¿Los productos light adelgazan? Es una de las grandes preguntas que todos se hacen. Y la respuesta es que no, que es un mito, una falsa creencia. Y el porqué es porque no todos los productos light son reducidos en calorías.
El Código Alimentario argentino, define a un alimento light como aquel al que se le ha reducido en un 25% su cantidad de azúcar, sal, grasa, colesterol o valor calórico.
Es decir, un paquete de papas fritas podría ser light porque está reducido en sodio, pero tener un valor calórico más alto porque para que no pierda sabor le agregaron más grasa e incluso un poco de azúcar.
Existen galletitas reducidas en grasa que cumplen con los requisitos para declararla “light en grasas” respecto de la galletita tradicional, pero cuyo valor calórico es en determinados casos igual o superior, debido a que poseen un mayor porcentaje de azúcar.
Lo mismo podría pasar con un chocolate. Podría ser light por tener menos azúcar, pero el valor calórico podría ser mayor por tener más grasa. Así, podemos encontrar varios ejemplos.
Y no se trata siempre de una cuestión estética o de bajar de peso. Es importante estar alerta también, en caso de diabetes, insulino resistencia y colesterol alto, por ejemplo.
Las 5 claves que deben cumplir los productos light
1. Mirar cuál encabeza la lista. Los ingredientes se enumeran en forma decreciente según la cantidad siendo el primero el que aporta más calorías a la composición del alimento. Por ejemplo: si en los ingredientes de un aderezo figura en primer lugar el aceite, éste se encuentra en mayor proporción y las calorías de ese producto van a provenir en su mayor parte de grasas.
2. Revisar los aportes de acuerdo a la porción ofrecida en la tabla nutricional. Algunos alimentos explican su composición nutricional cada 100 gramos de producto, otros lo hacen por porción y otros de las dos maneras. Este detalle es importante para comparar, por ejemplo, las calorías de dos productos distintos o incluso de un mismo alimento.
3. Considerar el porcentaje de grasas totales, saturadas y sodio por 100 g. Una escala simple para evaluar es:
-Hasta 5% = bajo
-Más de 20% = alto
4. Chequear la presencia de grasas. El hecho de que una etiqueta señale “colesterol 0%” no significa que no eleve el colesterol en sangre sino que el producto no aporta ese tipo de grasa específica, aunque contiene otras. Puede tener grasas saturadas o trans, como es el caso de la margarina. Por eso es importante fijarse no solo en la grasa total sino también en el tipo de grasa que tiene el alimento.
5. Prestar atención a las proteínas y la fibra. Algunas marcas de fideos señalan en su envase “con morrón” y, sin embargo, en la información nutricional el espacio de fibra marca un aporte de cero. Eso significa que solo tienen colorantes.
En conclusión, sepamos que no es correcto asociar la palabra “light” con “bajar de peso” o “dieta baja en calorías”. Los productos “light” no siempre ayudan en un plan de descenso de peso, e incluso pueden aportar azúcares o grasas en cantidades importantes.
Por eso, de a poquito, podés empezar a leer y comprender las etiquetas de los alimentos, y cada vez que encuentres la palabra LIGHT asegúrate de chequear LIGHT en qué, así esto te va a ayudar a elegir adecuadamente en base a tus requerimientos y gustos personales.
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