Se sabe que la carrera hacia el verano tiene que comenzar mucho antes de la primavera. En realidad, que no debería tratarse de una competencia contra el almanaque sino -más bien- un concienzudo cambio de hábitos sostenible en el tiempo.
Así, si en lugar de embarcarse en una odisea de limitaciones, esfuerzos y restricciones, se optara por una estilo de vida que incluya alimentación equilibrada, ejercicio físico y tratamientos no invasivos para esas zonas difíciles que a todos cuesta modelar, estar conforme con la imagen que devuelve el espejo no sería una utopía sino un fin alcanzable.
"Lograr un peso adecuado, que nos permita sentirnos con energía para encarar las obligaciones diarias no implica pasar hambre. Por el contrario, una dieta balanceada, que contenga los nutrientes adecuados, más la combinación de actividad física, es la fórmula que no falla". La síntesis corresponde a la licenciada en Nutrición Ana Chezzi, quien en diálogo con Infobae reconoció que "ahora, el parámetro es tener poca grasa corporal, que no siempre se relaciona con estar flacas. Por eso, lo fundamental es, simplemente, comer bien y realizar algún deporte".
Lograr un peso adecuado, que nos permita sentirnos con energía para encarar las obligaciones diarias no implica pasar hambre
Y brindó algunas recomendaciones para lograr el gran objetivo de cara al verano: verse y sentirse pleno con el propio cuerpo.
"Lo primero es tratar de descartar todo lo que no es comida natural, lo que pasó por una industria es mejor no consumirlo. Lo ideal es ir más a la verdulería y a la carnicería; los kilos de más se eliminan ingiriendo menos calorías de las que usamos -aconsejó la especialista-. Pero, para que el resultado sea saludable y duradero, deben provenir de una dieta adecuada y balanceada, según las necesidades de cada persona. Hay que consumir carnes, frutas, verduras, huevos y cereales y legumbres en lo posible integrales".
Para Chezzi, "en una dieta equilibrada, no deben faltar las proteínas (presentes en lácteos, carnes y huevos), que construyen y reparan tejidos, los hidratos de carbono, encargados de proveer energía (presentes en vegetales, cereales y el azúcar), y las grasas, energizantes y que forman parte de algunas hormonas y enzimas (en aceite, manteca, crema y frutos secos)".
Y tras recomendar "reducir las cantidades, comer más ensaladas y limitar la cantidad de hidratos de carbono y buscar que no sean más de dos porciones diarias", la especialista destacó: "Comiendo más proteínas y menos sal e hidratos de carbono, la retención de líquidos y los edemas disminuyen considerablemente".
"Los lácteos, idealmente descremados, deben consumirse dos unidades por día (un vaso de leche y un yogurt para cubrir la necesidad de calcio). Todo lo que comemos suma calorías, por eso, lo mejor es consumir alimentos magros y de baja densidad calórica (es decir, pocas calorías con alto volumen y poder de saciedad), como por ejemplo, vegetales verdes, claras de huevo, lácteos descremados y carnes magras", resumió Chezzi.
Comiendo más proteínas y menos sal e hidratos de carbono, la retención de líquidos y los edemas disminuyen considerablemente
La especialista aseguró que "muchas veces se confunde hambre con sed y se come cuando debería haberse tomado agua", al tiempo que destacó que "el líquido ocupa lugar en el estómago, dando sensación de saciedad, además de que ayuda a liberar toxinas". "Lo mejor es consumir un mínimo de dos litros de líquidos diarios y evitar el consumo de gaseosas", subrayó.
Para quienes estén pensando en comenzar con alguna actividad física, Chezzi aconsejó que "las que más fácilmente ayudan a perder peso son caminar, correr, andar en bicicleta o hacer indoor, nadar o remar". "Si nos anotamos en un gimnasio, siempre hay que buscar ayuda y armar una rutina adecuada a nuestras necesidades y tratar de mantenerla al menos tres veces por semana".
Nuevas disciplinas, para entrenar sin aburrirse
De la mano del surgimiento de novedosos sistemas de entrenamiento, hoy es posible incursionar en la actividad física de manera que ir al gimnasio no sea una tediosa rutina con la que cumplir.
"Hitbox es la combinación perfecta de boxeo y entrenamiento funcional usando la técnica de high intensity interval training (hiit) donde por intervalos cortos de tiempo, se trabaja a alta intensidad a fin de acelerar tanto el ritmo cardíaco como el metabolismo, quemando muchas calorías (no sólo durante el entrenamiento si no que también después) y construir o tonificar músculo al mismo tiempo. Esto lo hace el entrenamiento más eficiente". Así resumió Alberto Castro Flores, head coach de Hit Box Argentina los alcances de la novedosa disciplina.
Y tras asegurar "sin importar si la persona nunca hizo boxeo, o no está acostumbrada a entrenar, la rutina es ideal tanto para empezar así como también para seguir entrenando si ya se tiene la costumbre", Castro Flores destacó: "El trabajar en intervalos de tiempo nos permite tener a personas de diferentes capacidades, el rango de edades al cual estamos dirigidos es de 15 a 55 años".
El trabajar con técnicas funcionales permite no solamente ser más fuerte, sino que también más elástico, ágil y resistente
Funcional propone movimientos naturales del cuerpo llevados al extremo para aumentar el reto, en tanto boxeo trabaja con la técnica tradicional de ese deporte, utilizando las bolsas de agua más avanzadas en el mercado, las cuales por su estructura y materiales, absorbe por completo el golpe y reduce el impacto en articulaciones como hombros, codos, muñecas y dedos, fácilmente lesionables en este tipo de rutinas.
"En hitbox se queman grasas y tonifica. El trabajar con técnicas funcionales permite no solamente ser más fuerte, sino que también más elástico, ágil y resistente. El trabajo de box, en tanto, aumenta la resistencia cardiovascular, coordinación y resistencia a la fuerza", detalló.
La medicina estética, para ese "empujoncito" final
Hay un tipo de grasa, celulitis y flacidez que ni la dieta ni el ejercicio solucionan. Sin embargo, la ciencia avanza cada vez más y las nuevas tecnologías y la combinación de tratamientos no hacen milagros, pero casi.
La médica cirujana plástica especialista en estética Griselda Seleme destacó que la tecnología de Coolsculpting "es ideal para tratar la adiposidad localizada que se resiste y es difícil de combatir".
"Mediante la criolipólisis se destruyen las células grasas sin dañar otros tejidos -explicó-. Es una tecnología capaz de solucionar uno de los mayores desafíos estéticos: lograr la destrucción selectiva de cúmulos de grasa localizada de forma no invasiva".
La criolipólisis consigue disminuir un 30% la grasa localizada por sesión en la zona tratada
Y tras remarcar que "los resultados que se pueden obtener son muy similares a los de una liposucción pero sin pasar por un quirófano y sin postoperatorio", aseguró: "Se consigue disminuir un 30% la grasa localizada (por sesión) en la zona tratada y con sólo una o dos sesiones los resultados se hacen visibles a partir de la tercera semana, con su punto óptimo a los tres meses".
"Hoy los nuevos cabezales permiten tratar distintas zonas difíciles como brazos, pantalón de montar, cara interna de piernas, flancos y abdomen con excelentes resultados en sólo una sesión de 35 minutos sin tiempo de recuperación", finalizó.
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