¿Por qué le tenemos tanto miedo a los hidratos de carbono? Desde hace un tiempo, empezó la confusa señal de alarma con respecto a estos macronutrientes. Que engordan, que hinchan la panza, que producen intolerancias, que son malos para la salud. Lo primero que quiero contarte es que esto es un mito o como solemos llamarlo “una creencia popular” sin ningún sustento científico.
Y te voy a explicar por qué. Cuando hablamos de harinas o almidones nos referimos a los hidratos de carbono complejos. Estos son:
- Cereales: la clave está en elegir las versiones integrales, ya que aportan hidratos de carbono de absorción lenta y además son muy ricos en vitaminas, minerales y fibras, por lo que aportan mayor saciedad.
Estos pueden ser: pastas, arroz, polenta, pan, quinoa, fideos, empanadas, pizza, ravioles, canelones.
- Legumbres: fuente de energía de absorción lenta, proteínas, fibras, vitaminas del complejo B (excepto B12), minerales y fitoquímicos.
Estos pueden ser: lentejas, porotos, arvejas, chauchas, habas.
- Almidones: Si bien son hortalizas, las encontramos en este grupo por su alto contenido de carbohidratos
Estos pueden ser: papa, batata, choclo, mandioca.
Sin embargo, cuando se habla de los hidratos de carbono, siempre se dice algunos mitos que no son ciertos. Por ejemplo:
Generan adicción. Mito.
No existe lo que comúnmente llamamos “adicción a la comida”, por lo tanto, no la hay con los hidratos de carbono.
Si es verdad que los preferimos porque ayudan a nuestro cuerpo a formar serotonina. Una sustancia que se relaciona con el control de impulsos, con el sueño, el buen humor.
Todas las harinas generan intolerancia. Mito.
Aquí tenemos que diferenciar algunas posibles situaciones. Existen personas celíacas, con intolerancia al gluten, personas con intolerancia a algún tipo de alimentos en particular y personas que se confunden y piensan que porque algún alimento les cayó mal son intolerantes.
Debemos ser muy cuidadosos y ponernos en manos de especialistas para que ellos nos indiquen qué estudios debemos hacer para obtener un diagnóstico acertado.
Los hidratos engordan. Mito.
Engordan porciones excesivas o con que los acompañamos. Por ejemplo: un plato de fideos con salsa filetto puede tener unas 300 calorías, y un plato de los mismos fideos puede tener más del doble (sin mencionar el aporte de grasas y sodio en un solo plato).
Por último, te dejo algunas sugerencias para comerlos en almuerzo y cena de la mejor manera posible:
Podés preparar:
- Un plato con: la mitad de ensalada, ¼ de arroz y ¼ de pollo
- Otra idea: fideos con verduras salteadas
Son dos maneras estratégicas de comerlos, proporcionando a nuestro cuerpo que la energía que nos aportan, se libere de forma paulatina sin provocar picos de Insulina (que sería desfavorable). Además, aumentamos la saciedad por mayor tiempo y no nos excedemos con el tamaño de la porción de las mismas.
Como conclusión:
Seamos actuales y prácticos, incorporemos en nuestra casa la salud alimentaria como un camino sin prohibiciones, pero sin excesos.
Edición: Sofía Boutigue/Producción gastronómica: @solemartins11
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