En momentos de vulnerabilidad como los que estamos viviendo nos damos cuenta de lo importante que es tener nuestro sistema de defensas en óptimas condiciones. Para lograrlo es muy importante comer de todo, lo más variable posible. Pero hoy vamos a detenernos en la hidratación.
Tomar agua en las cantidades recomendadas, de acuerdo a la edad, realizar actividad física y peso de la persona, es una las mejores formas de potenciar al sistema inmunológico y de ayudarlo a que funcione de la manera correcta.
Nuestro cuerpo está formado por una gran cantidad de agua, se dice que el 80% es agua, ese agua a lo largo del día se va perdiendo. Se pierde a través del sudor, de la respiración, de la orina, heces, cuando hace mucho calor, cuando hacemos ejercicio o cuando tenemos fiebre, y por eso hay que reponerla constantemente para que nuestro cuerpo pueda cumplir todas las funciones y se pueda llevar a cabo de una manera equilibrada.
¿Cuánta agua tengo que tomar? Los datos sobre cuánto hay que tomar según la edad es: los adultos la medida es de entre 2 y 2,5 litros de agua, mientras que para los niños en edad escolar, un litro de agua por día, equivalente a 5 vasos. Para los ancianos es lo mismo que los adultos, entre 2 a 2,5 litros de agua por día, pero advierte que hay que prestarle mucha atención a esta etapa de la vida porque se va perdiendo la sensación de sed, entonces puede ser que se deshidraten fácilmente.
En medidas de vasos, serían 8 vasos al día y si te olvidas, dejá botellitas con agua en lugares visibles de la casa: sobre la mesa, en el escritorio, en la mesada mientras estás cocinando, o podes bajarte alguna aplicación que te ayude a recordar.
La pregunta es, ¿qué pasa si no me gusta el agua? Podes tomar soda, o preparar algún agua saborizada casera, agregando unas gotitas de jugo de limón o rodajitas de las frutas que tengas en casa. En invierno podemos aprovechar los caldos y sopas que también nos ayudan.
Algunos alimentos, como las frutas y las verduras, también aportan gran cantidad de agua, que sirve para llegar a esos famosos 2 litros por día que necesitamos
¿Y qué pasa con el mate? Sirve, pero siempre y cuando no sea la única fuente de líquidos porque también estimula la diuresis.
Otra pregunta muy común es: ¿cómo sé si estoy tomando suficiente cantidad de líquidos? A través del color de la orina. Si es oscura, significa que nuestro cuerpo está eliminando toxinas con una cantidad mucho menor de agua, por eso es más concentrada. Este es un buen indicador de que necesitás hidratarte mejor.
Algunos mitos sobre el agua
- Tomar mucha cantidad de agua es buenísimo.
- Tomar agua adelgaza, mientras que si es con gas engorda.
- No tomar agua durante las comidas porque frena la digestión.
- Beber mucha agua engorda. La sensación de saciedad que pone fin a la voluntad de comer un tiempo después de la ingesta, recomendando para esto que se coma despacio para que lleve esta información al cerebro.
- Tomar agua con limón en ayunas quema grasa.
- Beber mucha agua retiene líquidos. Muchas personas propensas a retener líquidos beben poca agua porque creen que así su cuerpo estará menos hinchado, pero se equivocan. Ante la falta de agua, nuestro cuerpo pone en marcha un mecanismo de defensa para intentar retenerla
- Hay que beber, aunque no se tenga sed. Es un mecanismo esencial de regulación del contenido de agua y uno de los primeros síntomas cuando tenemos sed es pensar en el inicio de un proceso de deshidratación, de manera que es necesario cumplir con la ingesta de agua por día, según la edad, el sexo, actividad y etapa de la vida.
Empezar de a poco, a sumar más líquidos a tu alimentación y dejá para de vez en cuando los jugos y las gaseosas con azúcar.
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