
La muña, científicamente conocida como Minthostachys mollis, es una planta aromática originaria de las zonas altoandinas de América del Sur, particularmente en Perú y Bolivia. Esta hierba crece en altitudes que van desde los 1.500 hasta los 3.400 metros sobre el nivel del mar. Con un sabor y aroma similares a la menta, fue una parte esencial de la medicina tradicional andina durante siglos.
Si bien su uso se extiende desde la gastronomía hasta el cuidado de la salud, la muña ganó notoriedad principalmente por sus propiedades curativas y digestivas, siendo ampliamente utilizada en la región andina para tratar diversos malestares.
Propiedades y usos tradicionales de la muña
Una de las principales características de la muña es su capacidad para aliviar problemas digestivos. Esta planta contiene aceites esenciales que favorecen la digestión, ayudando a aliviar problemas como la indigestión, la acidez estomacal, y la flatulencia.
Según explicó a la agencia ANDINA el biólogo Jorge Cabrera, investigador del Centro Nacional de Salud Intercultural (Censi) del Instituto Nacional de Salud de Perú (INS), la muña actúa favoreciendo la expulsión de gases y mejorando la absorción de los nutrientes en el sistema digestivo. Además, su capacidad para aliviar dolores estomacales y malestares postprandiales hace que se prepare comúnmente en infusiones, que son consumidas después de comidas copiosas o pesadas.
En las regiones andinas, la muña también se utiliza tradicionalmente para aliviar los efectos del mal de altura, conocido localmente como soroche. Este trastorno, que afecta a las personas que ascienden a grandes altitudes, se caracteriza por dolores de cabeza, náuseas y mareos.
De acuerdo con investigaciones de Cabrera y otros estudios locales, el aceite de muña se utiliza para frotar las sienes o para realizar infusiones que ayudan a mitigar estos síntomas. Esta práctica es común en lugares como Cusco o Puno, donde el soroche es frecuente debido a las elevadas altitudes de la región.

Investigación sobre la muña y la gastritis
Uno de los estudios más relevantes sobre la muña se centra en su potencial para tratar la gastritis, una afección comúnmente relacionada con la bacteria Helicobacter pylori.
Según el investigador Mario Carhuapoma Yance, el aceite esencial de la muña tiene la capacidad de eliminar esta bacteria, que es una de las principales causas de la gastritis.
En ese sentido, los análisis realizados por Carhuapoma Yance sugieren que el aceite de muña no solo puede eliminar la bacteria, sino también potenciar los efectos de medicamentos como el omeprazol, utilizado en el tratamiento de esta afección gástrica. Aunque estos estudios preliminares son prometedores, es necesario realizar más investigaciones para confirmar estos efectos de manera definitiva.
Propiedades antiinflamatorias y afrodisíacas
Además de sus usos digestivos, la muña también es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Estas cualidades la convierten en una planta útil para tratar dolores musculares y articulares.
Según la medicina popular, se aplica en forma de ungüentos o masajes en las áreas afectadas para aliviar el dolor. También se le atribuyen propiedades antisépticas, lo que sugiere que podría ser útil en el tratamiento de pequeñas infecciones de la piel.
Por otro lado, aunque las investigaciones científicas sobre sus propiedades afrodisíacas son limitadas, la muña sigue siendo considerada un estimulante sexual en la medicina tradicional andina.
Un estudio reciente realizado en colaboración con el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y el Conicet en Argentina, exploró las propiedades afrodisíacas de plantas autóctonas, incluyendo la muña. Los resultados preliminares sugieren que podría tener algún efecto en la mejora del deseo sexual, aunque se requiere mayor investigación para corroborar estas afirmaciones.

Precauciones y recomendaciones de uso
A pesar de sus beneficios potenciales, la muña debe ser utilizada con precaución. Aunque sus beneficios tradicionales son ampliamente conocidos en la región andina, no existe suficiente evidencia científica para respaldar todas las propiedades que se le atribuyen.
Como advirtió Jorge Cabrera, su consumo en exceso podría tener efectos adversos, como daños hepáticos debido a los aceites esenciales que contiene la planta.
Por esta razón, es importante moderar el consumo de infusiones de muña, recomendándose no superar las tres infusiones diarias. Además, se aconseja que las mujeres embarazadas o en período de lactancia eviten su consumo, dado que no existen estudios concluyentes sobre su seguridad en estas etapas.
Cómo preparar una infusión de muña
La forma más común de consumir la muña es a través de una infusión. Para preparar esta bebida, basta con seguir estos simples pasos:
- Ingredientes:
- 1/2 taza de hojas frescas de muña.
- 1 litro de agua caliente.
- 2 cucharaditas de miel (opcional).
- Instrucciones:
- Lava bien las hojas de muña.
- Coloca las hojas en el agua caliente y deja reposar durante 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, cuela la infusión y, si lo deseas, agrega miel para endulzar.
Esta infusión es ideal para consumir después de las comidas, ayudando a la digestión y aliviando los malestares estomacales.
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