Un estudio evaluó las consecuencias del uso diario que hacen los adolescentes de TikTok y encontró una larga lista de consecuencias negativas, que están relacionadas directamente con el bienestar mental y emocional.
La investigación fue realizada por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ambas en España, y publicado en la revista Nature, y allí se encontró que el 20,22% de los adolescentes de entre 12 y 18 años pasa más de dos horas al día en esta plataforma.
Un rango de tiempo que supera el límite recomendado para el uso de redes sociales y que está generando una serie de efectos adversos sobre la salud mental.
Qué consecuencias hay en el uso continuo de TikTok
Al desconectarse de la aplicación, la mayoría de los adolescentes reportaron sentimientos de baja autoestima, estrés y una creciente incapacidad para establecer límites en su tiempo de consumo. Según el estudio, las mujeres son las más afectadas, con un 24,3% de ellas dedicando más de dos horas diarias a TikTok, frente al 15,4% de los chicos.
Aunque los investigadores, liderados por Mònika Jiménez, señalan que aún no se puede establecer una relación de causa-efecto definitiva entre el uso de redes sociales y el aumento de trastornos de salud mental en los jóvenes, los datos sugieren una correlación preocupante.
“Estos datos sí nos dan pistas para trazar una correlación entre la subida de las patologías mentales registrada entre las chicas en los últimos años y ese mayor consumo de aplicaciones como TikTok. Sabemos que puede afectar a la autopercepción física, y ellas son las que más sufren ese tipo de trastornos”, afirmó Jiménez.
El estudio confirma hallazgos de investigaciones internacionales que indican que pasar más de dos horas al día en redes sociales está asociado a problemas de autoestima en la imagen corporal, una percepción negativa de la salud mental y un mayor riesgo de estrés psicológico o incluso de ideas suicidas.
Estos efectos son especialmente preocupantes durante la adolescencia, una etapa en la que suelen aparecer casos como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
En España, los TCA afectan a un 6,4% de las mujeres de entre 12 y 21 años, con unas 400.000 chicas diagnosticadas, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Este vínculo entre el consumo de TikTok y los TCA no es casual, ya que la plataforma fomenta contenidos que pueden influir negativamente en la percepción corporal, especialmente entre las chicas, quienes consumen mayormente vídeos de moda, belleza y baile, según los resultados del estudio.
Cuáles son las diferencias que hay entre géneros
El análisis también destaca importantes diferencias de género en el tipo de contenido que consumen los adolescentes. Mientras que los chicos muestran preferencia por vídeos de videojuegos, deportes profesionales y noticias publicadas por influencers o streamers, las chicas tienden a consumir vídeos relacionados con moda, belleza y bailes.
En este contexto, la investigadora Mireia Montañà, coautora del estudio, sugiere que la Comisión Europea debería incluir en las auditorías anuales de las plataformas digitales mecanismos para detectar contenidos que puedan perpetuar estereotipos de género y afectar negativamente la autopercepción de los jóvenes.
Ante este panorama, los expertos abogan por la adopción de medidas para limitar el tiempo de uso de la plataforma entre los menores. Actualmente, la edad mínima para abrir una cuenta en redes sociales en España es de 14 años, aunque el anteproyecto de ley orgánica para la protección de los menores en entornos digitales propone elevarla a 16 años.
Por otro lado, TikTok ha anunciado recientemente la implementación de un límite de pantalla de 60 minutos diarios para los usuarios menores de 18 años. Sin embargo, los investigadores consideran que estas acciones son insuficientes.
Jiménez enfatiza la importancia de definir qué se entiende por un consumo moderado, teniendo en cuenta variables socioculturales y de edad. También destaca la necesidad de implementar programas educativos obligatorios para fomentar el bienestar digital y prevenir adicciones tecnológicas. Además, proponen la realización de auditorías regulares del algoritmo de TikTok para garantizar que este no siga potenciando patrones adictivos.