"Sólo hace falta un día para que tu casa quede ordenada para siempre". La frase de la japonesa Marie Kondo, autora del best seller La magia del orden puede sonar más a utopía que a meta cierta.
Otra japonesa, Hideko Yamashita, en línea con la creadora del método que aúna la filosofía oriental, el feng shui y el coaching inspiracional, fue precursora del concepto de Dan-sha-ri, como una manera de "poner orden en los trastos de la casa para recuperar el buen humor en la vida". Se trata, a grandes rasgos, de rechazar las cosas innecesarias (Dan), deshacerse de las cosas inútiles que uno posee (sha) y detectar el deseo insano por las cosas innecesarias (ri).
"Es una técnica de selección de las cosas que coloca el eje en la relación que yo tengo con las cosas. El pensamiento que lo sostiene no es 'tal cosa se puede utilizar todavía, la guardo', sino 'lo utilizo, es necesario'. Lo que propone es deshacerse de todo lo innecesario con el 'ahora' como eje temporal". Así lo explica Yamashita en su libro Ordena tu vida, en el que profundiza que "cuando una persona tiene su casa desordenada, se transmite a sí misma una energía negativa e incluso en cierto sentido sufre una forma de humillación. Se avergüenza de sí misma, se desprecia por abandonarse".
Cuando una persona tiene su casa desordenada, se transmite a sí misma una energía negativa
Vivir en una desorganización continua es sin dudas uno de los agentes que más menoscaban el bienestar y es una fuente de estrés. De manera inevitable, el estrés puede provocar un amplio abanico de dolencias físicas y psíquicas, desde dolores musculares, cansancio, problemas gastrointestinales, cardíacos, dermatológicos o sexuales.
Los estresores más comentados son los relacionados con las altas exigencias de la vida laboral y social, en tanto que el entorno físico del individuo suele pasar inadvertido a la hora de valorar cuáles son los factores más estresantes. Sin embargo, los estímulos externos, como el frío, el calor o el ruido constituyen una fuente importante de estrés. Y, por supuesto, también el desorden.
Vivir en un caos constante provoca un sentimiento de culpa creciente, que a la larga puede causar un daño emocional. Cuanto más se prolongue la situación de desorden, más costará organizar el entorno, y más culpabilidad se sentirá al no poder mantener las cosas bajo control.
Brenda Haines es organizadora profesional y creadora de @tuespacioorganizado y en diálogo con Infobae sostuvo: "Levantarnos en una casa caótica ya nos mal predispone para comenzar el día. Desde ir al baño, abrir nuestro placard para vestirnos y desayunar en una cocina donde nada tiene un criterio de guardado o una categorización, no sólo es una pérdida de tiempo sino que además no permite disfrutar de esos momentos y nos malhumora".
"Esto implica cargar con una mochila todo el día, sabiendo que la vuelta a casa, lejos de ser un alivio, será volver a encontrarnos con la misma foto", agregó.
Cuanto más ordenada esté una casa, más orden habrá en la mente de quienes la habitan
Para la consultora psicológica Cintia Peralta Martin, "cuanto más ordenada esté una casa, más orden habrá en la mente de quienes la habitan". "¿Será que el desorden nos distrae, nos provoca estrés o nerviosismo? Yo creo que sí, porque nuestra manera de vivir refleja nuestra manera de ser", consideró.
Haines recalcó que en el día a día, el orden permite "ahorrar tiempo y dinero". "Dan más ganas de arreglarse, de vestirnos mejor, de invitar gente a casa. Y lo más importante: disfrutar de nuestro propio espacio", sintetizó.
Peralta Martin es, además, el alma detrás de @colegasdelorden, y señaló que "existen una serie de beneficios psicológicos de mantener el hogar en orden".
Y enumeró en primer orden la serenidad. "No hay nada más lindo luego de un día agotador, que llegar a una casa en armonía, acostarnos en una cama con sábanas limpias o con rico perfume, en una habitación ordenada". "De lo contrario, lejos de relajarse, lo que pasará es que la persona se estresará al ver tanto caos, y la única solución ante el cansancio será apagar la luz y dejar todo así; para, al otro día, nuevamente levantarse estresada al ver el desorden -aseguró-. Eso se puede revertir al 100%, pero requiere de disciplina y perseverancia para lograrlo".
Claridad de ideas es el segundo beneficio de tener una casa ordenada. "Me gusta tener en el cajón de la mesa de luz, un cuaderno y una lapicera, para poder anotar allí las ideas que me van surgiendo y que puedo llegar a olvidar. Si mi habitación estuviera desordenada, no podría, porque mi mente instantáneamente se iría a los pendientes, al desorden, al caos", remarcó.
"Cuando una casa está en orden, tanto al acostarse como al levantarse, se tendrán buenos pensamientos y sentimientos, se sentirá paz y motivación para arrancar el dia. Eso hará que se tenga un mejor manejo del tiempo, de los quehaceres, de los pendientes, y demás", sostuvo para mencionar el tercer beneficio: efectividad en el manejo del tiempo.
Para ella, "cuando se planifica, todo lo demás se va ordenando".
Una casa no tiene porqué ser lujosa, se puede vivir en el lugar soñado sólo manteniendo el orden
El desorden retrasa tareas, las obstaculiza. Por eso, si de proyectar se trata, Haines brindó una serie de consejos para mantener la casa siempre ordenada:
– No dejar objetos en tránsito.
– Asignarle un lugar a cada cosa.
– Volver a guardar cada cosa en su lugar.
– No guardar objetos que sabemos que no volveremos a utilizar (no acumular cosas que ya no se necesitan).
– No usar la silla como placard.
– No dejar la cama sin hacer antes de salir de casa.
– No dejar los platos sucios para el día siguiente.
– Doblar la ropa correctamente antes de guardarla.
– No comprar nada que no se necesite.
– No guardar papeles que se pueden digitalizar.
– No conservar aparatos que no funcionen. Se arreglan o se van.
Habitación en orden, la clave para un descanso reparador y un comienzo de día positivo
Según aseguró Peralta Martin, "la habitación es uno de los lugares más íntimos y especiales de todo el hogar; sólo algunas personas tienen acceso allí, pero sobre todo es uno mismo el que descansa (o se agobia) allí".
Y tras asegurar que "una casa no tiene porqué ser lujosa, se puede vivir en el lugar soñado sólo manteniendo el orden", brindó tres beneficios de tener la habitación ordenada.
– Estética. "Tender la cama, doblar la ropa y guardarla, cambiar las cortinas de vez en cuando, cuidar los detalles, usar fragancias que destaquen el ambiente, tener despejadas las superficies (y no con mil cacharros sin un lugar definitivo), todo ello contribuye al orden, que deriva en una hermosa visión estética de la habitación. Menos es más también puede aplicarse aquí".
Una vez que logramos que cada cosa tenga su espacio, lo siguiente que debemos hacer es mantenerlo
– Limpieza. "Un ambiente limpio es un ambiente saludable. Si cada cosa tiene su lugar, y logramos mantenerlas en orden, la limpieza será cosa de todos los días y no una tarea titánica cada sábado. Limpiar la habitación será mucho más fácil si la ropa está guardada, la cama tendida, y las superficies despejadas".
– Organización. "Una vez que logramos que cada cosa tenga su espacio, lo siguiente que debemos hacer es mantenerlo. Eso nos dará una mejor organización, al saber dónde se encuentra cada cosa. Algo fundamental será rotular las cajas, contenedores, y cajones, más si son de uso compartido, así pondremos al tanto a la otra persona cómo esta todo ordenado".
Alejandra Josovic es conocida como @gurudelplacard y resaltó que "un vestidor ordenado ofrece más claridad a la hora de vestirse y comprar ropa. Hace que prepararse cada mañana sea una tarea más liviana y veloz; una manera de empezar el día de forma positiva".
"Vivir con un placard desordenado puede ser una causa de estrés -resumió-. Ponerte de mal humor cuando no sabés qué ponerte y te cambiás varias veces antes de salir produce un mal temperamento y hasta quizá, si no te sentís cómoda y linda con lo que tenés puesto, te cambia el carácter todo el día".
Sobre el orden del placard, que es su métier, Josovic recomendó:
– Pensar siempre que cuanto más orden, más espacio vamos a lograr.
– Sacar la ropa que no se usa o que guardamos por las dudas, sin poner excusas.
– Tener la mayor cantidad de prendas superiores posibles colgadas, ya que será más fácil. de mantener el orden y ver lo que tenemos. Usar una prenda por percha.
– No esconder la ropa en contenedores creyendo que eso ayuda al orden. Sólo lo estaremos sacando de la vista.
– Para los cajones, usar separadores ayuda mucho a mantener el orden.
– Ordenar por tipo de prenda (remeras manga corta, manga larga, camisas, abrigos, vestidos).
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