Las 6 claves para alcanzar la felicidad y la alegría, según un experto de Harvard

Si bien para muchas personas lograr este estado es una meta en la vida, según el científico social Arthur C. Brooks, se trata de hacer un “esfuerzo constante” de manera cotidiana. En el Día Mundial de la Alegría, cómo lograrlo

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Cada 1 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Alegría (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cada 1 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Alegría (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para la mayoría de las personas, alcanzar la felicidad es una meta en sí misma en sus vidas.

Así, mientras para algunos el objetivo se logra tras obtener un título universitario o conseguir el trabajo soñado, para otros la llegada de los hijos o concretar un viaje anhelado podría marcar el hito más feliz de sus vidas.

Sin embargo, el científico social y profesor de Liderazgo y Felicidad en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard Arthur C. Brooks cree que la felicidad se construye todos los días.

Y en su más reciente publicación, coescrita con Oprah Winfrey, propone dejar de concebir la felicidad como una meta final, y plantearse un constante esfuerzo por “ser más felices”.

Las 6 claves para alcanzar la felicidad

La falta de alineación entre metas personales y profesionales puede afectar negativamente tanto el bienestar personal como el éxito en el ámbito laboral (Getty)
La falta de alineación entre metas personales y profesionales puede afectar negativamente tanto el bienestar personal como el éxito en el ámbito laboral (Getty)

En 1938, los investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard idearon un proyecto pionero: contratar a un grupo de hombres para estudiar su desarrollo desde la juventud hasta la edad adulta. Cada uno o dos años, los investigadores recopilaban información sobre sus estilos de vida, hábitos, relaciones, trabajo y bienestar general.

Y si bien los expertos vieron que existe una gran variabilidad en la población, observaron que a grandes rasgos se destacan dos grupos en los extremos del espectro: por un lado, están los “felices y saludables”, quienes gozan de excelente salud física y mental, además de una alta satisfacción con la vida. Por otro lado, se encuentran los “enfermos y tristes”, que presentan niveles por debajo del promedio en salud física, salud mental y satisfacción con la vida.

Sobre la base de esos resultados, los investigadores concluyeron que existen seis factores posibles de controlar en la vida, y que, de hacerlo con éxito, las personas están más cerca de la felicidad.

“Haga un inventario de sus hábitos y comportamientos hoy, y vea dónde necesita invertir un poco más de tiempo, energía o dinero para comenzar a moverse en la dirección correcta. Todo el mundo ama un final feliz, especialmente en la historia de su propia vida. Empieza a escribir ese final hoy”, indicó Brooks. Y enumeró:

Cada persona deberá hallar formas de lidiar con lo imprevisto o lo que no depende de uno con el fin de evitar la queja excesiva, las reacciones emocionales no saludables o el comportamiento de evitación (Getty)
Cada persona deberá hallar formas de lidiar con lo imprevisto o lo que no depende de uno con el fin de evitar la queja excesiva, las reacciones emocionales no saludables o el comportamiento de evitación (Getty)
  1. No fumar y cuidar la forma de beber. El abuso del alcohol está fuertemente correlacionado con el tabaquismo en el estudio de Harvard, pero muchas otras investigaciones muestran que, incluso por sí mismo, es uno de los predictores más poderosos de terminar triste y enfermo.
  2. Mantener un peso saludable. Tener una alimentación equilibrada, en la que abundan las frutas y verduras y se caracteriza por la moderación de las porciones es una de las claves para mantenerse en peso. La meta debe ser lograr hábitos saludables sostenibles en el tiempo y evitar las dietas restrictivas difíciles de mantener a largo plazo.
  3. Priorizar el movimiento todos los días. Para los expertos, la mejor manera única y comprobada de garantizar el ejercicio físico diario es generar el hálito de salir a caminar. Pero cada persona deberá hallar la actividad que más la motive para hacerla de manera continua.
  4. Entrenar estrategias para enfrentar los problemas. En los últimos años, se conoce el concepto de inteligencia emocional, como la capacidad de gestionar lo que sucede a diario de manera tal de encontrar formas saludables de lidiar con lo imprevisto o lo que no depende de uno. Cada uno sabrá si la manera es trabajarlo con la ayuda de prácticas espirituales, terapia, o incluso meditación o mindfulness; el objetivo es evitar la queja excesiva, las reacciones emocionales no saludables o el comportamiento de evitación.
  5. Desafiar al cerebro y nunca dejar de aprender. Está comprobado que conduce a una mente más activa en la vejez, y eso significa una vida más larga y feliz. Eso no significa emprender una carrera universitaria tras otra. Según Brooks, se necesita participar en un aprendizaje intencional y de por vida, que podrá ser leer no ficción para aprender más sobre nuevos temas, aprender un idioma, o simplemente a jugar al ajedrez.
  6. Cultivar relaciones estables a largo plazo. No se trata solamente de relaciones de pareja. Un estudio de Harvard encontró una fuerte asociación entre la felicidad y las relaciones cercanas como cónyuges, familiares, amigos y círculos sociales. “La conexión personal crea estimulación mental y emocional, que son estimulantes automáticos del estado de ánimo, mientras que el aislamiento es un destructor del estado de ánimo”, aseguraron los investigadores.

A qué edad se alcanza la felicidad

Brooks propone dejar de concebir la felicidad como una meta final, y plantearse un constante esfuerzo por “ser más felices” (Imagen ilustrativa Infobae)
Brooks propone dejar de concebir la felicidad como una meta final, y plantearse un constante esfuerzo por “ser más felices” (Imagen ilustrativa Infobae)

Brooks asegura que sus alumnos se sorprenden cuando les muestra los datos sobre lo que le sucede a la mayoría de las personas respecto a la felicidad.

Es que, contra todos los pronósticos -que asegurarían que el mejor momento de plenitud en la vida es la juventud- el experto de Harvard asegura que “la felicidad tiende a disminuir a lo largo de la edad adulta joven y la mediana edad, tocando fondo alrededor de los 50 años”.

Después de eso, la felicidad vuelve a aumentar a mediados de los 60. Sin embargo, surge un fenómeno curioso: las personas mayores se dividen en dos grupos a medida que envejecen: aquellos que se vuelven mucho más felices y aquellos que se vuelven mucho más infelices.

Al llegar a la sexta década de vida, muchas personas reflexionan sobre las decisiones financieras tomadas en los años anteriores. Aquellos que planificaron y ahorraron con anticipación suelen encontrar estabilidad económica y comodidad. De manera similar ocurre con la felicidad, como ilustra Brooks en su nuevo libro, From Strength to Strength: Finding Success, Happiness, and Deep Purpose in the Second Half of Life (De fortaleza en fortaleza: encontrar el éxito, la felicidad y un propósito profundo en la segunda mitad de la vida).

Cuál es el error que hay que evitar para ser feliz

Los investigadores concluyeron que existen seis factores posibles de controlar en la vida, y que, de hacerlo con éxito, las personas están más cerca de la felicidad (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los investigadores concluyeron que existen seis factores posibles de controlar en la vida, y que, de hacerlo con éxito, las personas están más cerca de la felicidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque la felicidad es una experiencia subjetiva que varía según los valores, expectativas y experiencias individuales de cada persona, se han identificado ciertos factores y hábitos que son comunes entre quienes experimentan niveles elevados de felicidad y satisfacción con sus vidas.

En ese sentido, otro experto de la Escuela de Negocios de Harvard, Joseph Fuller, afirma que no entender las prioridades y objetivos personales y profesionales podría ser la causa de una profunda insatisfacción.

Investigaciones llevadas a cabo por la UCLA y la Universidad de Carolina del Norte respaldan las afirmaciones de Fuller. Según estos estudios, tener un propósito claro en la vida es esencial para lograr una mayor felicidad y satisfacción. Un propósito bien definido no solo facilita la toma de decisiones, sino que también alinea nuestras acciones con nuestros objetivos. Para alcanzar este nivel de claridad, es crucial ser honesto con nosotros mismos sobre lo que realmente deseamos y buscamos.

Fuller destaca que la falta de alineación entre metas personales y profesionales puede afectar negativamente tanto el bienestar personal como el éxito en el ámbito laboral. Afirma que “no es posible ser felices en lo personal si no se está bien en lo profesional”, subrayando la importancia de mantener la coherencia entre ambos aspectos de la vida. La psicología también respalda esta idea, indicando que es difícil alcanzar el éxito sin una base sólida de felicidad.

¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Alegría cada 1 de agosto?

El bienestar físico y emocional a partir de los 60 años está estrechamente relacionado con las decisiones tomadas en las décadas previas (Imagen Ilustrativa Infobae)
El bienestar físico y emocional a partir de los 60 años está estrechamente relacionado con las decisiones tomadas en las décadas previas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cada 1 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Alegría, con el propósito de reflexionar sobre la importancia de fomentar este sentimiento de bienestar y satisfacción. A pesar de las dificultades y adversidades que pueda enfrentar una persona, la alegría ofrece indudables beneficios para la salud.

El origen de esta celebración se remonta al año 2012, cuando el colombiano Alfonso Becerra, durante un congreso de gestión cultural en Chile, presentó su propuesta. Su idea fue adoptada por organizaciones de diversos países, dando origen a la efeméride que hoy se celebra en todo el mundo.

Según contó el propio Becerra en una entrevista con Caracol Radio, la idea surgió cuando comenzó a investigar qué fechas se celebran a nivel mundial. “Me sorprendió descubrir que, en general, conmemoramos eventos asociados con la guerra, la sangre, la muerte, festividades religiosas, celebraciones patrióticas y otros eventos políticos, mientras que aquellas cosas que nos brindan alegría y gozo parecen no estar presentes en los calendarios internacionales”, comentó.

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