El yogur se ha posicionado en las últimas décadas como una de las opciones más saludables para incorporar a nuestra dieta diaria, hasta convertirse en un superalimento esencial por sus características nutricionales, pero principalmente por los beneficios del proceso de fermentación natural. Por supuesto, no sólo es altamente recomendable para los más chicos, sino que resulta beneficioso para todas las edades.
En estudios epidemiológicos recientes, se ha concluido que el consumo regular de yogur (1 porción diaria) independientemente sea entero o descremado, está asociado con un menor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, además de constituir un patrón de alimentación saludable. Rico, saludable y fácil de consumir en cualquier horario y lugar, el yogur tiene una gran variedad de beneficios nutricionales.
Siendo un alimento milenario, hoy se muestra plenamente vigente con una marcada tendencia en las nuevas generaciones. Su versatilidad le permite reinventarse a través de nuevas combinaciones con otros ingredientes que hoy son furor entre los jóvenes, tales como los frutos secos, la matcha y las semillas de chía, solo por citar algunas. Todo esto lo convierte en un auténtico superalimento, protagonista ideal en la vida moderna sobre todo cuando debemos unir esfuerzos para para luchar contra el avance del sobrepeso, la obesidad y la malnutrición.
“El yogurt es un alimento muy noble ya que es también considerado un alimento funcional derivado de la fermentación de bacterias ácido lácticas. Desde la antigüedad es ampliamente conocido por los efectos en la salud humana en la prevención del cáncer de colon, disminución del colesterol, cuidado de la microbiota intestinal y efectos en el sistema inmunológico”, sostuvo en diálogo con este medio la licenciada en Nutrición Delfina Fahey (MP 3438).
Las nuevas opciones de yogur que dispone el consumidor se distinguen por ser ricos y saludables. La clave está en mirar en detalle la información de los envases y elegir aquellos que no tienen JMAF (jarabe de maíz de alta fructosa) ni conservantes ni colorantes artificiales y, en cambio, incorporan probióticos naturales, calcio, proteínas y vitaminas. Incluso las opciones más innovadoras de las marcas líderes ya cuentan hoy con propuestas de estilo artesanal, elaborados pote a pote, otras descremadas 0% grasas que apenas tienen un toque de azúcar y hasta sin lactosa, es decir de fácil digestión, todos con leche de primerísima calidad.
Las diez razones por las que el yogur es considerado un superalimento
1. Tiene alto valor nutricional
Los médicos y nutricionistas recomiendan tener una dieta equilibrada en la cual el yogur juega un rol destacado. Un reciente estudio desarrollado por investigadores del Institut D’Investigació Sanitària Pere Virgili en Tarragona, España destacó el aporte del yogur en materia de proteínas de alto valor biológico tales como vitamina A, D, B2 y B12, además de una cantidad pequeña y constante de fósforo, magnesio, potasio, zinc y yodo.
“El yogur es un alimento fuente de calcio de alta biodisponibilidad, magnesio, fósforo y vitamina D de alta biodisponibilidad. Estos tres minerales, junto a esta vitamina, nos permiten mantener una buena densidad ósea y nos protege frente a la osteopenia y a la osteoporosis. Además, es fuente de vitaminas del complejo B, vitamina A y vitamina E, como también de proteínas completas, ya que las mismas aportan todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizas por sí mismo”, detalló a Infobae Estefanía Beltrami, nutricionista y autora del libro Basta de dietas.
2. Suministra proteínas de alta calidad ideales para la masa muscular
El yogur es un alimento que se destaca por su contenido en proteínas y aminoácidos esenciales, por lo que se considera un superalimento para el mantenimiento y regeneración de la masa muscular, ideal para la práctica deportiva.
El yogur contiene dos tipos, las proteínas del suero y las caseínas, consideradas “buenas” y de alta valor biológico porque son ricas en aminoácidos esenciales. Al consumirlo, podemos alcanzar más fácilmente la cantidad diaria recomendada de proteínas en una dieta equilibrada, que debe representar del 12 al 15% de la energía total de la dieta diaria.
3. Tiene beneficios adicionales a la leche
El yogur como alimento natural elaborado a partir de leche que ha sido fermentada gracias a la acción de dos bacterias, ofrece ventajas adicionales a quienes padecen de intolerancia a la lactosa. Como en el proceso de fermentación, gran parte de la lactosa se convierte en ácido láctico, todas aquellas personas con problemas para digerir la lactosa pueden consumirlo y beneficiarse de su aporte en calcio, entre otros nutrientes.
Además, es un alimento perfecto para tomar después de las comidas, lo que nos permite sentirnos más livianos, incluso al tomarlo como un postre, rico y saludable. “Debido a que en el yogur la lactosa se encuentra en menor cantidad en comparación con la leche, es más fácil de digerir y mejor tolerado por personas que sufren de intolerancia a la lactosa”, añadió Beltrami.
4. Es un aliado natural y amigable para evitar el sobrepeso
Según estudios científicos las personas que comen yogur a la larga tienen menos dificultades para controlar su peso. Consumir yogur es un hábito saludable que nos ayuda a mantenernos lejos de la atracción negativa de productos menos nutritivos como las galletitas o los snacks, que suelen tener un alto contenido en sal, azúcares, o grasas y así seguir una dieta diaria más equilibrada. Además hay estudios que evidencian que las personas que incorporan yogur de manera regular en su alimentación también logran incorporar otros alimentos saludables como frutas, semillas, cereales de grano entero y vegetales
La fermentación también genera péptidos bioactivos, que pueden influir en nuestros vasos sanguíneos y los sistemas nervioso, inmunológico y hormonal. Estos efectos explicarían algunos de los beneficios del yogur para la salud, como la disminución de riesgos de obesidad, cardiopatías, ictus y diabetes tipo 2. Además, aporta agua, lo cual contribuye a la necesaria hidratación del cuerpo.
5. Mejora la salud del intestino, “segundo cerebro”, clave para la salud emocional
Cuando nos alimentamos con un yogur, estamos incorporando todos los beneficios de los alimentos fermentados, estamos enriqueciendo la microbiota intestinal e impactando positivamente en la salud intestinal. En tal sentido se ha comprobado que existe una fuerte correlación entre un buen estado de salud intestinal con el estado emocional equilibrado. El 90% del neurotransmisor serotonina, estrechamente ligado al estado de ánimo y al bienestar general se produce en el intestino, es por eso que necesitamos una microbiota saludable para que pueda cumplir adecuadamente con esta función
La dietista canadiense Natasha Haskety, que cuenta con más de 18 años de experiencia, realizó un trabajo de investigación científica centrado en cómo los factores dietéticos influyen en el microbioma intestinal, el sistema inmunológico y las enfermedades inflamatorias del intestino, destacando los beneficios de los alimentos fermentados y los probióticos. “Los alimentos fermentados tienen muchos beneficios adicionales para un intestino sano”, destacó Haskety en la 8va Cumbre Mundial de Microbiótica Intestinal para la salud, realizada en Miami, Estados Unidos.
6. Fortalece los huesos y los dientes
El consumo de dos yogures por día aporta el 40% de las necesidades diarias de calcio, uno de los componentes esenciales para la formación, desarrollo y fortalecimiento de los huesos y los dientes, lo cual resulta beneficioso y necesario a cualquier edad. No sólo para los niños, sino también para los adolescentes y para todos quienes apuntan a exigencias deportivas. Por supuesto también para los adultos mayores.
Resulta esencial en la función de la contracción de los músculos y la coagulación de la sangre. Además, algunos estudios indican que ayuda a regular la presión sanguínea.
7. Su contenido en grasas es relativamente bajo
Como alimento lácteo, el yogur contiene diferentes cantidades de grasa en función de la leche que se haya utilizado y de la porción que se consuma. Dicho nivel suele ser bastante bajo: del 0% en el caso de los yogures descremados al 4% de los enteros
8. Aporta energía con una dosis equilibrada de hidratos de carbono
El yogur contiene hidratos de carbono simples provenientes de la leche en forma de lactosa, gran parte de la misma durante el proceso de fermentación se transforma en ácido láctico. La otra fuente de hidratos de carbono, son los azúcares agregados utilizados para otorgar dulzor.
Los hidratos de carbono son indispensables para obtener la energía que necesitamos frente a los desafíos cotidianos en el trabajo, el estudio y el deporte. La vida moderna nos impone jornadas muchas veces extendidas en las cuales también queremos tener las fuerzas y el ánimo necesario para disfrutar de más momentos de recreación y diversión, pero es importante saber que no es recomendable consumir azúcares simples en exceso, la clave es seleccionar correctamente los alimentos que consumimos a lo largo del día, idealmente esa pequeña cuota diría de azúcares que necesitamos debe venir acompañada de nutrientes esenciales a promover como proteínas, calcio y vitaminas.
9. Permite personalizarlo y potenciar su valor sabor en combinación con otros productos de la naturaleza
El yogur es un alimento antiquísimo cuyas propiedades se han mantenido vigentes a lo largo del tiempo. Hoy es posible dar rienda suelta a la creatividad, combinando el yogur con frutas, frutos secos o especias, dando toques personales.
Más allá de la forma más tradicional para disfrutarlo a cualquier hora, la imaginación no tiene límites al potenciar su valor incorporando opciones variadas tales como: almendras, semillas de chía o piñones. Otros prefieren combinaciones más originales tales como agregar hojas de albahaca o de menta para darle al yogur un toque fresco y un sabor sorprendente.
10. Los buenos yogures incorporan probióticos
Los buenos yogures, incorporan probióticos tales como la Bifidobacterium lactis y Lactobacillus casei. Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y mejoran la salud general del organismo, trayendo beneficios tales como facilitar la digestión y estimular la absorción de nutrientes, fortaleciendo el sistema inmunológico.
“El proceso de fermentación natural del yogurt está dado por las bifidobacterias, lactobacilos y streptococos que son bacterias probióticas. Estos microorganismos consumidos en cantidades suficientes ejercen efectos beneficiosos en la población microbiana del tracto gastrointestina”, aseveró Fahey.
Hoy se sabe que la microbiota intestinal es clave para el bienestar general que está relacionado con la prevención de las enfermedades. Por eso, incorporar probióticos de forma regular en la alimentación diaria contribuye a la salud, previniendo las enfermedades.
Para Beltrami, “se trata de un alimento fuente de probióticos ya que presenta bacterias vivas, lo cual permite mantener en equilibrio los microorganismos presentes en nuestro sistema digestivo, fortalece nuestro sistema inmunológico y regulariza el tránsito intestinal”.
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