En el corazón de Estados Unidos, ciudades medianas como Chattanooga, Tennessee, están experimentando un cambio significativo que podría redefinir su futuro económico.
Una investigación reciente indica que la adopción masiva de la inteligencia artificial (IA) podría traer beneficios inesperados para localidades que históricamente han enfrentado dificultades económicas.
Como comenta The New York Times, este fenómeno plantea nuevas preguntas sobre cómo la tecnología puede transformar la economía y el panorama laboral del país.
Ciudades medianas, grandes oportunidades
Durante décadas, el crecimiento económico y la innovación tecnológica se concentraron en grandes centros urbanos como Silicon Valley, Boston o Nueva York.
Sin embargo, el avance de la inteligencia artificial está creando un cambio en esta tendencia. Según un estudio conducido por Scott Abrahams, de la Universidad Estatal de Luisiana, y Frank Levy, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ciudades del sur, el medio oeste y el Atlántico medio podrían convertirse en ganadoras inesperadas en la era de la IA.
Factores como la disponibilidad de viviendas asequibles, una fuerza laboral educada y una menor dependencia de industrias altamente susceptibles a la automatización posicionan a estas ciudades como atractivas para trabajadores y empresas.
Ciudades como Dayton, Ohio; Scranton, Pensilvania; Savannah, Georgia; y Greenville, Carolina del Sur, destacan en este análisis, al igual que Chattanooga.
Chattanooga, un ejemplo de resiliencia tecnológica
Chattanooga, a menudo subestimada en los rankings de innovación, se convirtió en un ejemplo de cómo las ciudades medianas pueden aprovechar las nuevas tecnologías.
La ciudad es conocida por contar con uno de los servicios de internet más rápidos del mundo, proporcionado por la empresa municipal EPB, que ha sido un catalizador para la atracción de empresas emergentes.
Un caso destacado es el de Evan Shelley, fundador de Truck Parking Club, una plataforma tecnológica que conecta a camioneros con espacios de estacionamiento en todo el país.
La empresa, que utiliza inteligencia artificial generativa para optimizar procesos, encontró en Chattanooga un entorno propicio para crecer, gracias a sus modernas instalaciones y una comunidad empresarial en auge.
Además, Chattanooga implementó proyectos pioneros, como la creación de una red cuántica para experimentos en computación avanzada y el uso de chatbots para mejorar la interacción entre los ciudadanos y el gobierno local.
Estas iniciativas no solo atraen inversiones, sino que refuerzan su posición como un centro de innovación en sectores clave como la logística y el transporte.
El impacto desigual de la IA
Mientras que ciudades como Chattanooga están bien posicionadas para aprovechar los beneficios de la IA, los grandes centros urbanos enfrentan un panorama más incierto.
En lugares como San Francisco, San José, Boston y Nueva York, la alta concentración de trabajos bien remunerados en áreas vulnerables a la automatización, como la programación y el análisis de negocios, podría representar un desafío significativo.
Aunque estas metrópolis demostraron ser resilientes, el desplazamiento potencial de trabajadores en industrias especializadas genera preguntas sobre el futuro del empleo.
La IA generativa, que ya está revolucionando sectores como los centros de llamadas, el desarrollo de software y los servicios administrativos, podría tener un impacto considerable, aunque aún persisten incertidumbres sobre su velocidad y alcance.
Una revolución tecnológica con raíces históricas
El impacto de la IA no es ajeno a las transformaciones que otras tecnologías han traído a lo largo de la historia.
La Revolución Industrial impulsó la mecanización de la agricultura, desplazando a los trabajadores hacia las ciudades. Posteriormente, la expansión de los suburbios en los años 50 y 60 cambió la estructura urbana gracias a los automóviles modernos y las carreteras.
Ahora, la inteligencia artificial se perfila como la próxima fuerza transformadora que remodelará tanto la economía como la política de Estados Unidos.
“Es una tecnología poderosa que recorrerá las oficinas estadounidenses con implicaciones geográficas potencialmente muy significativas”, advierte Mark Muro, investigador principal de la Institución Brookings, quien estudia los efectos regionales de la tecnología y las políticas gubernamentales.
Prepararse para el futuro
Tim Kelly, alcalde de Chattanooga, destacó la importancia de preparar a la población local para trabajar con la inteligencia artificial.
Bajo su liderazgo, la ciudad implementó programas de capacitación y fomentó una cultura de innovación para maximizar los beneficios de esta tecnología.
Sin embargo, los retos son evidentes. Estudios recientes estiman que la IA podría automatizar el equivalente a millones de empleos, planteando interrogantes sobre la resiliencia de las comunidades más afectadas y el impacto en la desigualdad económica.
Un nuevo mapa económico en construcción
El estudio de Abrahams y Levy muestra que la IA no solo es una herramienta tecnológica, sino también un agente de cambio social y económico.
Al redistribuir oportunidades y recursos hacia ciudades medianas como Chattanooga, esta revolución tecnológica podría contribuir a reducir las brechas geográficas y fortalecer economías locales que antes estaban en declive.
Para estas ciudades, el desafío es claro: capitalizar las ventajas que ofrecen la tecnología y la innovación sin perder de vista los riesgos asociados.
En última instancia, el éxito dependerá de la capacidad de estas comunidades para adaptarse, atraer talento y construir un futuro inclusivo en la era de la inteligencia artificial.