Sin dudas, 2020 fue un año totalmente inesperado y distinto para toda la humanidad. Con la llegada de la pandemia, no solo se vio afectada nuestra rutina diaria, sino que debimos incorporar a nuestras vidas la virtualidad en el trabajo y en el colegio. Estos cambios drásticos de nuestra cotidianidad también tuvieron sus efectos, de manera directa o indirecta, en nuestros desayunos y meriendas.
El desayuno y la merienda son comidas claves, necesarias y con un alto impacto nutricional, principalmente, en las niñas y los niños.
Pero no hay que entrar en pánico. Ante esta necesidad, es fundamental volver a incorporar en nuestra agenda estos hábitos alimenticios fundamentales. No estamos solos y tenemos un aliado. Un aliado que es un socio esencial para ayudarnos en esta cruzada: la leche. Sin dudas, la leche es un alimento accesible y completo que debería formar parte de nuestros desayunos y meriendas para que sean completos y equilibrados.
La leche es un alimento esencial y una opción accesible y versátil que permite múltiples opciones de uso. La leche, como todos sabemos, puede consumirse sola o con infusiones, pero también es un ingrediente de preparaciones, tanto dulces como saladas. Además de la tradicional taza de leche con infusiones en el desayuno, otras opciones pueden ser usarla para preparar panqueques o combinarla con algún cereal sin azúcar agregada como avena o arroz integral, o con alguna fruta para preparar un licuado.
Es un alimento clave en la alimentación, ya que aporta proteínas de buena calidad, hidratos de carbono, grasas, vitaminas liposolubles, vitaminas del complejo B y minerales, especialmente calcio y fósforo. El calcio aportado por la leche es el que mejor aprovecha el organismo y el que permite mantener una masa ósea sana, evitando así la osteoporosis con el paso de los años.
Una buena manera de incorporarla en nuestra alimentación diaria es incluirla en desayunos y meriendas. Un buen desayuno debería incluir un vaso de leche junto con algún otro alimento como fruta o cereal integral. Con este vaso de leche aportaríamos en este momento de consumo el 20% del calcio recomendado por día, junto con proteínas que van a brindar saciedad. De esta manera, es probable que se evite el picoteo posterior, y además se sostenga una conducta más saludable, lo cual en el tiempo ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad.
El valor nutricional de la leche es superior al de la suma de todos sus componentes, lo que se explica por su particular equilibrio o balance nutritivo. Si bien, dada su versatilidad, la leche puede consumirse en cualquier momento del día, sola o acompañada, y como parte de distintas preparaciones o recetas, incorporarla en el desayuno suma el plus extra de formar parte de un hábito saludable que permite ordenar la alimentación a lo largo del día y sobre todo de arrancarlo con energía.
Hoy, 1° de junio, se celebra el Día Mundial de la Leche en diferentes países. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) seleccionó dicha fecha para difundir y reflexionar sobre la relevancia de este alimento, completo y rico en nutrientes, tan importante en la alimentación de los seres humanos. La leche y sus derivados forman parte de uno de los grupos de alimentos recomendados por las Guías Alimentarias para la población argentina del Ministerio de Salud, para su consumo diario dentro de una alimentación saludable.
(*) La licenciada Marcela Leal (MN 1196) es nutricionista y magíster en Tecnología de los Alimentos.
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