La meditación es reconocida como una efectiva herramienta para buscar el bienestar y la paz interior. Aunque muchos piensan que meditar requiere largos períodos de tiempo, los expertos aseguran que con tan solo 10 minutos al día se puede experimentar una diferencia significativa en la salud física y mental.
Esta práctica no exige habilidades especiales ni un entorno específico, ya que puede llevarse a cabo en cualquier lugar y momento del día. Tan solo se necesita un espacio tranquilo, adoptar una postura cómoda y concentrarse en la respiración para sumarse a los adeptos a esta práctica ancestral.
Beneficios de la meditación
La meditación busca cultivar la atención plena y la capacidad de estar presentes en el momento, además de ser un medio de desapego y descondicionamiento. Pretende desarrollar la concentración, la calma interior y la claridad mental, al tiempo que reduce el estrés y mejora la salud física y emocional.
La experta mexicana en kundalini yoga, Nayely Ramírez —quien forma parte del Kundalini Research Institute— explicó en entrevista con Infobae América que ante todo es una práctica personal: “Consiste en tener una mente completamente limpia y receptiva, enfocada en un punto u objetivo, aunque no es tan fácil. Se convierte en una disciplina que requiere constancia y conciencia para llevarla a cabo. Sin embargo, una vez que se logra, se obtienen numerosos frutos y beneficios a través de la meditación”.
Según un estudio el ejercicio de respiración profunda en el trabajo, tiene grandes beneficios. “El lugar de trabajo es un entorno ideal para implementar la EDB a nivel nacional por varias razones, incluida una gran proporción de horas de vigilia que se pasan, altos niveles de tiempo sedentario, prevalencia del estrés relacionado con el trabajo y descansos regulares a lo largo del día, reduciendo potencialmente el error de los trabajadores”, según explican desde la Biblioteca de Medicina de los NIH.
Además, otro estudio publicado en la revista científica JAMA Internal Medicine, la meditación ha demostrado efectos positivos en la reducción de la presión arterial, el estrés y la ansiedad, así como en la mejora del bienestar psicológico y la calidad de vida en general.
Aunque tiene sus raíces en diversas tradiciones espirituales y filosóficas, en la actualidad la meditación se ha popularizado como una práctica secular y accesible para cualquier persona que busque mejorar su calidad de vida. No se requieren habilidades especiales ni creencias religiosas, simplemente disposición y perseverancia para adoptar esta práctica como un hábito cotidiano.
“Tomarse unos minutos para concentrar su mente cada día puede reducir el estrés, el dolor, la depresión y más”, afirman también desde la Escuela de Medicina de Harvard.
Empezar a meditar no es difícil
Ramírez destaca la facilidad de la meditación, asegurando que cualquier persona puede practicarla. Según sus palabras y su experiencia de ocho años impartiendo clases, solo se requiere valor, voluntad y la determinación de limpiar la mente para concentrarse en los objetivos. Las la meditación pueden variar en duración, desde horas hasta minutos, pero lo importante es hacerlo con propósito.
La maestra de kundalini sugiere tener en cuenta las diversas formas de meditar que existen. Ella eligió esa variante, pero cada quien puede explorar cuál es la suya. Lo primero es buscar un lugar tranquilo, preferiblemente amplio si las condiciones lo permiten. Es fundamental estar cómodo, en una postura que no implique riesgos ni molestias.
Ramírez recalca la importancia de respetar los límites del cuerpo y evitar forzarlo. Algunas personas pueden no sentirse cómodas con la posición de loto, especialmente si están empezando: en su lugar, sugiere dejar las manos descansando en las rodillas, con los hombros y el cuello relajados, y mantener la espalda recta para prevenir dolores posteriores.
El siguiente paso es cerrar los ojos y concentrarse en el entrecejo. La maestra explica que esto es simbólico, ya que se coloca el dedo índice de la mano derecha en el espacio entre las cejas y se cierran los ojos para mantener la atención en esa área. Luego, se retira la mano para que descanse sobre la rodilla y se comienza a inhalar y exhalar, permitiendo que la mente fluya. Aunque los pensamientos pueden hacernos malas jugadas, dejarlos pasar sin resistirlos es parte del proceso de limpiar y tranquilizar la mente.
Ramírez precisa que al iniciar la práctica hay ocasiones en que se piensa en comida, en situaciones trágicas, en cualquier cosa. “Pero no se debe juzgar. Hay que ver qué dicen la mente y el cuerpo, porque esos razonamientos vienen de la mente pero con el paso del tiempo practicando la meditación se logra calmar la mente y liberar las tensiones acumuladas”. También ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y promueve la producción de endorfinas, neurotransmisores relacionados con la sensación de bienestar.
A pesar de su simplicidad, la meditación requiere práctica y constancia para experimentar plenamente sus beneficios. La meditación guiada, para la que hay audios y aplicaciones, es una opción para comenzar a desarrollarlas. La clave está en dedicar un tiempo diario para conectarse con uno mismo y cultivar la calma interior.
Algunos consejos para meditar:
- Sea paciente con usted mismo. Se necesita tiempo para aprender a meditar de manera efectiva.
- No se desanime si su mente divaga. Simplemente concéntrese de nuevo en su respiración.
- Encuentre una técnica que funcione para usted. Hay muchos tipos diferentes de meditación, así que experimente hasta que encuentre una que disfrute.
- Haga de la meditación una parte de su rutina diaria. Cuanto más medite, mejor se volverá en ello.