Todo corredor tiene el deseo de correr más rápido. No ser el más rápido del mundo, sino de poder correr más rápido de lo que lo está haciendo ahora. Todo cuerpo tiene límites, pero esos límites suelen estar más allá de lo inicialmente creemos o aceptamos.
Si podemos aprovechar al máximo nuestra genética, nuestra edad y lo que tenemos a nuestra disposición, no hay duda de que podemos sacar el máximo provecho para correr lo mejor posible. Correr más rápido es posible.
1 - Respetar el plan de entrenamiento
Los planes de entrenamiento no son arbitrarios. Los entrenadores han desarrollado a lo largo de los años diferentes planes ajustados a los diferentes corredores. Si tenemos un entrenador debemos aceptar lo que propone y ser honestos al decir que es lo que podemos dar para cada momento.
Un plan significa una progresión, un equilibrio, una estructura sobre la cual podemos ir mejorando diferentes aspectos y de esa manera aprovechar nuestro cuerpo al máximo. Entrenarse de menos no permite el progreso, entrenarse de más, tampoco. Entrenarse según un plan, permite correr más rápido.
2 - Agrega cuestas a tus entrenamientos
Correr cuesta arriba no es algo que los corredores disfruten demasiado, al menos no en teoría. Pero cuando uno sabe que es para mejorar, entonces la motivación cambia. Correr cuesta arriba también implica correr cuesta abajo, así que se trata generalmente de un entrenamiento desafiante, intenso, pero que da excelentes resultados a la hora de mejorar la velocidad.
Los músculos se fortalecen con el trabajo de cuestas, lo que permite un rendimiento superior cuando se trata de volver al plano. El umbral de resistencia aumenta y las cuestas terminan siendo las mejores aliadas para una gran carrera a mayor velocidad.
3 - Realiza trabajos de velocidad de forma ordenada
Los trabajos de series o pasadas, es decir los entrenamientos por intervalos, son una pieza fundamental. Los hay cortos, medios y largos, pero siempre a partir del concepto de que son distancias a un ritmo fuerte.
Cuánto más corta es una serie, más rápido se va. No se puede ir a cualquier ritmo, se debe tener un equilibrio entre velocidad y distancia. Una serie con intervalos de 100 a 800 metros pueden ser más rápido que los ritmos de una carrera de 10.000 metros, pero si estas series son de 2.000 metros o más, entonces la velocidad es menor.
Un entrenamiento no esa una carrera y aunque siempre es bueno desafiarse, es importante que un sesión no nos provoquen el agotamiento y el desgaste de una competencia. Alternar entrenamientos fuertes con suaves es otra clave para seguir mejorando.
4 - Dormir es parte del entrenamiento y debe ser parte del plan
Si no podemos descansar, no podemos mejorar. Los corredores se toman en serio cada salida, pero muchas veces descuidan el descanso. Este es uno de los grandes errores que muchos runners cometen.
Cuando uno tiene frente a sí un plan, debe programar las horas de sueño. La hora de despertarse pero también la hora de irse a dormir. Si alguien dice que no está disponible porque debe correr, pues lo mismo pasa con dormir.
Los expertos coinciden en que siete horas son el mínimo necesario. Para quienes entrenan en doble turno, una siesta o un descanso acostado también es de enorme ayuda. Tomarse en serio el descanso produce enormes mejoras.
5 - No hay atleta que rinda sin una buena alimentación
Imaginen el mejor auto del mundo. El más evolucionado, veloz, efectivo. Ahora imaginen ese auto sin combustible. Exacto, no se mueve. Pueden imaginarlo también alimentado con la energía equivocada. No importa cómo funcione, cada máquina necesita la energía adecuada para ponerse en movimiento y desplegar todo su potencial.
Un corredor sin la alimentación adecuada no va a rendir al máximo, jamás. Algunos dicen que comen mal pero corren bien, pues esos mismos runners correrían más rápido con la alimentación adecuada. La comida debe ser planificada con un nutricionista que estudie el cuerpo del atleta, sus horarios de entrenamiento, la clase de carrera que quiere realizar.
Un corredor de pista no es igual que un maratonista y éste no precisa lo mismo que un ultramaratonista. Pero al coordinar la dieta adecuada la mejor se siente de manera contundente. Cuánto más detalles se cuiden, cuanto más a conciencia se entrene, cuanto mayor sea el compromiso, de forma más rápida y duradera se conseguirá mejorar la velocidad y una fortaleza física y mental que permitirá disfrutar aún más de nuestros entrenamientos y competencias.
*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
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