Las nuevas tecnologías han revolucionado nuestra forma de trabajar, facilitando muchas tareas y optimizando recursos. Sin embargo, su uso excesivo puede tener un impacto negativo en nuestra salud, generando problemas como el tecnoestrés, que es el estrés derivado del uso de tecnologías y de la dificultad para adaptarse a ellas de forma saludable.
Este término fue acuñado por el psiquiatra estadounidense Craig Brod en 1984 puede manifestarse de diversas maneras, desde ansiedad y agotamiento mental hasta dependencia tecnológica.
Por eso explicamos todo acerca de esta condición, cómo identificar si se padece a través de pruebas específicas y qué estrategias pueden ayudar a prevenir o mitigar sus efectos.
Test para confirmar si sufres de tecnoestrés
Para determinar si estás viviendo esta situación, dejamos 10 preguntas para responder si o no. En caso de tener cinco más respuestas afirmativas, quiere decir que estás cerca o ya estás pasando por una situación de tecnoestrés y es importante buscar solucione con profesionales de la salud.
- ¿Sientes ansiedad o tensión al utilizar tecnologías nuevas o desconocidas? Ejemplo: Dudas sobre tu capacidad para manejar un software o dispositivo nuevo.
- ¿Te resulta difícil desconectarte del trabajo o de tus dispositivos tecnológicos fuera de tu horario laboral? Incluye revisar correos, mensajes o tareas laborales durante tu tiempo libre.
- ¿Has experimentado cansancio mental o físico después de largas horas frente a dispositivos tecnológicos? Como fatiga visual, dolores musculares o agotamiento cognitivo.
- ¿Revisas constantemente tus dispositivos para estar al día, incluso cuando no es necesario? Por ejemplo, consultar notificaciones, actualizaciones o redes sociales.
- ¿Te has sentido abrumado por la cantidad de información que recibes en tu entorno laboral o personal? Como instrucciones para tareas, correos electrónicos o mensajes.
- ¿Tiendes a prolongar tus jornadas laborales porque sientes que nunca terminas tus tareas? Incluso cuando el horario de oficina ya ha terminado.
- ¿Prefieres realizar tareas monótonas en tecnología sin interrupciones, aunque esto te cause aburrimiento extremo? Como introducir datos o revisar informes repetitivos.
- ¿Has notado cambios en tu salud física como migrañas, insomnio o dolores musculares relacionados con el uso prolongado de tecnología?
- ¿Evitas delegar tareas relacionadas con tecnología porque crees que nadie puede hacerlas tan bien como tú? Esto incluye supervisar en exceso el trabajo de los demás.
- ¿Te cuesta relajarte porque sientes una compulsión constante de estar conectado o trabajando? Incluso durante vacaciones o momentos de descanso.
Qué es el tecnoestrés y cuáles son sus tipos
El tecnoestrés es una patología que afecta a quienes, por motivos laborales o personales, utilizan en exceso tecnologías como computadoras, teléfonos móviles y otras herramientas digitales. No se trata únicamente de una “falta de habilidad” para manejar dispositivos, sino de un desajuste entre las necesidades del usuario y los recursos tecnológicos disponibles.
Existen tres subtipos principales de tecnoestrés:
- Tecnoansiedad: aparece cuando la persona siente una gran tensión o malestar ante el uso actual o futuro de tecnologías. Las dudas sobre la propia capacidad y pensamientos negativos son comunes en estos casos.
- Tecnofatiga: se caracteriza por cansancio extremo y agotamiento mental debido al uso continuo de dispositivos tecnológicos, acompañado de una sensación de ineficacia.
- Tecnoadicción: es la compulsión incontrolable de utilizar tecnología en todo momento, lo que genera una dependencia constante hacia estos recursos.
Identificar el tecnoestrés no siempre es sencillo, ya que sus síntomas pueden confundirse con otros problemas de salud mental o física. Algunas señales comunes incluyen:
- Sobrecarga de trabajo y tareas relacionadas con la tecnología.
- Rutinas monótonas y poco desafiantes, como introducir datos repetitivos.
- Exceso de información, lo que puede causar agobio y dificultad para concentrarse.
- Insomnio o dificultades para desconectar del trabajo al final del día.
- Problemas físicos, como migrañas, dolores musculares o fatiga visual.
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Cómo saber si se sufre tecnoestrés
El tecnoestrés puede afectar tanto a nivel individual como organizacional. Para determinar si a nivel personal se está sufriendo de esta situación, es importante identificar los siguientes síntomas:
- Estrés y ansiedad, que afectan la calidad de vida y el bienestar general.
- Deterioro de relaciones personales, ya que el uso excesivo de dispositivos limita la interacción cara a cara.
- Problemas físicos como dolores musculares, problemas de visión, dolores de cabeza y fatiga crónica.
En el entorno laboral, el tecnoestrés puede disminuir la productividad, aumentar los errores y generar un mal ambiente de trabajo debido a la frustración acumulada.
Cómo prevenir y manejar el tecnoestrés
Prevenir el tecnoestrés requiere tanto acciones individuales como organizacionales. A continuación, presentamos algunas estrategias que se pueden emplear de forma individual:
- Establece límites claros: dedicar tiempo exclusivo para desconectar del trabajo y las tecnologías. Por ejemplo, evita revisar correos después de la jornada laboral.
- Realiza actividades relajantes: salir a caminar, practicar deporte o realizar meditación para liberar tensiones.
- Reconoce el cansancio: aprender a identificar cuando es necesario descansar para evitar el agotamiento mental.
- Aplica el uso consciente de tecnologías: evaluar si realmente es necesario estar conectado todo el tiempo o usar determinados dispositivos.
Por otro lado, esto es lo que pueden hacer las empresas para evitar esta situación en sus empleados:
- Capacitación: proporcionar formación a los empleados para que se adapten de forma saludable a las tecnologías.
- Diseño del puesto de trabajo: rediseñar tareas y flujos de trabajo para que el uso de tecnologías sea eficiente y no genere sobrecarga.
- Información y comunicación: antes de implementar nuevas herramientas tecnológicas, comunicar claramente los cambios para evitar ansiedad en los empleados.