Personal de los servicios de salud que combaten el coronavirus en México están expuestos a los contagios de la enfermedad, pero en fechas recientes también a los ataques o la discriminación de la gente y ahora, alertaron que podrían llegar a desarrollar síntomas de depresión, depresión u otros trastornos.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, Lorena Rodríguez, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental, reveló que personas involucradas en los hospitales, clínicas, secretarías y demás instituciones ligadas al combate del COVID-19 están propensas a sentir episodios de miedo, ansiedad o tristeza.
Algunos de los detonadores de dichas emociones pueden ser el aislamiento de su familia o amigos por miedo a contagiarlos, el incremento en la demanda laboral por la saturación de los servicios, el contacto cercano con personas en estado crítico, así como el estigma del que pueden ser víctimas, lo que ha generado rechazo y discriminación por miedo de la gente a un contagio.
Lo anterior, explicó “puede precipitar trastornos mentales en personal de salud. En China, se encontraron que por lo menos el 70 % experimentan estrés, 30% síntomas depresivos o depresión”. Las cifras resultan escalofriantes.
Entre los trastornos que podrían desarrollar están el del afecto, de ansiedad, por exposición a eventos traumáticos, así como síndromes asociados al desgaste o llevarlos a un inminente incremento en el consumo de sustancias para el autocontrol.
Rodríguez también aseguró que todas estas señales podrían aparecer ahora mismo o en un periodo de hasta dos años después de dar por terminada la epidemia. Al menos eso fue lo que se observó en otras epidemias que vivió el país.
El peligro más grande, sin embargo, es que personal de salud puede llegar a sentir agotamiento laboral, frustración y hasta desprecio por lo que hacen, cosas que causaría el inminente incremento de las deserciones, especialmente en residentes o estudiantes.
Esto no es algo que únicamente pueda experimentar el personal de salud o enfermería, también están en riesgo residentes, trabajo social, paramédicos, camilleros, psicólogos, operadores telefónicos, personal de laboratorio, gabineta y banco de sangre, personal de limpieza, administrativos, cuerpos de seguridad, autoridades de salud, epidemiólogos y salubristas, cuidadores, brigadistas y voluntarios.
“El personal de salud, a pesar de todo el sufrimiento que puede experimentar, busca ayuda muy poco. Nosotros estamos preocupados por disminuir esta brecha de atención, poner a su disposición todas estas herramientas, todos estos servicios, para cuidar de su salud mental”, dijo la doctora Rodríguez Bores.
Es por lo anterior que el gobierno decidió abrir una vía de comunicación denominada la Línea de la Vida: un servicio dedicado a la atención y promoción de la salud mental, así como a la prevención, recuperación, y rehabilitación de sustancias psicoactivas.
Su objetivo es brindar atención personalizada a toda la población por los canales teléfono, redes sociales o presencial que operará durante los 365 días del año de manera completamente gratuita. Solamente tienes que llamar al 800 911 2000 donde obtendrás atención confidencial “de manera profesional y con calidez”.
También puedes pedir ayuda a través del micrositio de coronavirus en México, donde se deberá contestar un examen donde se responden preguntas; es un requerimiento gratuito, y toma cinco minutos, informaron.
Es importante recordar que este servicio no estará únicamente abierto para el personal que pertenezca a instituciones de salud, la población también puede acceder en caso de caer en alguno de los síntomas descritos con anterioridad.
Además, Lorena Rodríguez explicó que atender esta problemática no puede ser visto como un gasto, más bien se trata de una obligación moral, pero también de una inversión. Cuidar del personal, aseguró, genera permanencia, dedicación, éxito en la atención médica, control de la epidemia, evitar el colapso del rubro y un eje importante de la recuperación social.
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