Pérdida del olfato: un nuevo indicador en más de 100 enfermedades
- Investigadores de Oxford hallaron relación entre la pérdida del olfato y 139 enfermedades.
- El estudio publicado en Frontiers in Molecular Neuroscience vincula el olfato con la inflamación y el bienestar.
- Se están desarrollando terapias basadas en estímulos olfativos para mejorar la salud cerebral.
Lo esencial: un equipo de científicos de la Escuela de Ciencias Biológicas Charlie Dunlop y el Centro de Investigación en Humanidades de Oxford demostró que la pérdida del olfato podría servir como indicador temprano de enfermedades complejas, especialmente en afecciones neurológicas como el Alzheimer y el Parkinson. Este hallazgo sugiere que el olfato tiene una función más amplia en la salud humana, asociándose a la inflamación en 139 condiciones médicas. Además, el equipo de investigación desarrolla terapias no invasivas que utilizan estímulos olfativos para potenciar la salud cerebral, abriendo nuevas posibilidades para tratar enfermedades neurodegenerativas.
Por qué importa: la identificación de la pérdida de olfato como marcador temprano permite una detección anticipada de enfermedades graves, revolucionando enfoques preventivos en la medicina.
- La terapia olfativa podría reducir inflamación y mejorar la memoria.
- Se están diseñando dispositivos terapéuticos para optimizar el uso de aromas en tratamientos.
- Facilita un enfoque no invasivo para abordar enfermedades sistémicas.
En un reciente avance en la investigación de la salud humana, científicos de la Escuela de Ciencias Biológicas Charlie Dunlop en colaboración con el Centro de Investigación en Humanidades de Oxford identificaron un poderoso vínculo entre la pérdida del olfato y la inflamación en 139 afecciones médicas distintas.
Estos hallazgos, publicados en la revista Frontiers in Molecular Neuroscience, sugieren que el sentido del olfato desempeña un papel fundamental en el bienestar general, más allá de su función sensorial tradicional. La investigación, liderada por el profesor emérito Michael Leon y las investigadoras Cynthia Woo y Emily Troscianko, revela que la disfunción olfativa, que suele considerarse un inconveniente menor, podría ser en realidad un indicador temprano de enfermedades neurológicas y sistémicas.
Los datos obtenidos en el estudio subrayan que la pérdida del olfato no sólo precede a enfermedades graves como el Alzheimer y el Parkinson, sino que además está acompañada de un aumento en la inflamación corporal. Esta conexión hace que el sentido del olfato adquiera una importancia renovada, al considerarse un posible marcador para la detección temprana de enfermedades complejas.
“Fue difícil encontrar estudios sobre tantas enfermedades”, afirmó el profesor Leon, según el medio especializado Medical Xpress. Destacó el desafío de vincular de manera tan extensa la pérdida del olfato con el desarrollo de múltiples trastornos.
Este enfoque permite ahora visualizar la salud olfativa como un componente esencial en el mantenimiento de la salud integral y la detección temprana de enfermedades.
El olfato y la salud cerebral
Además de identificar la relación entre la pérdida del olfato y la inflamación, el estudio destaca el potencial terapéutico del enriquecimiento olfativo como método para mejorar la salud cerebral. Este proceso consiste en la exposición regular e intencional a una variedad de aromas agradables, lo que, según los investigadores, no solo puede activar y fortalecer el sistema olfativo, sino también contribuir a reducir la inflamación.
En palabras del profesor Leon, según el medio que se especializa en ciencia Earth.com, los datos de su equipo indican que: “Ahora sabemos que los aromas agradables pueden reducir la inflamación, lo que podría indicar el mecanismo por el cual dichos aromas pueden mejorar la salud cerebral”.
Los hallazgos señalan que este tipo de estimulación olfativa podría mejorar significativamente la memoria, como se observó en un grupo de adultos mayores cuya capacidad de retención aumentó en un 226% tras el enriquecimiento olfativo, según afirmó Leon.
Este avance plantea una nueva vía para mitigar o retrasar los síntomas de enfermedades neurodegenerativas, particularmente a través de métodos no invasivos que priorizan el uso de aromas para influir positivamente en la salud del cerebro.
Desarrollo de dispositivos para terapia olfativa
Con estos descubrimientos, los investigadores están avanzando hacia aplicaciones prácticas de estos hallazgos en terapias accesibles para una gama de pacientes. Los profesores Leon y Woo trabajan actualmente en el diseño de un dispositivo que pueda administrar terapia olfativa de manera controlada, lo que representaría una opción novedosa y no invasiva para mejorar el bienestar mental y físico.
Esta herramienta permitiría introducir aromas específicos que demostraron efectos positivos sobre el cerebro y el sistema inmune, lo que marca una posible revolución en la manera en que se tratan ciertas afecciones neurológicas.
A la luz de estos prometedores resultados, el estudio enfatiza la importancia de continuar con la investigación en el área de las terapias olfativas, tanto para comprender a fondo cómo los aromas pueden influir en el organismo como para optimizar su aplicación en la medicina preventiva y paliativa.
“Será interesante ver si podemos mejorar los síntomas de otras afecciones médicas con el enriquecimiento olfativo”, señaló el profesor León según Medical Xpress.