Phoenix Nightingale, una madre británica de 32 años, enfrenta una lucha diaria contra la porfiria, una enfermedad rara que le provoca vómitos hasta 60 veces en dos días y la deja al borde de la parálisis. Esta condición, conocida como la “enfermedad del vampiro”, se debe a la acumulación de porfirinas en su cuerpo, sustancias necesarias para la producción de hemo, parte esencial de la hemoglobina, según explica Mayo Clinic.
La vida de Phoenix se ve amenazada constantemente, ya que el consumo de alimentos del género allium, como el ajo y la cebolla, puede desencadenar ataques letales. Durante estos episodios, su cuerpo colapsa, llevándola a un estado de shock.
En una ocasión, uno de estos ataques duró 40 horas, durante las cuales no pudo dejar de vomitar. Asimismo, perdió el conocimiento y experimentó un dolor extremo, según relató al medio inglés The Sun.
Phoenix describe cómo su cuerpo reacciona a pequeñas cantidades de ciertos alimentos, provocando síntomas que pueden durar semanas antes de una crisis. “Diferentes comidas y cosas que deseo pueden provocarme un ataque”, comentó, subrayando la dificultad de manejar su dieta diaria para evitar estos episodios.
La porfiria es un grupo de trastornos poco comunes que afectan la producción de hemo, y aunque es conocida como la “enfermedad del vampiro” por su relación con la sensibilidad al ajo, sus síntomas pueden ser devastadores y requieren un manejo cuidadoso de la dieta y el estilo de vida.
Síntomas de la porfiria
Se trata de un grupo de trastornos genéticos poco comunes que afectan la producción de hemo, un componente clave de la hemoglobina. Dependiendo del tipo de porfiria, los síntomas pueden variar considerablemente, pero se dividen principalmente en dos categorías: aguda y cutánea.
1. Porfiria aguda
- Dolor abdominal severo
- Náuseas y vómitos
- Estreñimiento o diarrea
- Confusión mental, alucinaciones o cambios en el comportamiento
- Convulsiones
- Debilidad muscular y parálisis
- Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia)
- Problemas respiratorios
- Orina de color oscuro o rojizo
2. Porfiria cutánea
- Fotosensibilidad
- Picazón intensa
- Ampollas que tardan en curarse, especialmente en las áreas expuestas al sol
- Hiperpigmentación
- Fragilidad de la piel