Las personas que comen hasta dos porciones de carne roja por semana pueden tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con las personas que comen menos porciones. Y el riesgo se incrementa a medida que el consumo es mayor, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.
En la misma investigación, descubrieron que reemplazar la carne roja con fuentes saludables de proteínas de origen vegetal, como nueces y legumbres, o cantidades modestas de productos lácteos, se asociaba con un riesgo reducido de diabetes tipo 2.
“La relación entre el consumo de carne roja y la diabetes tipo 2 ha sido tema de debate científico durante décadas. En 2019, la iniciativa NutriRECS tuvo como objetivo poner fin a la discusión, evaluando las asociaciones prospectivas de la ingesta de carne roja con resultados cardiometabólicos en una revisión sistemática y un metanálisis. Se concluyó que una reducción del consumo de carne roja no procesada puede dar como resultado una pequeña disminución en la incidencia de diabetes tipo 2″, explicó el doctor Dann Kremer que revisó el estudio científico publicado en The American Journal of Clinical Nutrition.
“Nuestros hallazgos respaldan firmemente las pautas dietéticas que recomiendan limitar el consumo de carne roja, y esto se aplica tanto a la carne roja procesada como a la no procesada”, dijo el primer autor Xiao Gu, investigador postdoctoral en el Departamento de Nutrición. Si bien estudios anteriores han encontrado un vínculo entre el consumo de carne roja y el riesgo de diabetes tipo 2, este estudio, que analizó una gran cantidad de casos de diabetes tipo 2 entre participantes seguidos durante un período prolongado de años, agrega un mayor nivel de certeza sobre la asociación.
Las tasas de diabetes tipo 2 están aumentando rápidamente en los EEUU y en todo el mundo. Un estudio internacional, que se publicó recientemente en la prestigiosa revista The Lancet, reveló que aproximadamente 529 millones vivían con diabetes en todo el mundo en 2021, un número proyectado que crecerá a más de 1.310 millones para 2050.
El estudio también determinó el impacto de la diabetes en América Latina y el Caribe, donde 43 millones de personas ya la padecen y se espera que la situación epidemiológica empeore dramáticamente hasta contabilizar 121 millones de enfermos para el año 2050.
Particularmente en Argentina, la diabetes alcanza al 12,8% de la población adulta, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en 2019, que registró un aumento significativo respecto del 9,8% de 2013. Esto es preocupante no sólo porque la enfermedad es una carga grave, sino que también es un importante factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales, cáncer y demencia.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, señala que 12.400.000 personas padecen diabetes, una enfermedad crónica que puede ocasionar daños irreversibles en la vista, el riñón o la piel, indicó el jefe de Medicina Interna del Hospital Nacional Homeopático (HNH) de la Secretaría de Salud, David Alejandro Vargas Gutiérrez.
“Las consecuencias de la atención tardía o de la falta de control de esta enfermedad se observan en la pérdida de la función renal, problemas de agudeza visual, amputaciones, infarto al miocardio, eventos cardiovasculares mayores, neuropatía y dolor crónico en extremidades. Estas complicaciones afectan la calidad de vida de las y los pacientes y pueden llevar a muerte prematura”, agregó el experto.
En Colombia se estima que 10 de cada 100 personas sufren esta enfermedad y esto se debe a que casi la mitad de los individuos con esta patología no saben que están enfermos
Números y conclusiones del estudio
Para este informe de Harvard, los investigadores analizaron datos de salud de 216.695 participantes del Estudio de salud de enfermeras (NHS), NHS II y el Estudio de seguimiento de profesionales de la salud (HPFS). La dieta se evaluó con cuestionarios de frecuencia de alimentos cada dos o cuatro años, hasta los 36 años. Durante este tiempo, más de 22.000 participantes desarrollaron diabetes tipo 2.
Los investigadores encontraron que el consumo de carne roja, incluida la carne roja procesada y no procesada, estaba fuertemente asociado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Los participantes que comieron más carne roja tenían un riesgo 62% mayor de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los que comieron menos. Cada porción diaria adicional de carne roja procesada se asoció con un riesgo 46% mayor de desarrollar diabetes tipo 2 y cada porción diaria adicional de carne roja no procesada se asoció con un riesgo 24% mayor.
Los investigadores también estimaron los efectos potenciales de sustituir una porción diaria de carne roja por otra fuente de proteína. Descubrieron que sustituir una porción de nueces y legumbres se asociaba con un riesgo un 30 % menor de diabetes tipo 2, y sustituir una porción de productos lácteos se asociaba con un riesgo un 22 % menor.
“Teniendo en cuenta nuestros hallazgos y el trabajo previo de otros, un límite de aproximadamente una porción de carne roja por semana sería razonable para las personas que desean optimizar su salud y bienestar”, indicó el coautor Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición. “Nuestro estudio respalda las recomendaciones dietéticas actuales para limitar el consumo de carne roja y enfatiza la importancia de diferentes fuentes alternativas de proteína para la prevención de la diabetes tipo 2″, concluyó.
Además de los beneficios para la salud, cambiar la carne roja por fuentes saludables de proteínas vegetales ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático, y proporcionaría otros beneficios ambientales, según los investigadores.