Nicole tenía 17 años y mil sueños por cumplir. La aproximación de una carrera universitaria la tenía expectante, y todos los deseos de cualquier joven que transita el paso de la adolescencia a la adultez fueron opacados por lo que parecía un chequeo médico más, en donde una noticia inesperada arribó a su vida para cambiarla por siempre.
No quiso dar su apellido. Sufrió más de la cuenta, incluso aumentó de peso y su vida amorosa se volvía cada vez más tediosa con el correr de los años. Todo fue producto de una enfermedad rara, desconocida, en donde una joven que no llegaba a los 20 años debió aceptar que desde ese momento, su vida no sería igual. Los especialistas descubrieron que padecía una condición rara llamada útero bicorne.
Fue como convivir con dos vaginas por décadas. "Mis períodos menstruales duraban demasiado tiempo y el dolor que debía soportar no era normal", confesó en una entrevista a la BBC. Esos fueron los síntomas que la pusieron en alerta, que la hicieron sospechar que algo en su cuerpo no andaba bien. "Me sentía como un bicho raro. Cuando el médico me lo dijo, pensaba, '¿y qué hago con esto?'", dijo Nicole. Fueron los mismos especialistas quienes afirmaron que este tipo de enfermedad encuentra su génesis en una anomalía genética rara que podría ser hereditaria.
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— infobae (@infobae) 19 de diciembre de 2016
"En el feto femenino, el útero surge tras la unión de dos tubos pequeños, cuando esto ocurre, se forma el órgano", explica el sitio web de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, lugar en el que se atendió Nicole. "Cuando los tubos no se unen en su totalidad, cada uno desarrolla una estructura. Así, un útero doble puede tener dos cuellos uterinos. En muchos casos un tejido muy delgado divide la vagina, lo que resulta en dos aperturas vaginales", agregaron desde la clínica.
En el 2004 se casó con Andy, a quien conoció a los pocos años de conocer su enfermedad. Nicole explicó que el estado de sus períodos menstruales no se correspondía con el de una persona que no padece esta condición, en donde los ciclos podrían durar entre 7 y 28 días, (en algunas ocasiones llegando incluso a sangrar durante seis meses), con una pequeña pausa de uno o dos días; "A veces usaba dos pantalones porque los tampones y las toallas sanitarias no eran suficientes". Esto se produce porque el tampón se introduce en una de las vaginas, pero la sangre sigue saliendo de la otra.
"Tuve tres abortos involuntarios. Cada vez que quise quedar embarazada y no lo logré estuve a punto de desesperarme. Me he llegado a preguntar: '¿qué está pasando?'. He vivido etapas muy oscuras, de esas que te dejan sin energía", sostuvo Nicole.
"Había momentos en los que no quería vivir, pero sabía que tenía que seguir adelante", dijo la mujer estadounidense, que logró someterse a una operación llamada histerectomía doble, para darle fin a tanta pesadilla: "La cirugía consiste en extraer los dos úteros y los dos cuellos uterinos", explicó. La intervención hizo que nunca pudiese quedar embarazada, aunque sus sueños de ser madre permanecen intactos: "Nuestro proyecto es adoptar en un futuro. Aunque ahora, lo más importante es que puedo llevar una vida normal".
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