No es totalmente necesario internarse durante horas y pasar largas jornadas en los gimnasios y centros de entrenamiento. Tampoco cumplir a rajatabla con una exigente rutina que con el paso del tiempo desaliente los ánimos para poner en movimiento el cuerpo y, al cabo, se termine realizando por mera obligación. La clave para hacer actividad física y, por consiguiente, mejorar la salud puede estar en los quehaceres de la vida cotidiana, según sugiere un equipo internacional de especialistas.
La idea está enmarcada en la puesta en práctica del concepto HIIPA, de acuerdo a sus siglas en inglés, o "actividad física incidental de alta intensidad". Este alude a aquellas actividades cotidianas que provoquen "resoplidos" y se caracteriza por desarrollarse bajo las formas del entrenamiento por intervalos de alta intensidad (el afamado "HIIT"), que combina lapsos cortos de esfuerzos a pleno y descansos intermedios.
"HIIPA es cualquier actividad ocasional que forma parte de la vida cotidiana y que no se realiza con fines recreativos o de salud y no requiere sacrificio de tiempo discrecional. Por ejemplo, caminar o andar en bicicleta para moverse de un lugar a otro, subir escaleras y realizar tareas diarias activas, como llevar compras pesadas y limpieza de la casa", amplían los profesionales de la salud.
Sobre esta base, consideran que las tareas diarias -como lavar el auto, subir escaleras o caminar cargando bolsas de compras- realizadas aplicando el método HIIT pueden ayudar a combatir el sedentarismo en personas con sobrepeso y no aptas para seguir un programa regular de ejercicio.
Así se desprende en un editorial publicado en el British Journal of Sports Medicine en el que los expertos explican que la clave es hacer los movimientos cotidianos de manera intensa, de forma que entrecorten el aliento y aceleren el organismo, repitiendo la fórmula en varias ocasiones al día.
"Hay muchas investigaciones que nos dicen que cualquier tipo de HIIT, independientemente de la duración y el número de repeticiones, es una de las formas más efectivas de mejorar rápidamente el estado físico y la salud cardiovascular", dijo Emmanuel Stamatakis, profesor de actividad física del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney y la Escuela de Salud Pública, y uno de los autores de la publicación. Y completó la idea: "HIIPA trabaja en la misma línea".
"La belleza de HIIPA y la idea de usar actividades que ya estamos haciendo como parte de la vida cotidiana es que es mucho más realista y alcanzable para la mayoría de las personas", alabó Stamatakis, que indicó que se trata de tomar conciencia y modificar ciertos hábitos como cambiar las escaleras por el ascensor o estacionar el auto más lejos del lugar al que se acude para caminar más.
Stamatakis puntualizó que el estilo apunta a derrumbar la recurrente problemática de la falta de tiempo. Al no suponer un compromiso determinado de horas resulta más fácil cumplir los objetivos. "Otras ventajas prácticas son los costos nulos, sin necesidad de equipo y sin preocupaciones acerca de la falta de habilidad o condición física", agregó.
En consecuencia, los especialistas proponen efectuar de tres a cinco sesiones breves de HIIPA que totalizan entre cinco y 10 minutos por día, la mayoría de los días de la semana, para alcanzar beneficios significativos.
"Es una actividad y no un entrenamiento"
Aunque sostiene que la fórmula es recomendable para aquellos que no siguen ningún tipo de ejercicio, el profesor de educación física Francisco Ozores remarcó una salvedad: el HIIPA constituye un estilo de actividad física pero no un entrenamiento.
En diálogo con Infobae, Ozores subrayó que un entrenamiento se compone de variables como la sistematización, la periodicidad, el tiempo estipulado de duración y la frecuencia, en torno a un objetivo que tiene que ser medible de modo de comprobar los resultados. "En cambio, una actividad física consiste en cualquier movimiento que se haga sin ser un ejercicio en sí", puntualizó.
Y ejemplificó sobre una actividad cotidiana como lo es barrer: "Dentro de un método HIIT, sería barrer rápido durante 20 segundos, descansar otros 10, volver a barrer y así repetir diez vueltas todos los días, a la misma hora, con la misma frecuencia de barrido. Pero eso es imposible de medir por lo que no se puede considerar como entrenamiento".
De tal manera, Ozores argumentó que al no disponer de los tiempos, las repeticiones, la intensidad y demás variables específicas que comprenden un sistema de entrenamiento no se podrá establecer, por ejemplo, la reducción de los niveles de grasa o las cantidades de calorías quemadas.
"Si hacés las actividades cotidianas siguiendo un método HIIT seguro se va a convertir en una actividad que derive en beneficios para la salud. Pero es una manera más limitada que un programa de entrenamiento", redondeó.
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