5 claves para mantener la hidratación en las carreras de trail

Competir en la naturaleza es muy distinto que correr en circuitos urbanos, aquí varios consejos para evitar la deshidratación

Santiago García advierte de la importancia de la hidratación en las carreras de trail

En las carreras de trail se disfruta del paisaje y los escenarios que suelen ser bellos. A diferencia de la calle, en estas carreras se transita por senderos o lugares donde no suele pasar gente y donde no es posible poner un puesto de hidratación. Por eso es muy importante prestar atención a cuándo y cómo vamos a beber durante la competencia.

En una carrera de calle, si nos avisan que hay un puesto cada dos o cinco kilómetros, sabemos exactamente cuánto tiempo tardaremos en llegar a él. En la naturaleza esto es mucho más difícil de calcular, porque el terreno varía kilómetro a kilómetro.

1 - Hidratarse bien en los días previos

Como siempre, y para cualquier competencia, es importante estar hidratados el día anterior. Ya hay que beber agua previo a la competencia e incluso algunos tragos de bebida isotónica. Lo mismo para las horas previas a la carrera. Arrancar sin haber bebido puede producir una falta de líquidos al comienzo de la carrera que luego será muy difícil de remontar. Mejor que sobre un poco a que falte mucho. Tampoco hay que excederse en el consumo de líquidos. Por eso beber de a sorbos es lo ideal. Nos iremos dando cuenta si tenemos sed o no.

En las competencias en la naturaleza es más difícil estimar el tiempo entre cada puesto de hidratación (dpa)

2 - Mochila hidratadora

En la carrera hay que llevar la hidratación encima, salvo que sepamos donde están los puestos y la carrera sea rápida y corta, es decir no más de 21 km. Igual, para la mayoría de los corredores, llevar agua encima es lo mejor. Hay varias opciones. Está la mochila hidratadora, o Camelback, donde uno carga toda el agua y mediante un tubo que se asoma por encima de uno de nuestros hombros vamos bebiendo a lo largo de la competencia. Esto es muy práctico pero suele ser un poco más pesado. Cuando la mochila se agota hay que sacársela para llenarla y eso lleva un par de minutos. En las carreras largas la gente que está en los puestos de hidratación suele ayudarnos a realizar esta tarea.

3 - Botellas o pomos en la mochila

Otra forma de hidratación es llevar una o dos botellas de plástico en la parte delantera de la mochila. Estas son duras y algo molestas, pero muy fáciles de volver a llenar, incluso con agua de río si queremos tirarnos líquido en la cabeza o, si es factible, beberla. La alternativa son pomos flexibles, que van reduciendo su tamaño mientras corremos y que también puede usarse sin sacar de la mochila, porque se pueden apretar para sacar su líquido. Son un poco más difíciles de llenar y si se sacan de la mochila no entran nuevamente con la misma facilidad.

El corredor debe llevar encima fuentes de hidratación, a través de mochilas, cinturones o pomos de líquido (Comodoro Ultra Trail)

4 - Cinturón runner

Otra alternativa es el cinturón con dos o tres botellas pequeñas. Esto puede ser incómodo, pero son fáciles de usar. Se puede usar uno con agua y otro con bebida isotónica. En la mochila se pueden mezclar ambas cosas. El siguiente tema son los puestos de hidratación.

5 - Puestos de hidratación

Las carreras de trail suelen indicar claramente dónde van los puestos de hidratación. A veces hay un pequeño margen de error. Si al llegar a un puesto nos falta hidratación, hay que usar esa estación para beber bien. No importa ahí perder un minuto. Es mejor tomar un buen vaso o dos de agua y uno de bebida isotónica que apurarse y seguir mal hidratado. No hay dos carreras iguales y en un día de calor lo mejor es tomar bien, mojarse mucho la cabeza y respirar para un último trago antes de seguir.

Tampoco hay que excederse en el consumo de líquidos. Por eso beber de a sorbos es lo ideal (Comodoro Ultra Trail)

Cinco kilómetros en una carrera de trail pueden ser 20 minutos o 90, por eso no se debe descuidar la altimetría al calcular el agua. Es siempre mejor tomar todo lo posible en los puestos y que nos quede líquido en la mochila o las botellas.

Cuando la carrera es de más de cuatro horas, es casi seguro que debamos recargar lo que llevamos con nosotros. Una vez más: es mejor perder un minuto para hidratar que arruinar lo que queda de carrera, ir cada vez más lento y, finalmente, poner en riesgo la salud o la continuidad en la competencia.

Al terminar hay que hidratar nuevamente, aunque el estómago esté revuelto y seguir hidratando durante el resto de la jornada. Estos son consejos muy sencillos que hacen toda la diferencia.

*Santiago García es maratonista, autor de los libros “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.

Seguir leyendo: