Conocida como dieta paleo, paleolítica, o de la Edad de Piedra, muchas personas eligen un plan alimentario basado en alimentos similares a los que se podrían haber consumido durante la era de las cavernas.
El plan incluye comer carnes magras, pescado, frutas, verduras, frutos secos y semillas, alimentos que en el pasado se podían obtener mediante la caza y la recolección, según explicaron los especialistas de la Clínica Mayo de EEUU. “La dieta paleo limita los alimentos como productos lácteos, legumbres y granos, que se volvieron comunes cuando surgió la agricultura, hace unos 10.000 años”, ampliaron.
“Los seguidores de la paleodieta creen que la alimentación de entonces también tiene un efecto positivo sobre la salud hoy en día”, aseguró la portavoz de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE), Astrid Donalies.
El concepto nutricional se basa en la suposición de que los seres humanos siguen adaptados genéticamente a la alimentación del Paleolítico y que la elección de los alimentos debe basarse en esto. Por tanto, asume que la “comida de la civilización” moderna no resulta saludable para el ser humano.
Para Donalies, esta postura entraña algo realmente cierto: “La alimentación actual es en parte responsable de enfermedades como la obesidad, la hipertensión o las patologías cardiovasculares”.
“Lo positivo es que en esta dieta se pone mucho valor en los alimentos poco procesados -remarcó la especialista-. Y también es beneficioso, que el foco se ponga en alimentos regionales o disponibles durante la estación reinante”.
Así es que, según aseguran desde la Clínica Mayo, “el objetivo de una dieta paleo consiste en regresar a un modo de alimentación más similar a la de los primeros humanos. El razonamiento de la dieta es que el cuerpo humano es genéticamente incompatible con la alimentación moderna, que surgió a partir de la aparición de la agricultura, una idea que se conoce como hipótesis de discordancia”.
La agricultura cambió lo que comían las personas y estableció los lácteos, cereales y legumbres como alimentos de primera necesidad adicionales en la dieta humana. “Según esta hipótesis, este cambio relativamente tardío y rápido en la dieta superó la capacidad de adaptación del cuerpo. Se cree que esta incompatibilidad es un factor que contribuye a que en la actualidad prevalezcan la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas”, tal como aseguran desde el centro de salud con sedes en Minnesota, Arizona y Florida.
Qué alimentos incluye la dieta paleo
La dieta paleo promueve el consumo de frutas, verduras, frutos secos y semillas, carnes magras, especialmente de animales alimentados con pastura o de animales de caza, pescado, especialmente aquellos con alto contenido de ácidos grasos Omega-3, como el salmón, la caballa y el atún albacora, aceites de frutas y frutos secos, como el aceite de oliva o el aceite de nuez.
En tanto, entre lo que se aconseja evitar se encuentran los cereales, como el trigo, la avena y la cebada, las legumbres, los productos lácteos, azúcar refinada, sal y alimentos muy procesados en general.
En varios ensayos clínicos aleatorizados, se comparó la dieta paleo con otros planes de alimentación, como la dieta mediterránea o el tipo de alimentación que siguen las personas con diabetes. Y en líneas generales, estos ensayos concluyeron “que una dieta paleo puede proporcionar algunos beneficios en comparación con las dietas de frutas, verduras, carnes magras, cereales integrales, legumbres y productos lácteos bajos en grasa”.
Entre estos beneficios, se pueden incluir:
- Mayor adelgazamiento
- Mejor tolerancia a la glucosa
- Mejor control de la presión arterial
- Menor cantidad de triglicéridos
- Mejor control del apetito
“Una dieta paleo puede ayudar a adelgazar o a mantener el peso. También puede tener otros efectos beneficiosos sobre la salud -señalaron los especialistas-. Sin embargo, no hay ningún estudio clínico a largo plazo acerca de los posibles riesgos y beneficios de este tipo de alimentación”.
Donalies apuntó además, que el consumo relativamente elevado de carne propio de la paleodieta “también puede resultar problemático para la salud y el medio ambiente”.
“En resumen, quien quiera seguir una dieta paleo moderna de forma sana y variada, debe conocer bien la modalidad de la alimentación y mejor consultar a especialistas certificados en la materia”, concluyó.
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