Por allí van, corriendo en la dirección correcta, pero de espaldas, hacia atrás, al revés del resto, mirando a sus competidores, sobresaliendo entre la convocatoria en medio de una maratón "normal". Son los practicantes del retrorunning, aquellos que agregan a cada competencia una cuota de dificultad a la tarea, que desafían las reglas más básicas del deporte y que ahora buscan el reconocimiento largamente reclamado.
El retrorunning es un modalidad que data oficialmente de más de 10 años. Específicamente, nació como deporte en el año 2005, por una iniciativa conjunta de atletas alemanes, austriacos, suizos y franceses, que se unieron para crear la International Retro Running Association, el ente encargado de regular y fiscalizar la actividad. Aunque pese a la antigüedad, su explosión mediática no iba a llegar hasta hace un par de años.
Por entonces se practicaba casi exclusivamente en espacios cerrados o en pista, con distancias menores. Circuitos adecuados para disminuir las probabilidades de algún accidente, preservando el físico del atleta. Con el tiempo, los más avezados fueron elevando la vara de exigencia y probaron en tramos de calle o en parques. Hoy, hay hasta quienes se animan a competiciones de larga extensión, en maratones convencionales, debiendo sortear los obstáculos que se antepongan en el camino.
La práctica requiere una dosis mayor de esfuerzo y concentración para desarrollar correctamente la técnica de ejecución. Aunque no por ello requiere un entrenamiento diferencial. En una entrevista al sitio Código Nuevo, Sandra Corcuera, pentacampeona del mundo, reveló que la rutina que sigue es muy similar que cualquiera para preparar una maratón de forma convencional: "Seis días a la semana en los que hago carrera continua, series lentas, series rápidas, etc. Pero esta disciplina requiere un mayor tono muscular y una mejor técnica, por lo que dedico mucho tiempo a las sesiones de gimnasio y a la técnica de carrera", detalló.
Pero aunque pueda ser más compleja, muchos la eligen porque brinda una serie de beneficios adicionales con respecto al running tradicional. Algunos estudios señalaron su conveniencia para quemar una mayor cantidad de calorías, y evitar lesiones, ya que el impacto a cada paso es más suave para la rodilla. No obstante, los expertos recalcan la importancia de no girar el cuello y no correr pisando con la punta de los pies.
Uno de los objetivos primarios desde su origen fue promocionar el deporte. Para ello, en principio se crearon los mundiales de la especialidad. Los primeros se realizaron en Suiza en 2006 y desde entonces se disputan cada dos años (ya se corrieron seis). Las pruebas oficiales -de fondo o velocidad- van de los 100 a los 10 mil metros en pista y la media maratón en circuito urbano, cerrado al tráfico. En el último asistieron 350 personas de 21 países.
La exótica modalidad tiene varios referentes: uno es el alemán Markus Jürgens, que este año completó su tercera maratón corriendo de espaldas, estableciendo un nuevo récord mundial al finalizar en Hannover 10 kilómetros en 3h38m27s. Otro atleta destacado es el mexicano Diego Polino, quien participó en la exigente prueba Iroman de Lanzarote (España) y corrió en reversa los poco más de 42 kilómetros que correspondían a la maratón, en un tiempo de 4 horas y 52 minutos.
Pero la figura sobresaliente es la española Corcuera. Ella es quien lleva la bandera por la difusión del deporte. Cuenta que los certámenes previos a 2015 apenas tuvieron repercusión. Sin embargo, luego el nivel de mediático se incrementó: "Me siento reconocida por la prensa y el público, pero quizás no mucho por las instituciones, ya que no tengo su apoyo económico ni material. Falla ese apoyo para facilitar su práctica y que se organicen carreras y competiciones", confesó.
Hermana menor del running, esta disciplina espera avanzar a futuro. "Es un deporte que no para de crecer por todo el mundo, cada Mundial tiene más nivel que el anterior. Se presentó su candidatura para los Juegos de 2012 y de 2020 como deporte de exhibición. Yo pienso que, tarde o temprano, veremos atletas correr de espaldas en un estadio olímpico", dijo a Público.
El retrorunning va por la senda de crecimiento y expansión. "En Alemania existen escuelas de retrorunning para niños", mencionó Corcuera. Esta se agregó a otras ya existentes en Italia, Cuba, Irlanda, República Dominicana, Estados Unidos y Canadá.
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