Cuando los estudios médicos confirman que una enfermedad cardíaca amenaza la salud, los hábitos cotidianos deben cambiar rotundamente. El ejercicio y la alimentación, por ejemplo, son determinantes a la hora de evitar padecer la primera causa de muerte en el mundo. Evitando estos nueve alimentos, es sencillo mejorar la salud cardíaca.
Comida rápida
No existe todavía un consenso científico sobre si las grasas saturadas están realmente ligadas a enfermedades del corazón. Según la doctora Regina Druz, profesora asociada de cardiología de la Universidad de Hofstra, en Nueva York, Estados Unidos, y directora de cardiología del Hospital Episcopal de San Juan en Nueva York cuando se consume con moderación, la carne vacuna alimentada con hierba de alta calidad puede incluso tener algunos beneficios para la salud cardíaca.
Pero en general, dijo Druz, "las grasas saturadas de los animales, especialmente cuando se combinan con carbohidratos, parecen tener un efecto perjudicial sobre la salud del corazón". Evitar los restaurantes de comida rápida, que tienden a utilizar ingredientes de menor calidad y métodos de cocina poco saludables, siempre es una manera inteligente de reducir el riesgo.
Carnes procesadas y curadas
Los cortes fríos y las carnes curadas (como la panceta y la salchicha) pueden ser altos en grasa saturada. Pero incluso las opciones de bajo contenido en grasa tienden a ser muy altas en sodio. Sólo seis finas rodajas de fiambre pueden contener la mitad del nivel diario recomendado de sodio, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón.
"La mayoría de la gente debe estar en una dieta de sal restringida debido a la relación del sodio con la presión arterial alta", indicó la doctora Laxmi Mehta, directora del Programa de Salud Cardiovascular de la Mujer en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. Según ella, no todo el mundo necesita medicación para dar grandes pasos en este sentido. "A veces mis pacientes con presión arterial elevada son capaces de hacer mejoras significativas simplemente ajustando su dieta".
Alimentos fritos
Varios estudios han relacionado el consumo de alimentos fritos, como papas fritas, pollo frito y snacks fritos, con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Los métodos de fritura convencionales crean grasas trans, un tipo de grasa que eleva el colesterol "malo" (LDL) y reduce el "bueno" (HDL).
"Si usted está haciendo una preparación vegetariana salteada en casa y la está preparando con aceite de oliva y aceite de coco, no hay nada malo en eso", dijo Druz. "Pero lo que la mayoría de la gente entiende como típica comida frita, los tipos que no se preparan en casa, sin duda deben evitarse".
Dulces
Durante muchos años, la grasa fue calificada como la causa más importante de enfermedades cardíacas. Pero un informe publicado el año pasado en JAMA Internal Medicine reveló que los estudios financiados por la industria azucarera eran en gran parte responsables de empujar esa creencia. Ahora, los expertos dicen que las dietas altas en azúcar añadido pueden ser una gran amenaza al contribuir a la obesidad, la inflamación, el colesterol alto y la diabetes, todos los cuales son factores de riesgo para las enfermedades del corazón.
"El debate en cardiología ha cambiado su eje de grasa saturada y colesterol al azúcar", señaló Druz. "Si hay un ingrediente que yo diría que cualquier persona con una enfermedad cardíaca o riesgo de enfermedad cardíaca debe evitar, sería el azúcar en cualquier forma".
Bebidas sin alcohol y azucaradas
En Estados Unidos, país con un gran problema en aumento de sobrepeso, obesidad y obesidad infantil, la mayor fuente de azúcar añadida en sus dietas no proviene en absoluto de los alimentos, sino de las bebidas. Informes recientes del gobierno encontraron que más del 60% de los niños, el 54% de los hombres adultos, y el 45% de las mujeres adultas bebían al menos una bebida de estas bebidas al día entre 2011 y 2014.
Cereales azucarados
Incluso los alimentos que parecen formar parte de una dieta equilibrada, como los cereales típicos del desayuno, pueden estar repletos de azúcar. "Comer carbohidratos refinados y azúcares en la mañana va a producir inflamación y altos niveles de azúcar en sangre, por lo que luego van a necesitar más azúcar durante todo el día", dijo Druz. En su lugar, la experta recomienda comer fruta junto con un huevo o palta en tostadas de trigo integral.
Galletas y repostería
La mayoría de los productos horneados -sobre todo aquellos que se producen industrialmente- están llenos de azúcar y probablemente estén hechos con grasas saturadas (como mantequilla o aceite de palma) o grasas trans (como aceite vegetal parcialmente hidrogenado). Todos esos componentes son esconden riesgo para la salud cardíaca de una persona y pueden alterar sus niveles de azúcar en sangre notablemente.
Margarina
Aunque todavía no hay definiciones concretas en el debate sobre los riesgos cardiovasculares asociados con las grasas saturadas -en la manteca por ejemplo- lo que sí es más cierto es que las dietas altas en grasas trans parecen aumentar el riesgo de sufrir complicaciones cardíacas.
Las grasas trans son comunes en la margarina que se ven sólidas a temperatura ambiente, que a menudo se comercializan como una alternativa más saludable a la mantequilla. Para estar seguro, es mejor optar por una margarina suave, untable, que no contenga aceites parcialmente hidrogenados.
Pizza con carne roja
Después de los embutidos y las carnes en conserva, la pizza ocupa el segundo lugar en la lista de los seis ítems "más salados" de la Asociación Americana del Corazón. El contenido de sodio de la pizza, así como su grasa saturada, aumenta a medida que se agrega queso extra o ingredientes a base de carne.
Gaseosas dietéticas
Puede ser libres de grasa y tener cero calorías, pero las gaseosas dietéticas tienen un lado oscuro. "La gente tiene la impresión de que es un alimento sano y en realidad no lo es", dijo Druz. La investigación continúa evidenciando la vinculación de los refrescos de cola por ejemplo con el desarrollo de factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como la obesidad y la diabetes.
Algunos estudios muestran que las personas que beben gaseosas dietéticas tienden a sobrecompensar y consumir más calorías que de otro modo no, mientras que otras investigaciones sugieren que los productos químicos en la soda dietaria pueden alterar las bacterias gastrointestinales y hacer que las personas sean más propensas a ganar peso. "Si bien puede no tener azúcar, no es una opción saludable para el corazón", dijo Druz.
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