Un cortado, un expreso, un café con leche o un capuchino, cualquiera de estas opciones forman parte de la excusa perfecta para compartir y disfrutar de una charla con amigos. A esto se deben sumar los bares notables porteños, que tienen como "ingrediente extra" la tradición que los caracteriza y que forma parte de su historia.
A través de la competición se buscó revalorizar la importancia y tradición de los bares notables porteño
Los cafés que participaron del concurso organizado por BA Capital Gastronómica forman parte del patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Su arquitectura, antigüedad y relevancia histórica le dieron tal categoría. Por allí pasaron personalidades del jet set artístico y político del siglo XIX.
En el certamen concibió para dar con el preferido de la gente. En total fueron más de 19.000 votos a través de las redes sociales del Gobierno de la ciudad. Y el ganador fue "Las Violetas". El local de Almagro, fundado en 1884 se convirtió en un clásico porteño por su imponente barra, sus vitrales y los productos gastronómicos.
El local distinguido recibió 3706 votos. Lo siguió Café Roma (3576), el Tortoni (2255). Los 36 Billares, El Gato Negro, London City, Florida Garden, Los Galgos, Esquina Homero Manzi y La Biela completaron el ranking de los diez mejores.
Horacio Rodríguez Larreta se refirió al evento y aseguró: "Con estas iniciativas resaltamos la importancia y la tradición de los Cafés Notables porteños, punto de encuentro entre vecinos de todas las edades y escenario de actividades culturales en nuestra Ciudad".
Por su parte, Diego Santilli, vicejefe de Gobierno dijo a Infobae: "Queremos potenciarlos para que aumente el turismo, el consumo y como consecuencia el empleo. Con Horacio nos fijamos la meta de posicionar a Buenos Aires como Capital de la gastronomía de Latinoamérica para que siga llegando el turismo, crezca el empleo y florezcan los emprendedores del sector y sus derivados".
Los locales participantes sumaban un total de 46 y durante más de 15 días estuvieron la mirada atenta de los vecinos que decidieron cuál de todos los establecimientos que participaron en de la competencia sería el ganador.
Los bares que participaron fueron: American Bar Coffee Haus, Bar de Cao, Bar del Glorias, Bar El Federal, Bar Iberá, Bar Lavalle, Bar Quintino, Bar Seddon, Bar Sur, Británico, Café Bar El Faro, Café de la esquina, Café La Poesía, Café Mar Azul, Café Margot, Café Montserrat, Café Palacio, Café Roma, Café San Bernardo, Café Tabac, Castelar Hotel & Spa, Celta Bar, Clásica Y Moderna, Confitería London City, El Buzón, El Gato Negro, El Hipopótamo, El Progreso, El Querandí, El Símbolo, El Viejo Buzón, Esquina Homero Manzi, Florida Garden, Gran Café Tortoni, La Buena Medida, Los 36 Billares,Los Galgos, Ocho Esquinas, Petit Colon, Rotisería Miramar, Savoy Hotel Buenos Aires, Las Violetas, Café Olimpo, La Embajada, Saint Moritz, La Perla, La Puerto Rico, La Biela y El Banderín.
La historia de un clásico porteño
En la esquina de Medrano y Rivadavia se instaló una confitería, con doradas arañas y mármoles italianos. Este bar tiene el honor de perteneces a la prestigiosa categoría de "Bares Notables" de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué lo convierte en un bar notable? Ser uno de los más representativos de la ciudad y estar apoyado de manera oficial por programas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Según cuentan en la página web de Las Violetas, el día de la inauguración, un 21 de Septiembre de 1884, hasta el ministro Carlos Pellegrini, futuro presidente del país, se hizo presente transportado por un tranvía especial acompañado por muchos de sus distinguidos amigos. Sus mesas fueron lugar de encuentro de artistas y escritores entre ellos Roberto Arlt y políticos de la época.
"Pero es alrededor de la década de 1920 cuando se construyó el actual edificio", aseguran. "Con sus vidrieras y puertas de vidrios curvos, sus vitrales franceses y sus pisos de mármol italiano. Los vitrales restaurados fueron concebidos para adornar y alegrar el ambiente grato de un café de aquellos tiempos, donde la gente iba a pasar momentos de esparcimiento en un ámbito selecto".
El edificio fue declarado "Lugar histórico de la Ciudad" en 1998 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Durante varios años antes de la actual restauración el lugar permaneció cerrado y semiabandonado. La restauración del edificio, sus componentes y los vitrales comenzó en enero de 2001, y terminó en junio. Las renovaciones del lugar incluyeron el revestimiento en madera, las arañas, columnas y cielo raso. El piso se tornó irrecuperable, por lo que se construyó otro respetando el tamaño, la forma y los colores originales.
"También hubo que mandar a fabricar y tallar su dibujo original en gran cantidad de los caireles de cristal tallados a mano.El mismo proceso se siguió con los apliques de pared y con los anillos de bronce que rodean cada una de las columnas. El cielo raso estucado se conservó, reparando los sectores que se encontraban dañados".
La histórica fachada fue conservada en su totalidad, con sus mármoles originales, y también se incorporaron sanitarios para personas con discapacidades, convirtiendo a un clásico porteño en un sitio accesible para todos.
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