Según la Organización Mundial de la Salud, las frutas y las verduras son dos de los componentes esenciales que jamás deben faltar en un buen plan de alimentación. Calculan que podrían salvarse 1,7 millones de vidas por año si se aumentara notablemente el consumo de estos alimentos. Además calculan que la ingesta insuficiente de frutas y verduras genera en el mundo aproximadamente un 31% de las cardiopatías isquémicas, un 19% de los cánceres gastrointestinales y un 11% de los accidentes cerebrovasculares.
La OMS asegura que la ingesta deficiente de frutas y verduras es uno de los 10 factores principales de riesgo de mortalidad en todo el mundo
En ese sentido, están quienes no sólo las ponen en el centro de sus dietas. Las dietas vegetarianas tienen múltiples beneficios para la salud siempre y cuando estén bien diseñadas y contengan los nutrientes necesarios.
Existen cinco tipos diferentes de vegetarianos en donde se incluyen o eliminan determinados alimentos: los pesco-vegetarianos excluyen todo aquello que tenga origen animal excepto el pescado, los lácteos y el huevo; los ovo-lacto-vegetarianos no consumen alimentos de origen animal excepto huevo, leche y productos lácteos; los lacto-vegetarianos excluyen alimentos de origen animal excepto la leche y productos lácteos; los ovo-vegetarianos no ingieren nada que provenga de los animales excepto el huevo; los veganos son los más estrictos ya que para ellos está terminantemente prohibido comer o utilizar cualquier producto de origen animal.
Sin embargo, restringir o eliminar el consumo de un grupo de alimentos en particular de manera autónoma y sin el asesoramiento de un especialista en la materia puede aumentar el riesgo de deficiencia de determinados nutrientes en el organismo. Por eso, a pesar de ser una de las dietas más saludable por la unión de varios alimentos de origen vegetal, se debe prestar atención a su armado para que este sea completo.
La nutricionista Analia llui explicó a Infobae que antes de emprender un plan alimentario vegetariano es fundamental orientar su planificación debido a la falta de algunas vitaminas y minerales esenciales ante la poca ingesta de productos de procedencia animal.
"Las proteínas están formadas por cadenas de aminoácidos que nuestro cuerpo necesita y si bien se encuentran en carnes, lácteos y huevos de manera completa, los vegetales también las poseen pero para hace falta complementarlas", detalló la especialista.
"Casi todas las proteínas vegetales son incompletas, por eso se las conoce como aminoácidos limitantes. Entonces se tienen que combinar ciertos alimentos como por ejemplo un plato de legumbres con los cereales", agregó.
4 nutrientes que no deben faltar en una dieta vegetariana
Belén Maino, licenciada en nutrición, aseguró a este medio que es importante destacar que si bien una dieta veggie bien planificada es ideal para la gran mayoría de las personas, indefectiblemente habrá nutrientes que se verán limitados. Por eso una combinación adecuada y variada es una gran aliada.
"Si bien ser vegetariano es una elección, esa decisión debe estar acompañada por un profesional de la salud para evitar monotonía y la escasez de vitaminas y minerales, situación que puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. Es importante que se tome conciencia de los alimentos que uno va a elegir para su próxima comida ya que eso lo que nos va a determinar como nos sentimos ese día y los posteriores", expresó la especialista.
Vitamina B12: se encuentra en alimentos como el germen de trigo, los hongos de tipo comestible y la soja en cualquiera de sus presentaciones.
Vitamina D: está presente en alimentos como la naranja, las leche de almendra, los huevos y los lácteos
Hierro: la encontramos en vegetales de hojas verdes como la acelga y la espinaca
Calcio: algunas verduras como la rúcula, el repollo, el puerro, el brócoli y el apio aportan al organismo cantidades significativas de este mineral
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