Salsa boloñesa con verduras ‘camufladas’, una receta deliciosa ideal para los niños

Buscar recetas que agraden a los niños puede parecer, en ocasiones, misión imposible, especialmente si tenemos en la mesa a un pequeño muy quisquilloso. Cuando nos quedamos sin ideas, pero queremos buscar opciones rápidas y fáciles, somos muchos los que acudimos a la pasta, sin duda uno de los platos preferidos de los niños, especialmente espaguetis y macarrones con tomate frito y algo de queso.

Pero acudir a la pasta cuando no quedan más ideas puede ser una opción maravillosa. Este plato de origen italiano no solo es el preferido de muchos, sino que además es la ocasión perfecta para introducir hortalizas, de forma sutil, en la dieta de esos niños a los que no les gusta encontrar ni un trozo de verdura en su comida.

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La salsa boloñesa, hecha a base de carne y salsa de tomate, es una de las más conocidas formas de disfrutar la pasta alrededor del mundo y una de esas elaboraciones en las que podemos colar alguna verdura de más sin que nadie sospeche. Esta receta de salsa boloñesa trata de imitar el sabor de la original, pero tiene truco: para añadir verduras extra a la mezcla, las añadiremos en la salsa de tomate sin que se noten. Para ello, será necesario rallar muy finas nuestras verduras o, si quieres que la textura de las hortalizas desaparezca por completo, batirlas con una batidora de mano para que se integren por completo.

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Tiempo de elaboración: 40 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes:

500 g de carne de ternera picada

Una zanahoria

Un calabacín

Una cebolla

Un pimiento verde

Un pimiento rojo

Un bote de tomate triturado

Unas hojas de albahaca fresca

Aceite de oliva virgen extra

Orégano

Sal

Elaboración:

1. Primero haremos la salsa de tomate con verduras. Cortamos las hortalizas lo más pequeñas posible, incluso podemos rallarlas para un resultado más homogéneo.
2. Mientras, echamos un poco de aceite de oliva en una sartén y calentamos. Ponemos los vegetales rallados y los sofreímos durante unos 5 minutos.
3. Cuando estén listos añadimos el tomate. Para un resultado aún más discreto, podemos batir las verduras con la salsa para que la textura de las hortalizas desaparezca por completo.
4. Añadimos unas hojas de albahaca y dejamos que la salsa se cocine hasta que el agua del tomate se vaya y coja un intenso color rojo.
5. Cogemos otra sartén, echamos un poco de aceite y la ponemos a calentar a fuego medio. Si quieres, puedes incorporar media cebolla y un trozo de zanahoria picados a la salsa, aunque se notará su textura en el resultado final. Si no, incorporamos directamente la carne picada, la sazonamos con sal, pimienta negra recién molida y orégano al gusto y dejamos que se cocine hasta que deje de estar rosada.
6. Bajamos el fuego y añadimos la salsa de tomate que hemos cocinado previamente. Dejamos cocer todo junto durante unos 20 minutos para que los sabores se fusionen y la carne quede tierna.
7. Mientras tanto, ponemos en una olla el agua con sal a hervir y cocinamos la pasta que prefiramos siguiendo las instrucciones del fabricante.
8. Escurrimos la pasta y la añadimos a la sartén con la salsa boloñesa. Mezclamos bien y ya podremos servir nuestra pasta.

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