Por qué es tan malo irse a dormir con el cabello mojado

Imagina que al final de un largo día decides tomar una ducha para relajarte antes de dormir. Sin embargo, en lugar de secarte el cabello, optas por dejarlo mojado al acostarte. Aunque esta práctica pueda parecer inofensiva, en realidad puede tener consecuencias negativas para la salud de tu cabello. Dormir con el pelo mojado puede dañar la estructura capilar, volviendo el cabello más vulnerable y propenso a problemas estéticos y de salud.

La dermatóloga Trinidad Montero, del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD), explicó a EFE que el cabello está recubierto por una capa protectora llamada cutícula, que funciona como un escudo contra las agresiones externas, como las radiaciones solares y los microorganismos. Cuando te vas a dormir con el pelo mojado, el agua puede penetrar en la cutícula, alterándola y debilitándola. Esto deja a las fibras capilares más expuestas y susceptibles a daños.

Sin la protección adecuada de la cutícula, el cabello pierde brillo, se vuelve más fino y quebradizo, detalló a la agencia internacional la integrante de la Asociación Española de Dermatología y Venerealogía (AEDV) afirma que el pelo reduce su brillo y se vuelve “más fino y quebradizo, lo que, además, conlleva inconvenientes estéticos nada deseables”. La falta de lubricación natural hace que el pelo sea más frágil y propenso a romperse, lo que además de representar un problema estético, puede afectar la salud general del cuero cabelludo.

Además del daño estructural, el hecho de dormir con el cabello mojado puede causar enredos y puntas abiertas, lo que resulta en un cabello difícil de manejar al día siguiente. El cabello enredado y con puntas abiertas es más difícil de peinar y puede provocar la ruptura de muchas fibras capilares al intentar desenredarlo.

“Cuando el cabello está mojado, se vuelve más elástico y su estructura proteica se debilita”, explicó la doctora Michele Green, dermatóloga cosmética certificada en Nueva York consultada por NBC News. Esto se traduce en que, al moverse durante el sueño, el cabello mojado puede romperse más fácilmente.

Dormir con el pelo mojado no solo afecta la salud del cabello, sino que también puede aumentar el riesgo de infecciones en el cuero cabelludo y las vías respiratorias. La humedad persistente en el cabello y el ambiente cálido de la cama crean un entorno ideal para la proliferación de microorganismos dañinos.

Según Montero, el ambiente húmedo generado al dormir con el pelo mojado propicia el crecimiento y multiplicación de microorganismos, como el hongo malassezia. Este hongo, presente de manera natural en la piel, puede aumentar la descamación, el picor y desencadenar dermatitis seborreica, una afección que provoca inflamación y enrojecimiento del cuero cabelludo.

Además, la humedad favorece la proliferación de la bacteria Staphylococcus aureus, conocida por ser la responsable de infecciones en el cuero cabelludo. Estas infecciones pueden manifestarse en forma de granos, abscesos o incluso infecciones más graves si no se tratan adecuadamente.

El riesgo de infecciones no se limita solo al cuero cabelludo. Dormir con el pelo mojado también puede aumentar la humedad ambiental en la cama, lo que facilita la aparición de infecciones en las vías respiratorias. La exposición prolongada a la humedad puede hacer que las vías respiratorias superiores se irriten, lo que aumenta la posibilidad de desarrollar resfriados, sinusitis o incluso bronquitis.

Este riesgo es especialmente relevante durante los meses más fríos, cuando el sistema inmunológico puede estar más debilitado, y en personas con predisposición a problemas respiratorios.

Para proteger la salud del cabello y prevenir infecciones, es esencial evitar irse a dormir con el pelo mojado. A continuación, se presentan algunas recomendaciones prácticas proporcionadas por la experta para cuidar el cabello y el cuero cabelludo.

La primera y más importante recomendación es asegurarse de que el cabello esté seco antes de ir a la cama. Esto no solo mejora la calidad del sueño, sino que también protege la salud del cabello. Montero sugiere el uso de una toalla de microfibra, que es más suave y efectiva para absorber el exceso de agua sin dañar la cutícula del cabello. Este tipo de toallas minimiza la fricción, reduciendo el riesgo de enredos y puntas abiertas.

Si decides usar un secador de cabello, es importante hacerlo a temperatura baja o media para evitar el daño por calor. El uso excesivo de calor puede debilitar las fibras capilares y causar sequedad, por lo que es crucial ajustar la temperatura y mantener una distancia segura entre el secador y el cabello.

Otra alternativa es dejar que el cabello se seque al aire de manera parcial antes de acostarse. Esto permite que el cabello mantenga su hidratación natural y reduce el riesgo de daños por fricción o calor excesivo. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que el cabello no esté completamente mojado al irse a dormir.