De acuerdo al Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina y el Caribe la situación alimenticia en toda la región es preocupante.
La cantidad total de personas que pasan hambre aumentó y, al mismo tiempo, el sobrepeso y la obesidad crecen y se posicionan como un grave problema de salud pública. En este marco, se desarrolló en Buenos Aires el XXI Congreso Mundial de Nutrición 2017 de la Unión Internacional de Ciencias Nutricionales (IUNS, según sus siglas en inglés), organizado en esta oportunidad por la Sociedad Argentina de Nutrición.
El congreso, que se realiza cada cuatro años y es de importancia global, tuvo como lema "Desde la ciencia hasta la seguridad nutricional" y, como pilares de investigación, los avances en nutrición para el futuro, el manejo de enfermedades, las prácticas de educación alimentaria y nutricional y la seguridad alimentaria en el mundo, entre otros temas.
Olga Ramos, pediatra, endocrinóloga y directora de la carrera de Médico Especialista en Nutrición Pediátrica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, dialogó con Infobae en este marco para repasar la situación actual global en cuanto a la obesidad, una enfermedad no transmisible que trae consigo numerosas consecuencias para la salud. Entre ellas, la diabetes.
La experta recordó en primer lugar que la diabetes es un síndrome de aumento de glucosa en la sangre que normalmente se divide en diabetes tipo 1 -personas insulinodependientes- y diabetes tipo 2, en personas que no necesitan la insulina para vivir. En general, los diabéticos pueden ser sometidos -en un principio- a un plan de alimentación en base a una dieta para bajar de peso y actividad física. "Pero ahora, las dos -diabetes 1 y diabetes 2- están aumentando en el mundo y cada vez más en edades menores", señaló Ramos.
"La diabetes 1 no la podemos prevenir, no sabemos. Sabemos que tiene un marcador genético que después se desencadena y no sabemos cuál es la razón. Si es viral, bacteriana, emocional, tóxica, no sabemos. No la podemos evitar", aclaró la especialista en nutrición y diabetes. "Pero la diabetes 2, sí. Podríamos evitarla. Pero ¿qué sucede? Esos niños que, en general, tienen todos antecedentes importantes de diabetes tipo 2, están cada día más gorditos".
La doctora explica que la humanidad ha aumentado de peso en los últimos años y los niños no escapan a esa tendencia. "A esos chicos se le puede prevenir la diabetes evitando que engorden, evitando que estén quietos", dijo la doctora Ramos, presidenta del comité científico local del IUNS.
"En el mundo, lo que nos preocupa es que la diabetes tipo 1 se ve en niños cada vez más pequeños. Y eso nos alarma mucho porque es más difícil el tratamiento. Y la diabetes tipo 2 también porque la obesidad va en aumento y eso es muy difícil", puntualizó. "Nosotros decimos siempre que la obesidad es fácil de diagnosticar pero difícil de tratar y de mal pronóstico. Ese es nuestro lema".
Finalmente la doctora resaltó, al igual que muchos otros especialistas en el congreso, que es increíblemente paradójico el panorama actual donde aumentan la obesidad y el hambre por igual. "Todo es malnutrición", aclaró. "Entonces tenés el desnutrido y al lado de eso, el obeso. Y, muchas veces, el obeso es por mal comer. Es decir, comer alimentos que tienen mucho valor calórico y que tienen poco valor nutritivo, realmente".
Finalmente, destacó que uno de los puntos centrales es la educación nutricional: "Nosotros como pediatras pensamos que el pediatra es el médico que tiene que educar al niño, a la familia, a los maestros y a la sociedad. Es una responsabilidad grande pero muy interesante".
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