“Bienvenida a la menopausia”, proclama una tarjeta de felicitación creada por la escritora e ilustradora Emily McDowell. “Por un lado”, continúa la tarjeta con un garabato gráfico, “hay niebla cerebral, dolores de cabeza, insomnio, cambios de humor y lo que demonios le esté pasando a mis rodillas. Por otro lado, el impresionante poder de que ya no me importe lo que piensen los demás”.
McDowell, fundadora de la empresa de papelería Em & Friends, se quedó perpleja cuando empezó a tener síntomas premenopáusicos a los 39 años. “No sabía lo que estaba pasando”, dice McDowell, que ahora tiene 48 años y es asesora de empresas. Cuando por fin se dio cuenta, lo publicó en Instagram y obtuvo más de 10.000 “me gusta”. “Me dije: está claro que tenemos que hablar más de esto”.
Hoy en día, la menopausia es tendencia. La actriz Naomi Watts, de 55 años, fundó recientemente una marca de bienestar llamada Stripes que ofrece “soluciones para esta etapa, desde el cuero cabelludo hasta la vagina”, y otros grandes nombres, como la actriz Halle Berry, de 57 años, y la ex primera dama Michelle Obama, de 60, están compartiendo públicamente sus experiencias con la menopausia.
El año pasado, Drew Barrymore, de 49 años, interrumpió un programa de televisión en directo para quitarse la chaqueta a rayas y abanicarse, diciendo a todo el mundo que estaba en medio de un sofoco.
Es el momento adecuado para estas conversaciones. Los millennials, que son conocidos por hablar de, bueno, todo, desde los períodos hasta la depresión posparto, ahora están hablando de la perimenopausia, que puede comenzar a afectar a las mujeres a mediados de los 30 y los 40. (Los millennials de mayor edad ahora tienen alrededor de 40 años).
“Los millennials tratan de solucionar este problema de la menopausia para su generación, porque no quieren que las mujeres sean descartadas, que no reciban apoyo y que no dispongan de información”, afirmó la psiquiatra investigadora Judith Joseph, profesora clínica adjunta de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU. “Así que creo que eso es lo que las hace muy singulares en este activismo por la menopausia”, sostuvo.
La ciencia en torno a la menopausia también está cambiando. A principios de este mes, un seguimiento de 20 años de la Iniciativa para la Salud de la Mujer, un estudio histórico sobre salud reproductiva, descubrió que para muchas mujeres menopáusicas jóvenes -por lo general, menores de 60 años- los beneficios de los fármacos hormonales probablemente superan los riesgos para el tratamiento a corto plazo de los síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos y los sudores nocturnos.
Las directrices de la Sociedad de Menopausia afirman que, para las personas menores de 60 años, tomar hormonas durante un periodo limitado puede aliviar con seguridad los sofocos, los sudores nocturnos y la sequedad vaginal, además de proteger contra la osteoporosis. También existen cremas e insertos de estrógenos para administrar hormonas de forma más limitada.
Para la generación del milenio, esto es una gran noticia. Muchas mujeres de la generación del baby boom y de la generación X se vieron obligadas a afrontar los molestos síntomas de la menopausia sin la ayuda de tratamientos hormonales muy eficaces.
“Las mujeres no hemos recibido el tratamiento adecuado. Nos han engañado”, afirmó Donna Klassen, trabajadora social clínica y cofundadora de Hablemos de la menopausia. “Y creo que las mujeres han estado sufriendo en silencio”, señaló.
He aquí siete consejos de los expertos para afrontar la perimenopausia.
1. Los síntomas pueden empezar antes de lo que crees
Muchas mujeres e incluso sus médicos creen que las irregularidades menstruales son el primer signo de la perimenopausia. Pero los cambios en los niveles hormonales pueden causar más de 30 síntomas muy variados -desde irritabilidad y cambios de humor hasta problemas de sueño y dolor en las articulaciones- mucho antes de que la menstruación se vea afectada.
La ginecóloga Robin Noble, que ejerce en Portland (Maine), ha visto pacientes que acudían a especialistas por eccemas, palpitaciones, hombro congelado, infecciones urinarias frecuentes y otros problemas sin encontrar alivio, pero cuyos problemas mejoraron o se resolvieron cuando recibieron terapias específicas para la menopausia.
2. Las mujeres negras pueden llegar antes a la perimenopausia
Para las mujeres de color, la transición puede comenzar antes y los síntomas pueden ser más intensos y durar más tiempo, según demuestra la investigación. Pero gran parte de la conversación pública que se está formando en torno a la menopausia no incorpora estas experiencias, dijo Anita Powell, cofundadora de Black Women in Menopause (Mujeres Afroamericanas en la Menopausia).
Para llenar este vacío, dirige el podcast Black Menopause & Beyond. “Estoy luchando con la menopausia. No puedo agitar una varita mágica y curar la de los demás”, afirmó. “Pero creo que la educación es muy útil”, agregó.
3. Buscar un especialista en menopausia
Además de los tratamientos hormonales, los médicos pueden recetar fármacos no hormonales para los sofocos o los problemas de sueño, u ofrecer terapias complementarias, como el tratamiento del suelo pélvico para los síntomas genitourinarios o técnicas de reducción del estrés.
Pero es importante encontrar un proveedor formado. Los médicos suelen recibir poca o ninguna formación en la facultad de medicina. Klassen, de 57 años, dijo que tenía un “gazillion” de síntomas menopáusicos, pero la respuesta de su ginecólogo fue: “Oh, no te preocupes, todo el mundo tiene esto. Te pondrás bien”.
La Menopause Society mantiene una lista de profesionales médicos certificados en menopausia.
4. Evitar la desinformación y los productos exagerados
Según Claire Gill, fundadora de la Fundación Nacional de la Menopausia, la conectividad que tienen los millennials por haber crecido en las redes sociales puede ayudarles a estar más preparados para esta etapa. Pero recurrir a la internet también puede ser problemático, porque la red está repleta de información errónea y de “menoprofesionales”, explicó Noble.
Jen Gunter, ginecóloga y autora de “El manifiesto de la menopausia”, advierte contra los suplementos caros, como Madame Ovary, de Goop, que cuesta 90 dólares al mes. “La menopausia se está convirtiendo en un gran negocio, y todo el mundo está entrando en él”, señaló. “No hay ningún producto de venta libre sin receta que tenga datos de buena calidad que lo respalden”, añadió.
Consulta recursos de confianza como la National Menopause Foundation y Let’s Talk Menopause, que ofrecen listas de comprobación de síntomas y consejos basados en la evidencia.
5. Incluso las mujeres sin síntomas necesitan un plan para la menopausia
Si tiene la suerte de atravesar la menopausia con pocos síntomas, eso no significa que deba ignorarla. En la etapa, su cuerpo deja de producir estrógenos, y eso tiene efectos en cadena. Las mujeres se vuelven más vulnerables a la pérdida de masa ósea, las enfermedades cardiacas y los problemas metabólicos. Hable de estos temas con su equipo médico. “Lo considero un momento crítico para preparar el terreno para una mejor atención sanitaria en la mediana edad”, afirma Noble.
6. Ejercicio y dieta sana
Las mejores cosas no médicas que puede hacer para prepararse para la perimenopausia son comer una dieta saludable para el corazón y el ejercicio, dijo Gunter. “Es tan aburrido, ¿verdad?”.
7. Hablar con amigas
Los defensores animan a las mujeres a compartir información y estrategias de afrontamiento - como la decisión de Barrymore de anunciar un sofoco en lugar de tratar de ocultarlo.
“Creo que es inusual que haya tanta conversación en torno a la salud de la mediana edad de las mujeres en este momento, así que eso me hace ser muy optimista”, dijo Gill. “Pero eso no significa que hayamos resuelto el problema. Nos queda mucho trabajo por hacer”, concluyó.
© The Washington Post
© Emily Laber-Warren