La contaminación, el desgaste y la urbanización son algunas de las razones por las que los colombianos deciden vivir a los alrededores de las ciudades para tener mayor conexión con la naturaleza y a su vez liberar el estrés.
Según un estudio realizado por la multinacional Groupon, Colombia se consolida como la tercera nación de América Latina con más personas que sufren de estrés, por debajo de Argentina (80%) y Brasil (77%).
Desde 2004, los expertos se han referido al término ‘Baños de Bosque’, una técnica japonesa que se enfoca en el bienestar de las personas y en la prevención de las enfermedades atendida por expertos de la medicina cuántica y la neurociencia, recurriendo a la inmersión de los bosques.
“La medicina cuántica y energética retoman el enfoque de la medicina para la salud, más no para la enfermedad como ocasionalmente estamos acostumbrados como sociedad”, afirmó Rita Kotov, especialista en Neurociencia de Matizart, empresa internacional de desarrollo humano y empresarial en Bogotá.
La ciencia ha podido comprobar que este tipo de técnicas aumenta la actividad de las células Natural Killer para la defensa del sistema inmune ante cualquier patógeno y amplía los niveles intracelulares de proteína anticancerígena al tomar intervenciones cortas en campos boscosos y forestales como el de Metanoia Colombia que es una reserva natural ubicada en los cerros nororientales de la capital del país.
Adicional a ello se suman la importancia de la técnica de origen oriental para el corazón y la salud mental de los pacientes, además de reducir la presión arterial, la frecuencia cardiaca y regular el nivel de cortisol para liberar el estrés. A su vez, comprime el alto nivel de ansiedad, confusión, entre otras patologías psicológicas negativas que son frecuentes en la sociedad actual.
Colombia: potencia natural
El país cuenta con 31 millones de hectáreas protegidas según datos del Ministerio de Ambiente, lo cual representa el 15% territorio nacional, son aptos para tomar nuevos aires de cara a las complicaciones de la urbanización y la salubridad, tan solo unas áreas de estas son adecuadas para llevar el proceso de baños de bosque.
Para la experta en salud mental, Lorena Munevar, la naturaleza facilita la exploración y relajación porque activa el sistema parasimpático. ‘’Con esta activación se mejora la calidad del sueño, la restauración de la atención, se minimiza el deterioro cognitivo, entre otros beneficios’'.
Cómo se practican los baños de bosque
La Asociación de Terapia de Bosque y Naturaleza entregó algunas pautas en su portal web para beneficiarse de la práctica:
• Conectar con la naturaleza: es importante despejar la mente a lo largo del paisaje, para abrir los sentidos, cultivar la presencia propia y comunicarse con la tierra.
• No tener prisa: este tipo de paseos no tienen como primer objetivo hacer ejercicio físico. La asociación prefiere evitar el término senderismo porque esto implica un esfuerzo físico. Normalmente estos paseos son de un kilómetro y medio y duran entre dos y cuatro horas.
• Prestar atención: es necesario abrir los sentidos; dejando que los mensajes de la tierra y la naturaleza entren en la mente y el corazón.
• Dedicarle tiempo: esta práctica lleva tiempo y para que se ejecute acertadamente es importante hacerlo más de una vez para desarrollar una relación significativa con la naturaleza.
• Dejarse guiar por un experto: como el yoga, la meditación o el ejercicio, el baño de bosque se aprende mejor con un guía cualificado.
• Pasear no lo es todo: el paseo es importante, pero hay otras rutinas que ayudan a profundizar en la relación con la naturaleza. Algunas de ellas son sentarse o comunicarse con otras especies.