Para muchos científicos, las personas que viven más de 100 años son una población de interés para estudiar cuáles son las claves de una mayor longevidad. Pero el problema es que prácticamente no existen modelos de envejecimiento humano y resistencia a las enfermedades que permitan probar posibles intervenciones en los centenarios.
Por eso, científicos de la Universidad de Boston, en los Estados Unidos, consiguieron células madre reprogramadas a partir de la sangre de centenarios. Esperan compartir esas células con otros investigadores para comprender mejor los factores que contribuyen a una vida larga y saludable.
Ya crearon el mayor banco de células madre pluripotentes inducidas de personas que alcanzaron los 100 años de vida y sus descendientes. Publicaron los resultados de un estudio en la revista Aging Cell.
A partir de los resultados y de futuros trabajos, los investigadores buscan desarrollar y probar posibles terapias para promover una vida más saludable y longeva.
En diálogo con Infobae, el doctor Luciano Vellón, investigador del Laboratorio de Células madre tumorales y reprogramación metabólica del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet, en Argentina, comentó: “Las células madre pluripotentes inducidas pueden servir para generar modelos de enfermedades in vitro, es decir, fuera del cuerpo humano, expandirlos y mantenerlos de forma sostenible”.
Antes —señaló— se dudaba si era posible obtener ese tipo de células a partir de personas mayores, “pero las tecnologías actuales lo han permitido”, resaltó. “El biobanco de células creado en Boston puede ser una herramienta para estudiar enfermedades asociadas a la edad y para el desarrollo de terapias en el futuro”, opinó el científico Vellón, quien no participó en el estudio publicado en Aging Cell.
Cómo se obtienen las células madre pluripotentes inducidas
Las células madre pluripotentes inducidas son células que han sido reprogramadas para recuperar la capacidad de diferenciarse en cualquier tipo celular del cuerpo. Eso las hace pluripotentes. En otras palabras, tienen la habilidad de convertirse en cualquier tipo de célula, ya sea del sistema nervioso, muscular, cardíaco, entre otros.
Los científicos de Boston usaron células iPSCs obtenidas a partir de muestras de sangre periférica de centenarios y sus descendientes. Estas células se reprogramaron para generar líneas de células madre que pueden ser cultivadas de manera indefinida en un laboratorio.
Esas iPSCs capturan el perfil genético de la persona de la que se originan, lo que es crucial para el análisis de los mecanismos biológicos asociados con la longevidad y la resistencia a enfermedades.
Cómo hicieron el estudio
Los investigadores obtuvieron y caracterizaron más de 100 muestras de sangre de centenarios y sus descendientes. Utilizaron esas muestras para estudiar cómo se regula la expresión genética en los relojes moleculares de envejecimiento y para comparar las diferencias entre la edad biológica y la edad cronológica.
También los investigadores reprogramaron exitosamente esas células en líneas de iPSCs de alta calidad, que luego fueron caracterizadas para asegurar su pluripotencia, estabilidad genómica y su capacidad para diferenciarse en varios tipos celulares.
Los resultados mostraron que los centenarios y sus descendientes mostraron edades biológicas significativamente más jóvenes en comparación con sus edades cronológicas. En algunos casos, se detectaron diferencias de hasta dos décadas entre la edad biológica y la edad cronológica de los participantes.
Qué implican los resultados de la investigación con centenarios
Los resultados sugieren que las personas que llegan a los 100 años tienen mecanismos biológicos que les permiten evitar enfermedades relacionadas con la edad y mantener una mayor salud en la vejez.
Los investigadores también pudieron demostrar que las células madre pluripotentes inducidas extraídas de estos individuos tienen una capacidad única para estudiar la resiliencia biológica al envejecimiento.
“Esta investigación proporciona un recurso único que se puede utilizar para comprender mejor los mecanismos detrás de la resiliencia de los centenarios y ayudar a otros a maximizar sus años de vida saludable”, dijo el primer autor del estudio Todd Dowrey, doctorando en el departamento de medicina molecular y traslacional de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston.
Otro de los coautores valoró la decisión de los centenarios y sus familiares que aceptaron participar en el estudio. “Nuestros participantes siempre son increíblemente generosos y sin ellos no podríamos realizar estos estudios únicos. A su vez, esperamos solidificar su legado, ya que las líneas celulares que creamos de ellos durarán para siempre y serán utilizadas por investigadores de todo el mundo”, comentó Thomas Perls, profesor de medicina y director fundador del Estudio de Centenarios de Nueva Inglaterra.