El verano es la época elegida por muchos para iniciar deportes varios, las vacaciones se acercan y con ellas, aumenta el deseo de lucir un cuerpo trabajado y esbelto. Por lo tanto, horarios, ropa, una buena alimentación e hidratación son algunos de los indicios básicos a tener en cuenta a la hora de iniciar algún tipo de entrenamiento.
Inevitablemente las altas temperatura no juegan a favor a la hora de hablar de actividad física, en muchas ocasiones puede provocar dolor de cabeza, meréos, presión baja, deshidratación y hasta inclusive sincope de calor. Por suerte, existen muchas maneras de evitar que esto suceda y disfrutar la actividad sin sobresaltos.
Un punto clave a tener en cuenta es el horario en el que se decide ejercitarse, por consiguiente es acertado iniciar la actividad antes de las 10 de la mañana o bien después de las 20 hs, horario en el cual la temperatura bajo considerablemente. Por otro lado, se recomienda alternar un día de descanso en la semana o otro durante el fin de semana para evitar sobre ejercitación física.
La doctora Magali B. Almada, médica especialista en medicina del deporte del Hospital Universitario Austral explicó a Infobae a través de un comunicado, "la mejor temperatura para hacer ejercicio al aire libre es entre los 20-a 24º, entre los 25-28ºC es peligroso y si la temperatura es mayor o igual a 32ºC con una humedad relativa del 60%, está contraindicado".
En el caso de hacer actividad física en el exterior, usar ropa clara, de tela sintética de secado rápido son las prendas correctas para evitar que el calor impida el entrenamiento.
La hidratarse juega un papel fundamental a la hora de hablar de ejercicio físico en altas temperaturas, tomar al menos 2.5 litros de agua por día es esencial, por suerte existen técnicas de hidratación para asegurar una buena salud. Una de ellas consiste en beber entre 400-600ml de agua antes de entrenar, por lo menos dos horas antes de iniciar la actividad. Por otro lado, si la el ejercicio dura menos de una hora o es de baja intensidad, hidratarse con agua es correcto en cambio, si dura más o es de alta intensidad, en necesario utilizar bebidas deportivas isotónicas.
La alimentación también ayuda a preparase para el entrenamiento, la doctora Almada agregó, "se recomienda ingerir una colación pre-entrenamiento al menos 40 minutos antes que puede ser 40gs de frutas secas, barra de cereales o bien un pequeño sándwich de jamón y queso de pan árabe. Una vez finalizado, una excelente opción es la ingesta de 250 cm3 de yogourt bebible descremado para reponer glucógeno y proteínas musculares perdidas".
Hacer ejercicio en verano resulta sumamente agradable, tener en cuenta estas nociones básicas antes y después del entrenamiento permitirá lograr los objetivos deseados sin poner en riesgo la salud.
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