La cirugía, una de las prácticas médicas más invasivas y cargadas de responsabilidad, sigue siendo una de las especialidades en las que los pacientes confían plenamente -informa Newsweek-, incluso en una época marcada por la creciente desconfianza hacia el sistema de salud.
El Dr. Amandeep Bhalla, cirujano de columna, describe la experiencia en el quirófano como una oportunidad para ofrecer una atención completamente centrada en el paciente. Según el prestigioso semanario, Bhalla, durante las operaciones, se concentra exclusivamente en la persona anestesiada, un enfoque que considera un “honor tremendo” y una “responsabilidad indescriptible”.
Este tipo de dedicación refleja la relación íntima y personalizada que los cirujanos establecen con sus pacientes, una dinámica que contrasta con la atención más apresurada y generalizada de otras especialidades médicas.
Cada año se realizan aproximadamente 235 millones de intervenciones quirúrgicas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada una de estas operaciones representa un momento de extrema vulnerabilidad, donde los pacientes ceden el control absoluto de sus cuerpos a alguien que era un desconocido hasta pocas semanas antes. Sin embargo, esta confianza parece permanecer intacta, incluso mientras la fe en los sistemas de salud disminuye.
Encuestas recientes muestran una caída de la confianza en la medicina en general. Por ejemplo, un estudio de Gallup realizado en 2023 reveló que solo el 56% de los encuestados en Estados Unidos calificaban como “altos” o “muy altos” los estándares éticos y la honestidad de los médicos, un descenso de 9 puntos respecto a 2019.
Sin embargo, los quirófanos siguen repletos, y los cirujanos están más ocupados que nunca, atendiendo desde cirugías reconstructivas hasta procedimientos cosméticos.
La confianza que los pacientes depositan en los cirujanos no es un acto de fe ciega, sino el resultado de interacciones profundamente humanas. Este vínculo se sostiene sobre tres pilares fundamentales: la comunicación efectiva, la dedicación del tiempo necesario y un nivel excepcional de empatía.
Estas cualidades no solo los distinguen de otros profesionales de la salud, sino que los convierten en una figura singularmente confiable en un panorama médico marcado por la desconfianza creciente.
La neurocirujana Tiffany Perry, del hospital Cedars-Sinai en Los Ángeles, ilustra cómo la comunicación es clave para construir confianza. En su consultorio, sus pacientes suelen llegar con largas listas de preguntas, muchas veces después de haber investigado en la web sobre sus afecciones.
Perry no se intimida ante este flujo de dudas; al contrario, lo considera una oportunidad para tranquilizarlos y construir credibilidad. “Ninguno de nosotros merece una confianza implícita”, asegura en Newsweek. Para ella, responder preguntas y validar las inquietudes de los pacientes es una forma de demostrar que sus temores y preocupaciones son legítimos.
La proliferación de información engañosa
La pandemia de COVID-19 marcó un punto de inflexión en la confianza hacia el sistema médico global. Según el Edelman Trust Barometer de 2022, casi la mitad de los encuestados afirmó que la pandemia había debilitado su fe en la capacidad de los sistemas de salud para gestionar crisis sanitarias.
Además, el 55 % de las personas expresó el temor de que la ciencia médica se esté utilizando para promover agendas políticas, una percepción que alimentó un creciente escepticismo social hacia los profesionales de la salud.
Uno de los principales motores de esta desconfianza fue la influencia de las redes sociales, que han alcanzado niveles sin precedentes en términos de uso y acceso. Si bien estas plataformas democratizan el acceso a información, también son caldo de cultivo para la desinformación.
Una encuesta realizada por CharityRx en 2022 reveló que casi uno de cada cinco pacientes confía más en los “influencers” de salud que en los médicos, y hasta el 20 % de quienes buscan tratamiento recurre a TikTok antes que a un profesional de la salud.
Este fenómeno refleja una “asimetría de información”, como lo describe el Dr. Amandeep Bhalla, quien señala que el fácil acceso a datos imprecisos escarbó la confusión del público. En este contexto, los pacientes enfrentan la dificultad de distinguir entre información confiable y contenido que responde a intereses de mercado o fuentes poco verificadas.
En un sistema médico que a menudo carece de tiempo suficiente para atender las necesidades individuales, la cirugía se distingue por su enfoque intensivo en el paciente. Desde consultas prolongadas hasta la personalización de los planes postoperatorios, los cirujanos como la Dra. Camille Cash y el Dr. Louis Bucky dedican recursos significativos para garantizar la recuperación y satisfacción de sus pacientes.
Este nivel de atención refuerza la percepción de compromiso, un factor crucial para construir confianza. En un sistema de salud marcado por la desconfianza y el escepticismo, los cirujanos se mantuvieron como figuras clave de confianza, gracias a la dedicación personalizada que ofrecen a sus pacientes. Su enfoque humano, centrado en el contacto directo y en la resolución de problemas específicos, contrasta con la experiencia más impersonal que muchas veces se asocia con otras áreas de la medicina.