Un descenso de peso razonable para la mayoría de las personas es de alrededor de medio kilo por semana; luego de la primera semana se baja más por la pérdida de líquido. Para ello, la forma más segura y saludable de adelgazar es hacerlo de la mano de un profesional, a través de un tratamiento integral que implique la incorporación de hábitos saludables, una nueva forma de comer y –también- de disfrutar lo que se come. Este es un proceso paulatino de modificación de hábitos, con los que se puede continuar de por vida y sin sentimientos de privación.
Es por eso que la clave está en incluir en la alimentación la mayor cantidad de variedad de comidas y nutrientes.
Existen diversos alimentos sabrosos, versátiles y con amplios valores nutricionales que motivan al consumidor a la vez que permiten llevar adelante una dieta saludable. Por ejemplo, el pollo es una carne muy recomendada por médicos y nutricionistas por ser bajo en grasas, a la vez que aporta proteínas, ácido fólico, zinc, hierro y vitamina B12.
Sin embargo, la falta de tiempo suele jugar un rol fundamental: a menor tiempo disponible, menor disponibilidad de cocinar una comida casera y equilibrada y mayor posibilidad de optar por alimentos poco saludables.
Para contrarrestar esta barrera, algunos productos como los alimentos frescos congelados –priorizando siempre aquellos con óptimo valor nutritivo- se han convertido en un aliado de todo plan alimentario saludable, gracias a la variedad disponible y a que permiten ser almacenados en el freezer y utilizados cuando es necesario, además de que son prácticos y fáciles de hacer.
Algunas sugerencias para hacer una buena dieta en verano:
- No tomar la dieta como un plan estricto. Lo mejor es ir incorporando cambios de manera paulatina.
- Darse un permitido de forma planificada y darse un gusto semanal, consumiendo un alimento no dietético en cantidades moderadas, como un helado mediano o 2 porciones de pizza
Ejemplo de menú de cinco comidas
- Desayuno:
-1 mate cebado con tostada con queso untable y rodajas de fruta
- Media mañana:
- 1 manzana
- Almuerzo:
- Ensalada de fideos tirabuzón con zanahoria, choclo, tomate, rúcula y atún
- Merienda:
- 1 trifle de yogur con frutas y algunas frutas secas
- Cena:
- Wok de verduras con tiritas de pollo
Bonus track: las mejores colaciones para el verano
-Frutas frescas
-Palitos de apio
-Palitos de zanahoria
-Tomate cherry
-Maní y algunas frutas secas
-Licuado de frutas
-Yogur
-Huevo duro
-Paleta de helado natural con frutas
- Tereré
- Consumí las frutas y verduras preferentemente frescas, enteras y, cuando sea posible, con su cáscara. Priorizá las de estación y lavalas bien antes de consumirlas. Si las vas a trasladar, que tengan el mínimo tiempo de exposición al calor. Conservá en heladerita con agregado de bolsas de hielo.
- Si realizás licuados o jugos, consumilos inmediatamente.
Recomendación: Evitá comer colaciones mientras estés frente al televisor, la computadora o mientras leas o manejes.
- Almacená opciones de colaciones saludables para tenerlas siempre disponibles. Dejá visible una frutera así siempre están cerca y favorece su consumo.
- Acompañá tus colaciones con agua segura. No olvides hidratarte constantemente.
Fotos: Matías Arbotto/Video: Lihue Althabe/Edición de video: Bruno Rattazzi
Los resultados no son típicos y pueden variar de persona a persona.
SEGUÍ LEYENDO: