Una de las mayores causas por las que muchas mujeres no consiguen concebir es por el estrés de la vida moderna. La alimentación puede jugar un papel muy importante a la hora de quedarse embarazada, ya que existen alimentos que favorecen la fertilidad. El yoga también puede ayudar a la fertilidad, ya que proporciona herramientas que hacen que el cuerpo sea más receptivo.
Qué es el yoga
El yoga (del sánscrito योग, “yoga”, que significa ‘unión’) es una disciplina tradicional, espiritual, física y mental que conecta tanto el cuerpo como la mente a través de la consciencia en las respiraciones y el movimiento, generando un estado de serenidad y equilibrio. Esta práctica se remonta a más de 5.000 años en la antigua India y ha demostrado ser positiva para la salud de todas las personas a cualquier edad.
Cómo puede ayudar el yoga a la fertilidad
Al igual que el yoga alivia el dolor menstrual, también ayuda a que muchas mujeres se queden embarazadas. No solo porque reduce el estrés, sino porque algunas posturas o asanas relajan los órganos reproductivos femeninos y favorecen que la sangre fluya por ellos.
Paulina Kulczycki, instructora de yoga en Shanti Vida, explicó a Women´s Health: “El yoga conecta profundamente el cuerpo y la mente, lo que crea un entorno más receptivo para la fertilidad.” Kulczycki añade: “El estrés crónico puede afectar negativamente a la fertilidad, y el yoga ofrece una forma natural y efectiva de reducir el estrés y mejorar el bienestar general.”
Beneficios del yoga para la fertilidad
La Dra. Julieta Quaglia Martínez, médica especialista en tocoginecología y medicina reproductiva de CEGYR, destaca: “Cualquier persona que comienza un tratamiento de fertilidad, independientemente del motivo y del sexo, se encuentra ante una situación de vulnerabilidad y probablemente ha transitado emociones de angustia e incertidumbre. El yoga puede ayudar en el comienzo y el recorrido del tratamiento de fertilidad”.
“Es importante crear un entorno de paz y tranquilidad”, indicó Kulczycki. “El yoga reduce el cortisol, la hormona del estrés, lo que es vital para mantener un ciclo hormonal equilibrado. También mejora la circulación sanguínea a las zonas pélvicas, facilitando un ambiente más saludable para la fertilización.”
Los beneficios del yoga incluyen:
- Mejora la circulación sanguínea, favoreciendo la llegada de sangre a la pelvis, periné y genitales.
- Favorece el drenaje linfático, siendo importante para el sistema inmunológico.
- En el sistema endocrino, equilibra la regulación hormonal y favorece su correcto funcionamiento.
- Mejora la digestión, el flujo sanguíneo al intestino y reduce los malestares intestinales y gástricos.
- Colabora en la reducción del estrés, provocando una sensación de calma mental y paz.
- Aporta flexibilidad tanto física como mental.
- Produce la liberación de endorfinas y serotoninas, generando sensación de alegría y bienestar.
“Además, las posturas de yoga ayudan a fortalecer el suelo pélvico, lo que es fundamental durante el embarazo y el postparto,” subraya Kulczycki.
Mejores posturas de yoga para quedar embarazada
Respiración victoriosa (Ujjayi pranayama): esta técnica relaja, aumenta la concentración y calienta el cuerpo, lo que incrementa el flujo sanguíneo. Colocar una mano en la panza para notar cómo entra y sale el aire puede ser muy útil.
Secuencia del gato (Marjaryasana) y la vaca (Bitilasana): calienta y relaja la columna, las caderas, el vientre y los hombros. Repetir al menos cinco veces.
Perro boca abajo (Adho Mukha): aumenta el aporte de sangre al cerebro, estabiliza la presión arterial y combate el estrés y la ansiedad.
“Estas posturas están especialmente diseñadas para mejorar la flexibilidad y la circulación en la zona pélvica, lo que es esencial para la fertilidad”, explica Kulczycki.
Luna creciente (Anjaneyasana): estira los flexores de la cadera, los cuádriceps y el abdomen inferior, aumentando el flujo sanguíneo hacia los órganos reproductivos.
Guerrero 2 (Virabhadrasana 2): flexibiliza y mejora el riego sanguíneo a las piernas, los tobillos y los órganos reproductores, fortaleciendo y estirando pecho, hombros y región pélvica.
“Para maximizar los beneficios del yoga en la fertilidad, es importante mantener una práctica constante y adaptar las posturas según las fases del ciclo menstrual”, indica Kulczycki.
Triángulo (Utthita Trikonasana): tonifica el tronco y alivia el estrés.
Gran ángulo de pie (Prasarita Padottanasana): relaja las piernas y abre las caderas, ayudando a que la sangre circule mejor hacia los órganos reproductivos.
Medio puente (Setu Bandha Sarvangasana): favorece la secreción de la hormona tiroidea, cuya regulación es crucial para la fertilidad.
Postura del niño (Balasana): induce a la relajación y reducción del estrés y la fatiga.
Piernas arriba (Viparita Karani): regula los sistemas endocrino y linfático de forma suave y reparadora, favoreciendo la fecundación.
Kulczycki también menciona: “La postura ‘Piernas arriba’ es particularmente eficaz para mejorar el flujo sanguíneo a la pelvis y reducir la inflamación, ambos factores que pueden favorecer la fertilidad.”
Postura del cadáver (Savasana): La relajación resetea el cuerpo y la mente, junto a la meditación, puede ayudar a quedarse embarazada.
La Dra. Quaglia Martínez concluye: “El yoga es una práctica que ha demostrado generar un entorno armonioso y positivo para quienes buscan concebir. Mantener la mente en calma y el cuerpo en equilibrio es fundamental en un tratamiento de reproducción asistida.”
Los beneficios del yoga se extienden durante el embarazo, favoreciendo tanto a la madre como al feto, y es recomendable continuar practicándolo, con las posturas adecuadas, a lo largo de toda la gestación.