¿Cómo sería alimentarse como un hombre de las cavernas? La premisa básica detrás de la dieta paleo parte desde allí, en donde la alimentación no era constante y el lujo de respetar las cuatro comidas diarias, no existía. Se comía cuando había. Miles de años más tarde, el régimen nutricional que sufrieron nuestros antepasados volvió para convertirse en una de las tantas dietas del siglo XXI, aún cuando se desconocen todos los alimentos que integraban el plan.
Un grupo de arqueólogos en un sitio al norte del Valle de Jordán, en Israel, descubrieron nuevas y sorprendentes pistas sobre la dieta paleo real. Al parecer, los antiguos seres humanos se deleitaron con una amplia variedad de plantas, carnes y pescados.
Los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Bar Ilan identificaron 55 especies de plantas comestibles que los humanos habrían comido hace 780.000 años, incluyendo verduras, frutas, frutos secos y semillas.
"Nuestro conocimiento de la dieta de los homínidos temprano deriva principalmente de restos de esqueletos de animales que se encuentran en los sitios arqueológicos, lo que lleva a un sesgo hacia una dieta a base de proteínas", escribieron los autores en el estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias. Llegaron a la conclusión de que sus hallazgos "cambian las nociones anteriores de la dieta paleo".
Lo que es más, nuestros antepasados no eran en los más caprichosos medios. Tenían una dieta variada, señalan los autores, y comieron en la temporada baja, que puede haber permitido que agacharse en un lugar y encontrar comida durante todo el año.
La dieta paleolítica fue definida en el año 1985 por el médico norteamericano Loren Eaton. Según este especialista, "la genética determina las necesidades nutricionales y los genes del ser humano son idénticos a los de los antepasados salvo en un 0,02%. Por esta razón conviene volcarse a la dieta ancestral".
Los investigadores también encontraron evidencia de que estos primeros humanos cocinaron sus alimentos para que sean seguros y más ricos al comerlos: "El uso del fuego fue muy importante, ya que muchas de las plantas eran tóxicas o no comestibles. Al poder asar nueces y raíces, por ejemplo, les permitía consumir una amplia gama de plantas", dijo el autor de Naama Goren-Inbar, profesor en el Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en un comunicado de prensa.
"Probablemente haya habido ni un solo equilibrio entre la carne y de la planta", explicó Peter Ungar presidente del área de antropología en la Universidad de Arkansas, Estados Unidos. El médico agregó: "La evolución humana es un trabajo en progreso, y las dietas es probable que varíen según el tiempo y espacio".
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