

• 600 gramos de queso crema
• 200 gramos de azúcar
• 250 ml de nata líquida
• 4 huevos
• 20 gramos de harina
• Unas hojas de menta

Elaboración

1. Juntar todos los ingredientes en un bol. Primero añadimos los huevos: es importante en este paso que no se batan mucho y que se mezclen suavemente con los demás ingredientes. Luego se incorporaría a la mezcla el queso, la nata y el azúcar. Cuando se haya obtenido una masa homogénea, se añade también la harina, que será la que va a permitir que los azúcares que se generen durante el horneado queden ligados y nuestra tarta adquiera esa textura por la que se ha hecho conocida en todo el mundo

2. Colocar la mezcla en el molde desmontable que cubriremos con un papel sulfurizado (el papel para horno) que habremos humedecido previamente. Esto nos servirá, ya que la tarta no tiene base de galleta que la separe del papel, para que no se pegue al molde y facilitarnos poder desmoldarla una vez que la saquemos del horno.

3. Hornear unos 40-45 minutos la tarta con el horno precalentado a 210 grados. Al meter el molde, hay que manejarlo con cuidado para que no se desborde la mezcla.

4. Una vez que se haya cumplido el tiempo de horneado, sacar la tarta del horno y dejar reposar unas cuatro o cinco horas hasta que esté fría para poder sacarla del molde. La textura tiene que ser suave y cremosa.

5. Servir con unas hojas de menta de decoración

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