El auge del turismo del sueño, una tendencia en ascenso que ha ganado popularidad tras la pandemia, responde al creciente interés por buscar soluciones a la merma de la calidad del sueño que afecta a un 40% de la población, según el Journal of Clinical Sleep Medicine. Esta modalidad de descanso destaca entre las nuevas corrientes turísticas, lo que promueve el reposo efectivo como la experiencia principal de la estancia.
El periodista Roger Sands, de Forbes, ha sido pionero en definir y seleccionar destinos que priorizan el dormir bien y prolongado, lo que marca una evolución en las expectativas vacacionales de numerosas personas.
La evolución de las vacaciones tradicionales hacia esta práctica descansa en una base científica y social sólida. En respuesta a la creciente demanda, hoteles y resorts de todo el mundo están adaptando sus servicios para ofrecer un ambiente que favorece el sueño reparador. Ejemplo de ello es el Six Senses Ibiza, que implementa un programa de seguimiento del sueño para sus huéspedes, con atención especializada, para garantizar una estadía centrada en la mejora del ciclo de sueño-vigilia.
Entre las iniciativas más destacadas, el programa Sleep Better, desarrollado por el resort Preidlhof en los Alpes italianos orientales, propone una experiencia de una semana para reconfigurar el ciclo noche/día de los huéspedes bajo supervisión de especialistas en medicina del sueño. Los participantes usan un dispositivo que monitorea sus patrones de sueño, y se les ofrecen tratamientos como masajes y sesiones de acupuntura. La posibilidad de dormir bajo las estrellas en una cama ubicada en el balcón es una de las experiencias más valoradas, por su contribución al balance de la melatonina.
El turismo del sueño se está convirtiendo no solo en una respuesta a un problema creciente de salud pública relacionado con el sueño sino también en una oportunidad para que el sector turístico innovador se diferencie, ofreciendo espacios y experiencias que promueven el bienestar integral, con una atención especial a la calidad del sueño. Las implicaciones para la industria son vastas, abriendo un nuevo mercado que va más allá del lujo para posicionarse como una necesidad esencial para el bienestar personal.
La adaptación de hoteles y complejos vacacionales hacia ambientes que promueven un descanso adecuado, ya sea mediante la insonorización, menús personalizados que favorecen el sueño o incluso el voluntariado en proyectos científicos de estudio del sueño, indica un cambio significativo en las prioridades de los viajeros modernos. Este fenómeno podría señalar el comienzo de una era donde el descanso y el bienestar toman la vanguardia en la planificación de las vacaciones.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra Alchemy of Sleep de la cadena Rosewood, que ofrece retiros inmersivos con un enfoque holístico en nutrición, movimiento y autoconciencia, incluyendo tratamientos y experiencias que favorecen el sueño.
Al margen de los colchones de lujo, existen propuestas como el Digital Detox en Farm House 58 en Johannesburgo, que invita a los huéspedes a desconectarse de la tecnología y reconectar con la naturaleza a través de actividades al aire libre. En los Alpes suizos, la experiencia Dream Butler del grupo The Tschuggen Collection combina masajes nocturnos con ajustes ambientales en la habitación.
Preidlhof se destaca con servicios de relajación profunda como la acupuntura con sonidos y cuarzos, mientras que en Ibiza, Six Senses sorprende con un programa de sueño que incluye asesoramiento personalizado y seguimiento del descanso. Del mismo modo, el Hotel Can Albertí en Menorca ha decidido prescindir de los televisores en sus habitaciones y evitar tener un restaurante en el interior para mantener la paz y tranquilidad.
Estos desarrollos en la industria hotelera destacan la importancia de una buena noche de sueño para los viajeros, y también como hoteles y destinos turísticos están innovando para satisfacer las demandas de los huéspedes por experiencias de descanso de alta calidad. La diversidad de opciones disponibles testifica el crecimiento del turismo del sueño, ofreciendo desde lujosos tratamientos en hoteles de renombre hasta retiros tranquilos en la naturaleza, todos diseñados con un único propósito: garantizar un sueño reparador a sus visitantes.